Por Edmundo García*/Foto Virgilio Ponce -Martianos-Hermes-Cubainformación-Cubasolidaridad.-

ENTREVISTADO: Dra. en Ciencias Médicas Romy Aranguiz

RESUMEN BIOGRAFICO: Romy Aranguiz, cubana de origen, habanera, llegó a Estados Unidos en el 2002 y actualmente reside en Massachusetts. Cursó estudios de medicina en Cuba y se graduó en Ciencias Médicas en Estados Unidos en el año 2005. Es integrante del grupo Cuban Americans for Engagement (C.A.F.E.).


-EDMUNDO GARCIA: Hoy tengo un programa sui generis. Generalmente en este programa comparecen personas de amplia experiencia en las materias que se abordan, sin embargo, hoy he invitado a una muchacha, de apenas 33 años, de origen cubano, cubanoamericana, médico, residente en este momento en el estado de Massachusetts, emigró a Estados Unidos, había cursado estudios de medicina en Cuba, no los terminó y finalmente se gradúa aquí en Estados Unidos en el año 2005. Llama la atención que esta muchacha, que se llama Romy Aranguiz, además de la profesión de médico, que requiere una gran cantidad de tiempo, energía y dedicación, está interesada en los temas que tienen que ver con las relaciones Cuba-Estados Unidos, con el objetivo de un mejor acercamiento, de una mejor búsqueda de entendimiento entre ambos países. Actualmente está vinculada a un grupo de nueva formación que a muchos, tanto por aquí, como por allá, les despierta curiosidad. Toman el nombre de la palabra CAFÉ (Cuban Americans for Engagement). Allí se encuentran otros, como uno que comparece en este programa con regularidad que es el profesor Arturo López-Levy, y hay otros integrantes. Por sugerencia de esos integrantes, probablemente porque sea “la benjamina” del grupo, la más joven del grupo, me pidieron que tuviera en el programa a Romy Aranguiz. Yo no sé si esta es la primera comparecencia en los medios de Romy, pero yo le doy la bienvenida. Gracias Romy por estar aquí en “La tarde se mueve” por una primera vez.

Romy Aranguiz/Martianos-Hermes

-ROMY ARANGUIZ: Muchas gracias por haberme invitado. Un saludo para ti y para todos los que te escuchan.

-EG: ¿Esta es tu primera vez en medios de comunicación?

-RA: Bueno, si me pongo a pensar, hace muchos años cuando era una niña estuve en un programa de televisión, participativo, tenía apenas cinco años; creo que fue la única experiencia aparte de esta.

-EG: Romy, tienes 33 años. Y naciste en Cuba, en La Habana.

-RA: Nací en Cuba, en La Habana. Nací en El Vedado pero casi no viví en él; mi familia se mudó para Playa cuando yo tenía apenas 10 meses.

-EG: Romy, cuándo tú emigras a Estados Unidos.

-RA: En marzo del 2002.

-EG: Cumpliste diez años aquí y en diez años te has hecho médico en Estados Unidos.

-RA: Sí, en diez años terminé la carrera, hice una especialidad y ahora estoy haciendo otra.

-EG: Romy, ¿bajo qué estatus emigras tú a Estados Unidos?

-RA: Pues yo emigré de forma legal, parte de mi familia vive desde hace mucho en los Estados Unidos, mi padre, mis hermanos paternos, primos. En realidad nunca quise venir a los Estados Unidos cuando era más joven; mi familia trató de sacarme varias veces pero la verdad es que vine a los Estados Unidos porque estaba casada con una persona que tenía ese sueño, ese anhelo, y finalmente se ganó el sorteo de visas del año 1998, que mucha gente se lo ganó. Yo, bueno, en esa época yo era su esposa y vine con él.

-EG: Entonces llegaste aproximadamente con 23 años.

-RA: Sí, acababa de cumplir los 23 años exactamente.

-EG: Y en ese momento cuando tú emigras, estabas estudiando medicina en Cuba.

-RA: Estaba estudiando en el quinto año de medicina; casi era médico ya.

-EG: Entonces no tuviste ningún contratiempo para que pudieras emigrar. No te habías graduado y pudiste emigrar.

