El dúo Buena Fe compareció en la sala Villena de la Uneac, y refirió la necesidad urgente de formar alianzas y tomar medidas para proteger a los creadores cuando salen del país. Foto: Prensa Latina.

Susana Besteiro Fornet

Granma

«¿Cuándo nos volvimos locos?», es la pregunta que se hace Israel Rojas, director de Buena Fe, al regresar a Cuba tras una gira por España, que fue escenario para algunos de los hechos más lamentables que han sufrido artistas cubanos en los últimos tiempos.

El odio y el extremismo político de algunos cubanos residentes en aquella nación provocaron la cancelación de varios de los seis conciertos que originalmente incluía la ruta. Las agresiones que venían anunciándose desde las redes sociales alcanzaron el plano físico: «Llegamos a pensar que realmente nos podría pasar algo», explicó Rojas ayer, en un encuentro sostenido con miembros de la Uneac y periodistas. «Llegamos a una España que, como el resto de Europa, se está inclinando hacia la derecha; donde están proliferando las tendencias fascistas y, tristemente, cubanos que viven allá se están uniendo a ellas».

Yoel Martínez, segunda voz del dúo, declaró a los presentes que no pretenden que se les vea como «los más bárbaros ni los más valientes, porque no lo somos», pero que es imprescindible que se divulgue y se estudie lo que sucedió, pues no han sido los primeros y, según las declaraciones públicas de estos personajes, no serán los últimos.

«Cuando te pones a ver quiénes son los cubanos que se están tratando de unir a partidos como Vox, muchas veces son músicos o bailarines educados en nuestras escuelas», explicó Rojas, antes de sentenciar que «algo no hemos hecho bien en la Educación Artística, si tantos son capaces de tener ese odio hacia Cuba».

El dúo comparó su caso con lo sucedido en la ciudad de Miami al Team Asere, donde fueran los propios cubanos quienes insultaban y agredían a los jugadores. «Es lamentable la imagen que se está dando de nuestra gente», concluyó sobre este tema Martínez.

Rojas hizo referencia a la necesidad urgente de formar alianzas y tomar medidas para proteger a los creadores cuando salen fuera del país, pues la vulnerabilidad jurídica de estos en el extranjero los pone en una evidente y peligrosa posición de desventaja. «Tenemos que estar preparados, eso es una maquinaria de destruir reputaciones y si no eres fuerte te acaba mentalmente. A nosotros, más que el miedo al daño físico, lo que nos afectó fue sentirnos desprotegidos. No puede pasar que te subas a un escenario con el temor de que te den un botellazo».

Pero la experiencia vivida por Buena Fe deja lecciones valiosas, y más positivas. La primera es que Cuba no está sola, pues cuando parecía que la gira no tenía salvación, se levantó un movimiento de solidaridad conformado por personas de todas las edades, cubanos o no, de izquierda o no, conocedores de la agrupación o no, que se enfrentaron a las injusticias y violencia que sufría el grupo.

La segunda lección es que la mala publicidad no existe, pues, aunque terriblemente lamentables, los sucesos llevaron a que personas que jamás habían oído a Buena Fe conocieran su música y se acercaran a Cuba en un ámbito mucho más abarcador que el político: la cultura. En cuanto a los integrantes, demostraron que «aunque hay disímiles maneras de estar muerto», siguen dando guerra, son sobrevivientes.

Dúo Buena Fe dialoga en Cuba con intelectuales tras gira por España

La Habana, 5 jun (Prensa Latina) El dúo cubano Buena Fe recibió hoy en esta capital el cariño de amigos, artistas e intelectuales en general, tras su llegada de una gira por ciudades de España, donde fueron víctimas de censura y hostilidad.

Grupos reaccionarios en el país ibérico y en ciertos contextos salpicaron los conciertos de la banda con intentos de sabotajes a sus actuaciones, sin embargo, también, a raíz de los hechos, se formaron nuevos gremios de solidaridad con Cuba y con su pueblo, declaró el líder Israel Rojas.

Autor de la mayoría de los temas de la agrupación, con casi 25 años de fundada, se refirió a los momentos en que pensaron, incluso, en posibles agresiones físicas y a su integridad como artistas.

«Tuvimos informaciones de que fue así realmente, hubo intenciones violentas hacia nosotros, pues llegamos allí en medio de un escenario electoral, en el cual las pasiones políticas estaban efervescentes», explicó el director.

En Barcelona, en un restaurante de comida rápida, a escasos metros de donde se desarrolló su último concierto, el dúo denunció en sus redes sociales que fue objeto de insultos con amenazas de muerte.

«Sucedió todo dentro de una España que apunta, como la mayoría de Europa, peligrosamente a la derecha», lamentó Rojas, «y, además, ha encontrado en cubanos residentes allí terreno fértil para promover un ala fascista».

Los integrantes de la banda, más que indignados, hicieron un llamado a la reflexión, porque «es muy triste encontrarte a cubanos afiliados a ese tipo de estrategia manipuladora», apuntó.

En la sede de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, los músicos aplaudieron las reacciones de muchos, que en esos momentos se convirtieron en seguidores de su prolífica obra.

«En menos de 15 días se levantó un movimiento de solidaridad de personas que ni saben quiénes somos, incluso, gente de derecha, y eso es importante decirlo», recalcó.

Israel y Yoel agradecieron el apoyo de tantos dentro y fuera de Cuba, y hasta mensajes privados reciben, aunque no se pronuncien públicamente.

«Uno siempre refleja gratitud a los que te cobijan y te dicen no estoy de acuerdo con esto, y eso es un incentivo para los artistas», concluyó el compositor y cantante.