Pedro De la Hoz - Granma.- La pregunta que encabeza esta nota tiene una respuesta afirmativa: Michael Moore, el notable cineasta estadounidense, puede convertirse en una víctima del bloqueo que los gobernantes de su país han impuesto contra Cuba, una acción criminal que ha costado vidas y graves perjuicios a los habitantes de la Isla y que en el campo de la cultura se ha ensañado más de una vez con los propios ciudadanos norteamericanos.
El realizador enfrenta una investigación del Departamento del Tesoro de Estados Unidos por una posible violación del bloqueo comercial que Washington aplica contra la Isla desde hace nueve lustros. Moore voló el pasado marzo a La Habana junto a una decena de trabajadores de los servicios de emergencia que participaron en las labores de rescate en las Torres Gemelas tras los atentados terroristas del 11 de septiembre y recibieron atención médica en la Isla. El viaje formó parte del rodaje del documental Sicko, acerba crítica al sistema de salud de EE.UU., que tendrá su estreno mundial el próximo día 19 en el célebre Festival de Cannes.
En una carta oficial dirigida a Moore, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) advierte que sus efectivos "están manejando una investigación civil por posibles transacciones no autorizadas en torno a su alegado viaje a Cuba", y exige que Moore aporte información sobre fechas de salida y entrada a la Isla, si utilizó un tercer país, la descripción de su itinerario dentro de Cuba, constancia de los pagos por alimentación, hospedaje y servicios y hasta pruebas de su pertenencia a alguna empresa periodística. Y luego, antes de la firma de Dale Thompson, investido con el cargo de Jefe de Investigaciones Generales y Operaciones de Campo de la OFAC, la amenaza: "Usted debe saber que no responder a esta carta implica la aplicación de sanciones civiles por la OFAC".
Cualquier parecido con el macarthysmo no es pura coincidencia, sino la confirmación de la filosofía imperial de la censura.
Ayer, la productora de la película, Meghan O’ Hara, respondió desde la página web del cineasta: "Los esfuerzos del Gobierno de Bush para dirigir una investigación políticamente motivada contra Michael Moore y Sicko no nos detendrán a la hora de asegurarnos de que el pueblo estadounidense vea la película". La O’ Hara recuerda que los acompañantes de Moore en su viaje a Cuba se cuentan entre "los muchos héroes que sufren problemas de salud y que no han recibido las atenciones que necesitan y merecen. El presidente Bush y su administración deberían emplear su tiempo tratando de ayudar a esos héroes a recuperar su salud, en lugar de amenazar con un proceso legal a favor de su agenda política".