-RA: Sí, hubo muy pocos contratiempos, un poco de resistencia para darme la baja porque no podían entender cómo era posible que yo quisiera pedir la baja estando ya en quinto año; pero al final todo funcionó bien. En esa época no habían los problemas que hay hoy en la actualidad en ese sentido y no tuve en realidad grandes contratiempos.

-EG: ¿Y la base de estudios de medicina que habías adquirido en Cuba te sirvió aquí para retomar tu carrera y sacar tu titulo aquí en los Estados Unidos?

-RA: No solo me sirvió, yo era casi médico ya. Había hecho casi cinco años de medicina. La carrera de médico en los Estados Unidos, para los que no lo saben, en realidad son cuatro años, lo que ellos hacen lo que le llaman “el pre-médico” de dos años antes de entrar en la carrera de medicina. Nosotros hacemos 6 años en Cuba, o sea que es casi equitativo. Yo había terminado casi mi quinto año de medicina, por supuesto que tuve que hacer otros créditos para graduarme, pero fue más que algo que me haya servido: yo considero que me hice médico en Cuba.

-EG: Hacia ahí iba mi pregunta, o sea, si la base educacional que tú recibiste en Cuba era lo suficientemente sólida como para poder anclarte en ella y desde ahí proyectarte a la búsqueda de tu título en Medicina en los Estados Unidos.

-RA: Yo en mi experiencia he estado muy cercana al mundo académico de la medicina en este país desde que llegué y creo que la mayoría de las personas cuando tú les dices que vienes de la escuela cubana de Medicina tiene muy buena opinión de los médicos y de la institución académica como tal. Si ha habido algunos cambios en los últimos años no lo se porque yo he estado fuera de Cuba, hasta el momento que yo estuve allí, yo creo que la educación médica cubana es excepcional; es comparable con la educación de cualquier país desarrollado. El programa es más similar a los de Europa que a los de aquí, pero en esencia las asignaturas son muy similares.

-EG: Bueno Romy, ahora te voy a tirar un cambio de velocidad. Generalmente yo no aviso eso, pero agudiza que te voy a tirar un cambio de velocidad. (Risas) ¿Qué opinión te merece el programa, que aún está vigente, impulsado durante la administración del ex Presidente Bush Jr., a solicitud de los Congresistas cubanoamericanos, propuesto y escrito por el Coronel Emilio González, entonces miembro del Consejo de Seguridad Nacional, posteriormente Director de Emigración de los Estados Unidos, para que los médicos cubanos que cumplen misiones internacionalistas, de salud, en país de África, Asia… tengan la posibilidad de desertar, y sean estimulados a desertar de esas misiones, ¿qué te parece esa intencionalidad del gobierno norteamericano hacia las misiones medicas cubanas?

-RA: Para los que no lo saben, de lo que tú estás hablando es del Cuban Medical Professional Parole, que es su nombre en inglés y que fue establecido con el objetivo de que el personal médico que está estacionado en diferentes países deserte, y se propone ayudarles a llegar a los Estados Unidos con la condición de refugiados. Te voy a decir algo, ante todo yo soy médico y no soy política, yo me he inmiscuido en estos temas en los últimos tiempos y estoy muy interesada en el problema de Cuba, y estoy muy interesada como cubanoamericana que soy en mejorar las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos, y te digo que cualquier cosa que obstaculice ese mejoramiento de relaciones no creo que sea beneficioso para ninguno de los dos países, ni para los países que están en el medio; o sea para los países a los cuales Cuba envía médicos a trabajar. Lógicamente todo esto tiene muchas aristas, hay diversas opiniones, y a mí me gusta siempre escuchar a todo el mundo y me gusta escuchar sobre todo a los que han pasado por la experiencia de pasar por misiones médicas en otros países, como son muchísimos de mis amigos, y bueno, en esencia es difícil decir que un programa que de cierta forma proyecta hostilidad es algo bueno, pero definitivamente muchas personas se han beneficiado. Ahora, el programa solamente es para viajar, no para garantizar trabajo a los médicos; yo pienso que si estas personas llegan aquí pensando que se les va a facilitar el lograr sus objetivos, a revalidar o hacer su “board” o como quiera que se le llame, no es así. Para todos los que llegan a este país con la condición que sea, a todo el mundo le toca lo mismo, no importa si eres cubano, mexicano o de otro país. Yo pienso que cosas como las que pasaron en Haití, que iba a haber una colaboración entre Cuba y Estados Unidos, donde Estados Unidos iba a poner los medios y Cuba iba a poner el personal, y no pudo llevarse a cabo por el problema ese del Cuban Parole para los médicos, pienso que fue una oportunidad que se perdió para demostrar que Cuba y Estados Unidos sí pueden hacer cosas juntos sin que se acabe el mundo, y más que nada ayudar a esa pobre gente de Haití que había acabado de pasar por el tremendo terremoto, y por las demás cosas que se sabe vienen después del terremoto, todas las epidemias que había y que todavía hay allá.

