Tristemente, no podremos considerar a la copa menstrual una solución definitiva, mientras no sea accesible para todas las personas que menstrúan

Zoila Concha - Cimarronas Cuba.- Para muchas de nosotras la higiene menstrual es un tema bastante polémico, aunque lo que conocemos por higiene está bastante estigmatizado. Desde que nos cae por primera vez la menstruación tenemos que lidiar con una serie de aspectos que forman parte de una actitud hereditaria y replicable.


Las íntimas y tampones por mucho tiempo han sido las soluciones de nuestra "penosa" situación, sí, porque se nos ha inculcado ese sentimiento de culpa y de vergüenza como si fuera algo antinatural. Pues las íntimas, para nada cómodas (mucho menos los tampones), se han encargado de todo menos de nuestra higiene menstrual, ya que traen consigo disímiles infecciones y un gasto de recursos medio ambientales anuales incalculables. Contra decenas de años de este "acorralamiento higiénico", llegó lo que puede ser la solución definitiva, o al menos la mía: la copa menstrual. Consiste en una copa pequeña y flexible hecha de goma o silicona, tiene forma de embudo y se inserta en la vagina para atrapar y recoger el líquido del período.
Las copas pueden recoger más sangre que cualquier otro método, lo que lleva a muchas mujeres a usarlas como una alternativa ecológica a los tampones e íntimas, y dependiendo del flujo, puedes usar una copa hasta por 12 horas. Además, ¡tienen una duración de hasta 10 años! ¿Sabes todo lo que ahorras en íntimas y tampones en 10 años?
La mayoría de las usuarias, con solo un vistazo les parece incómoda la idea de introducir ese objeto en su vagina... ¿qué puedo decir?. El primer intento fue incómodo sí, la incertidumbre de, si entra, ¿saldrá? ¿será absorbido por mi cuello vaginal? O si sencillamente, ¿sabré como sacarla? Todo eso me lo preguntaba una y otra vez mientras me la ponía, según instrucciones.
En el momento de sacarla, cómo temía, toda la teoría se desvaneció, no había posición en la cual me la pusiera que me permitiera sacarla después y además, ya estaba nerviosilla. Paré unos minutos, conservé la calma y en un último intento, ¡lo logré! Todo fue producto del nervio y claro, la teoría mal aplicada.
Los días próximos mejoró mi desenvolvimiento con la copa, cada día y cada período más fácil.
Llevo 4 años usándola, no tengo quejas, tengo una vida sin preocupaciones al respecto. Si respeto los cambios, no se desborda nunca. Realizo cualquier tipo de actividad, desde andar en bici, disfrutar de piscinas y playas, hasta hacer deporte.
Cada vez que tengo la oportunidad, hablo con mis amigas sobre ella, lo mismo si me topo con estudiantes de pre y secundaria, aunque aún existen montones de prejuicios al respecto. Muchos de los comentarios que recibo de féminas que no la han usado giran en torno a:
De seguro es incomodísimo; me da asco ponerla; es un problema conseguirla; ya estoy acostumbrada a las íntimas/tapones...
A lo que yo respondo:
¿Incómodo? Solo en el momento en que te la pones. ¿Asco? Son tus fluidos y es lo más natural del mundo. ¿Conseguirla? Es cierto, lamentablemente no se venden en los establecimientos estatales, producto del propio desconocimiento; aún así, cada vez hay más personas que las comercializan. ¿Costumbre? No sabrás todas la de cosas que puedes hacer sin preocuparte.
Si tienes la oportunidad, ¡atrévete!
Género
Para las mujeres contar con servicios de cuidado para sus hijas e hijos es un derecho que protege otros, como la autonomía económica y la participación en la vida pública Lirians Gordillo Piña - Red Semlac / Foto: S...
La inclusión de la perspectiva de género en los ámbitos de la comunicación y el emprendimiento es una estrategia fundamental para potenciar la innovación y la sostenibilidad empresarial Lisandra Ronquillo Urgell&eac...
Cubavisión Internacional.- Sobre la lucha contra el racismo y la discriminación racial estaremos hablando en esta emisión de Agenda Cuba....
Lo último
La Columna
La Revista