-EG: Te voy a reformular la pregunta. Tú entiendes que los médicos cubanos van a donde no van profesionales de prácticamente ningún otro lugar del mundo; o sea, imagino que eres una persona informada y que leíste que The New York Times reportó que fueron los médicos cubanos, aún exponiendo sus vidas, quienes lograron controlar el brote de cólera en Haití. Tú me imagino que sabes que en lugares remotos y zonas intrincadas del África, donde no van ni los propios médicos nacionales, allí permanecen brigadas médicas cubanas en condiciones difíciles; como sucede también en muchos lugares de América Latina o en Asia; que incluso misiones cubanas de emergencia son las primeras en brindarse para asistir durante catástrofes naturales, ya sea un Tsunami en Asia, ya sea el Huracán Katrina, ya sea el ataque terrorista de 9-11 en Nueva York. O sea, esa disponibilidad de los galenos cubanos y de la salud pública cubana, ¿tú eres consciente de ella?

-RA: Lógicamente…

-EG: Ahora, qué opinión te merece que para una actitud de ese tipo, y solo para los médicos de ese país que hace esos trabajos, el gobierno de la primer potencia mundial, diseñe un traje a la medida para que abandonen esas misiones con el aliciente de venir a Estados Unidos; que abandonen esos pacientes, que abandonen esos principios hipocráticos, ¿te mueve esto a una reflexión?

-RA: Como te dije antes, yo soy médico antes que política, y definitivamente el abandono de una misión es complicado, pone peso en el resto del personal y definitivamente si en la misión cada cual tiene su tarea, si creas un grupo y hay un especialista de cada cosa o dos especialistas de cada cosa, definitivamente se afecta más que nada el personal de la misión y se afecta la gente que se supone va a ser beneficiada con esa misión. Te voy a decir algo, el asunto de los médicos cubanos es bastante complicado; los médicos cubanos son el centro de atención sencillamente porque son ellos los que están siendo enviados a otros países; te voy a decir que estoy orgullosa de que los profesionales cubanos estén ayudando en otros países, es una salvedad que quiero hacer; pero lo que te estaba diciendo es que los médicos cubanos están siendo el centro de la atención porque son ellos los que están siendo enviados, si se estuvieran enviando arquitectos a construir puentes a los países, entonces el programa fuera para arquitectos, y es así lo que está sucediendo. Los médicos cubanos están en el centro.

-EG: Vamos a desmenuzar esto, vamos a una pregunta directa: ¿Te parece ética la actitud del gobierno de los Estados Unidos mantenida incluso por la administración Obama?

-RA: No. No me parece que sea ético que se hagan ese tipo de cosas.

-EG: Ahora empezamos a entendernos y a llegar a conclusiones importantes. Yo creo que si fueran arquitectos de Tailandia que van a construir puentes; o médicos de la isla de Creta que van a asistir a otras personas, el gobierno de Estados Unidos no tendría un programa de deserción. Este es un programa político que afecta una labor humanitaria y que en mi opinión, y en eso coincido contigo, es muy poco ético de la primer potencia mundial semejante actitud; me parece violatoria de muchas cosas que deberían defenderse en el mundo.

-RA: Yo pienso que necesitamos un balance en ese sentido. Las veces que yo he tenido la oportunidad de estar en Washington, en la oficina allá en Washington, y he podido conversar…

-EG: ¿En qué oficina?

-RA: En la Sección de Intereses de Cuba en Washington. Yo he estado allá y he conversado con los funcionarios; siempre he planteado este tema, porque pienso que el problema humano se está dejando a un lado en esta situación y no se está considerando que en el medio de todo esto hay personas y hay gente que está sufriendo; gente que no tiene culpa del problema y que sí, que quizás en un momento determinado tomó una decisión… pero eso no tiene por qué afectarlo el resto de su vida, no tiene por qué ser un castigo y hay situaciones en las cuales deberían hacerse ciertas consideraciones. La primera vez que estuve allá, que estuvimos en la reunión con el embajador Bolaños, yo le pedí que se analizaran los casos. Yo tengo muchas amistades que no han podido ir más a Cuba, tengo algunos que tienen toda su familia allá, tengo algunos que tienen familia que no pueden viajar a los Estados Unidos por razones de enfermedad o porque están muy ancianos, tengo un amigo que el familiar que está allá está inválida y él no ha podido verla más, a su hermana; y por supuesto que cuando tú analizas esas cosas particulares es difícil decir que bueno, no, porque desertaron esto es lo que les toca, ellos lo sabían, es muy difícil hacerlo así; hay situaciones en las cuales… he conocido familias que han quedado separadas por años, porque el médico ha decidido salir del país, y no tienen que ser médicos recién graduados, médicos que llevan 20 años trabajando, médicos que han dedicado gran parte de su vida a trabajar en Cuba y al beneficio del país que los graduó, que los formó como médico, sin embargo en un momento dado toma la decisión de irse del país, porque esa decisión es individual y cada cual tiene el derecho de vivir donde crea que es mejor, es mi criterio, y la familia ha salido del país y los médicos se han quedado atrás cinco, seis, siete años esperando, cuando logran salir a veces no tienen ya ni familia, muchas veces el cónyuge, porque han sido tantos años, ha seguido su vida, y cosas así, y es definitivamente una situación que cuando tú dices, bueno, este programa de parole está muy mal, la gente te dice: sí, pero entonces es que los médicos de ninguna manera pueden salir de Cuba, los médicos no tiene el derecho de pedir su salida como otro ciudadano; además, hay muchos otros profesionales que se quedan en misiones y están un tiempo sin poder ir a Cuba, pero eventualmente se les deja volver, con los médicos no hay ninguna salvedad, hasta este momento. Creo que el embajador Bolaños me mencionó un caso de alguien que tenía una enfermedad terminal, el médico, y lo dejaron volver a Cuba porque quería morir en Cuba, cosas así extremas, pero el caso de mi amigo no es analizable, no hay alguna cosa que se pueda hacer por él. Y es triste, porque son personas y hay gente del otro lado que también está sufriendo.

-EG: Romy, y en general, qué respuesta te dio el embajador Bolaños al tema, en general.

-RA: El embajador Bolaños, que yo perfectamente lo entiendo, me habló del programa que estamos hablando, del Cuban Medical Professional Parole, y me dijo que mientras esa ley existiera, y mientras el gobierno norteamericano siguiera incitando a los profesionales de la salud a salir de esa forma, a abandonar misiones, pues que Cuba iba a tener ese tipo de política, de no dejar entrar a los médicos, que nosotros debíamos tratar de hacer algo en ese sentido. El problema es que los médicos son los que están en el medio del juego, y cuando hablo de los médicos hablo de los dentistas, de todo el personal de la salud.

-EG: Tú, con la misma convicción y decisión que defendiste estas ideas que has expuesto ante una figura importante, representante del gobierno cubano en los Estados Unidos, como el embajador Jorge Bolaños, de esa misma forma, ¿tú tratarías de explicarle al gobierno de los Estados Unidos, si se te da la oportunidad, que no es ética su política de deserción para los médicos cubanos y que debería retirarla?

-RA: Los primero que yo les diría a ellos es que ellos han mostrado este programa como un programa que defiende los derechos humanos, y no se puede considerar así, porque tú estás logrando que personas abandonen misiones humanitarias, por tanto, tú estás afectando la salud de esa gente que se suponía se iba a beneficiar de ese médico que estaba trabajando allí, o sea, estás afectando los derechos humanos de esas personas. En ese sentido creo que es bastante ilógico el programa. Y eso es lo que le diría a cualquier funcionario en el gobierno americano si tuviera que sentarme con algunos de ellos a discutir sobre este tema, si tuviera esa oportunidad; lógicamente yo pienso que es un programa algo hipócrita en ese sentido, porque están vendiendo una imagen que en realidad no es, porque, ¿defender los derechos humanos de quién? ¿De los que se ven afectados, porque suponían que el médico iba a llegar hasta allí y darle asistencia médica a esa persona que nunca la ha tenido o le es muy difícil obtenerla? Bueno, es difícil de verlo así, es sencillamente una maniobra política más y lamentablemente es el personal de la salud cubano el que está siendo atacado en ese sentido porque está en el medio de los dos países. Yo no me veo afectada por esa situación, mi situación es muy diferente, pero el día que haya que tener conversaciones me gustaría que se le preguntara a esa gente que ha sufrido por esa situación, que se tomara en cuenta qué es lo que piensan. Tú mismo has dicho muchas veces de gente que ha escrito, porque cuando llegan a los Estados Unidos no logran sacar su carrera y tienen que trabajar como asistentes de enfermería… y se les hace muy difícil; toda esa gente tiene que ser tomada en cuenta.

-EG: Pero tú sabes qué cosa es rara Romy, antes de continuar en el tema, pero ya que hiciste esa salvedad, muchos de ellos tienen miedo, en Estados Unidos, contar sus experiencias públicamente. ¿Qué te parece eso?

-RA: Bueno, es un problema que nosotros afrontamos frecuentemente, cuando tú hablas con las personas sobre este tema de hacer lobby, de ir a ver a su Representante, de hacerse notar, de hacerse sentir, de decir qué es lo que piensan al respecto, la gente tiene mucho miedo. No estoy muy segura, mi familia vive en Miami hace muchos años y yo sé que en el pasado, personas que tenían una actitud más hacia el centro, digamos, fueron atacados y se dieron casos incluso con la revista “Réplica” y cosas así, que hubo incluso actos de violencia, y te digo, hay gente que tiene miedo, hay gente que ha heredado ese miedo, como se han heredado muchas otras cosas en Miami, la gente ha heredado el miedo y ha heredado el odio. Mucha gente tiene este odio, y yo creo que ni siquiera saben por qué es, porque no conocen exactamente a lo que le tienen odio. Esto es algo generalizado entre la comunidad… bueno, tú mismo lo estás diciendo.

-EG: Cuando tú dices que lo han heredado… ¿de dónde viene la herencia?

-RA: Bueno, son cosas que se han heredado de generación en generación, pienso yo.

-EG: Romy, ¿a ti te ha dado alguna vez un dolor de muela rabioso?

-RA: Bueno, no me ha dado un dolor de muela porque yo tengo muy buena dentadura, pero me han operado los cordales y es bastante terrible.

-EG: No, pero, ¿tú has visto a alguien con un dolor de cordal, rabiando del dolor?

-RA: Claro, claro…

-EG: Imagínate Romy que te pase eso a ti en el medio de la selva de la Amazonía, donde no hay dentistas, y aparece un dentista que te va a resolver ese problema. ¿Tú le preguntas si es mahometano, si es taoísta, si es musulmán, si es comunista, si es hegeliano de izquierda; tú le preguntarías por filosofía, ideología o credo al tipo que te va a resolver ese problema?

-RA: Lógicamente que no, y te voy a poner un ejemplo de cuando el terremoto de Haití. Yo me encontraba en ese tiempo en Washington y me recuerdo que vimos todos los reportajes de la CNN y nos llamó muchísimo la atención que la Brigada Médica Cubana, que ya estaba en Haití cuando pasó el terremoto, ni siquiera se mencionó. Se mencionaron todos los países que llegaban con ayuda, por supuesto Estados Unidos fue el gran héroe, y la Brigada Médica Cubana quedó en el olvido; nadie dijo aquí están los cubanos, aquí estaban los cubanos y aquí estarán los cubanos; porque el resto se fue y se quedaron los cubanos. Yo tengo amigos que trabajaron en Haití, de antes del terremoto, y es terrible la situación allá. Eso me llamó muchísimo la atención, que se haya olvidado por completo estando la Brigada Médica Cubana allí; es increíble, es bastante molesto eso, me sentí muy frustrada con esa situación. Pero cuando tú hablas con gente de esos países, yo he hablado con haitianos, tengo una amiga que hizo la residencia conmigo en New Jersey, ella es haitiana y perdió parte de su familia en el terremoto, ella estaba en New Jersey en esa época y voló para allá a ayudar, y cuando regresó, me dijo: “No te imaginas cuanto yo le agradezco a Cuba que esos médicos estuvieran allí. El personal médico cubano no le tenía miedo a nada, estaba donde debía estar y nosotros le estamos eternamente agradecidos a ellos”. Y eso fue un orgullo para mí, definitivamente, el que no se sienta orgulloso de eso, el que va más allá de la razón humanitaria que hay detrás de todo eso, yo creo que no está bien; porque para la persona humana, ayudar y hacer el bien es lo primero que debe ser importante; no sencillamente porque están representando a cierto país, donde hay cierta ideología, en donde hay cierto gobierno, entonces no mencionarlos, no darles honor a quien honor merece, es un problema.

Romy Aranguiz/Matianos-Hermes

-EG: Romy, ¿viajas a Cuba? ¿Has regresado muchas veces?

-RA: Sí, he ido bastantes veces a Cuba.

-EG: ¿Con qué frecuencia vas?

-RA: Bueno, en dependencia… yo he vivido en muchos lugares y cuando estoy más lejos me cuesta más trabajo ir. En los años que estuve viviendo en Miami fui tres veces, después cuando viví en New Jersey el primer año no pude ir por el trabajo más que nada, porque las residencias o especialidades médicas son muy duras. Después traté de ir en los próximos años. En el tiempo que volví a Miami, cuando terminé la especialidad viajé tres veces a Cuba y ahora recientemente fui a la visita del Papa porque soy católica.

-EG: ¿Y disfrutas tus visitas a Cuba, qué sientes cuando regresas a Cuba, qué haces?

-RA: Para mí regresar a Cuba siempre es una alegría y es una ilusión tremenda; yo nunca he perdido esa cosquillita cuando estoy llegando y veo la tierra, yo sí lo describo: “cuando empiezo a ver la tierra ‘colorá’ y las palmas verdes”. Esos colores así no los he visto en ninguna otra parte. Siempre me siento emocionada, me siento muy alegre cuando llego y muy triste cuando me voy. Y la paso muy bien, me queda poca familia en Cuba pero me queda familia importante. Mi mamá y mi abuela viven ahora en Cuba; mi hermano pequeño todavía estaba allá hasta hace muy poco, hasta hace un año y medio y está ahora aquí conmigo; bueno, no conmigo porque él está en Miami; quiero decir en Estados Unidos. Me quedan muchas amistades, me queda un primo, me queda la gente del barrio, mi esposo también es de mi barrio, somos de la misma zona y entonces tenemos mucha gente en común.

-EG: ¿Tu esposo es médico también?

-RA: No, mi esposo no es médico, es economista.

-EG: ¿Tú sabes bailar casino?

-RA: Sí, y muy bien, modestia aparte.

-EG: ¿Cuál es tu percepción, en el tiempo que viviste en Miami, del ambiente social que se vive en esta ciudad?

-RA: Miami es una ciudad de varios mundos. Este es un tema del que hemos hablado mi esposo y yo muchísimo, en los tiempos en que hemos vivido allá. Miami es una ciudad que está dividida principalmente en tres mundos: el mundo americano, el mundo latino y el mundo de los cubanos; que son la mayoría.

-EG: Háblame del mundo cubano.

-RA: Es difícil vivir el mundo cubano; es difícil vivir allá porque la gente está dividida por el asunto de la política pero al mismo tiempo me gusta porque uno siempre se siente mejor cuando está cerca de lo suyo. Y allá tengo toda mi familia, allá pienso volver, porque para mí la familia es lo más importante, y ver crecer a mis sobrinos y estar cerca de Cuba es lo más importante.

-EG: ¿Te gusta el beisbol?

-RA: Sí, claro.

-¿Y a qué equipo tú le vas aquí en Estados Unidos?

-RA: A Industriales… ¡Ah!, ¿en Estados Unidos? A… a los Yankees.

-EG: Bueno, tú sabes que yo soy avileño.

-RA: Estás muy mal…

-EG: Bueno, aunque yo era industrialista, ahora me salió la pequeña patria.

-RA: Vamos a ver, vamos a ver qué pasa…

-EG: Háblame un poco de qué es el grupo “CAFÉ” (Cuban Americans for Engagement) este en el cual tú participas.

-RA: Nosotros somos un grupo, la mayoría son académicos, somos todos cubanoamericanos, excepto uno que es americano de origen; hay una muchacha que es cubanoamericana, pero es nacida en los Estados Unidos, los demás somos nacidos en Cuba. Nos reunimos porque todos tenemos las mismas inquietudes, del acercamiento entre los dos países, estamos muy preocupados por el problema de los viajes familiares, que veo que son atacados constantemente. Pensamos que la nueva voz del “exilio”, porque estamos seguros de que hay muchos cambios… no me gusta decirle “exilio”, déjame volver hacia atrás: la nueva voz de la “emigración cubanoamericana” debe ser escuchada también y debe ser tomada en cuenta. Pienso que las cosas en Miami últimamente están cambiando mucho en ese sentido y las encuestas lo están dejando ver muy claramente, que muchas personas están ya a favor de que se normalicen las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos; y es lógico, mucha gente tiene familia en Cuba, mucha gente quiere viajar a ver a su familia y pienso que esas son cosas que se deben tener en cuenta a la hora de tomar decisiones, a la hora de empujar por ciertas políticas.

-EG: ¿Y qué hace el grupo CAFÉ?

-RA: CAFÉ más que nada quiere llegar hasta… de hecho lo hicimos: llegamos hasta Washington, fuimos y conversamos con varios senadores, estuvimos en las oficinas de varios senadores incluyendo la oficina del Senador Marco Rubio y le dejamos saber nuestras inquietudes, le dejamos saber lo que ya es una voz bastante fuerte porque es numerosa en la comunidad cubanoamericana, que como le dijimos a ellos no es monolítica, no tiene una sola idea, tiene diversas ideas y digamos que quizás somos mayoría, y tiene que haber cierto acercamiento y cierta apertura con Cuba.

-EG: Independientemente de que consigan los votos, ¿tú crees que los congresistas cubanoamericanos electos son legítimos representantes de toda la gama de componentes de la comunidad cubanoamericana?

-RA: Bueno, la cosa es que ellos han sido elegidos democráticamente y están en sus puestos porque han sido elegidos y eso no se puede discutir; han sido elegidos durante años y años, están ahí, reconozco que han hecho cosas por la comunidad cubanoamericana, nos representan en cierta medida; no representan esta nueva voz, la voz que quiere el acercamiento y la apertura, no lo hacen; pero eso se soluciona. Digamos que los cubanoamericanos tenemos que salir más a votar, tenemos que tener una labor más activa en ese sentido, pienso que la mayoría de las personas que votan en la Florida son personas que llevan muchos años votando, y que por eso es que estos representantes han salido una vez tras otra. Y la nueva generación tenemos que empezar a votar, tenemos que empezar a interesarnos.

-EG: Pero, ¿hay que salir a votar para mantenerlos o para sustituirlos?

-RA: Tenemos que salir a votar para tener personas allí que nos representen. Yo tengo mi opinión al respecto, yo quiero seguir yendo a Cuba, yo quiero seguir comunicándome con mi familia, quiero seguir mandándoles dinero, quiero seguir yendo a ver incluso a mis amigos; suponte que mi familia ya no exista, que venga a vivir aquí… y yo quiera seguir yendo a Cuba porque mis amigos están allá, yo quiero que se me reconozca ese derecho.

-EG: Pero todos ellos están en contra de eso.

-RA: Yo lo sé. Ellos a mí no me representan; yo soy una sola persona…

-EG: Romy, entonces a qué debemos salir a votar, a sustituirlos, ¿no?

-RA: Exacto. Esa es mi opinión. Si somos mayoría la única forma en que se va a lograr que nuestra presencia exista es saliendo a votar por quienes nos representen. Además, recuerda que no todos los cubanos viven en Miami. Los cubanos están concentrados en esa área del sur de la Florida en su mayoría, pero también hay cubanos en New Jersey, en Nueva York, en Massachusetts, en Colorado y ellos tienen representantes diferentes.

-EG: Además de lo que ya hicieron, ¿cuáles son los próximos pasos de este Cuban Americans for Engagement (CAFÉ)?

-RA: Tenemos planes de volver a ir a Washington; tenemos planes para septiembre, quizás, no estamos muy seguros todavía de lo que va a pasar, pero quizás vayamos a la Conferencia Republicana, pero todo eso son planes por ahora. Más que nada queremos movilizar la opinión, queremos llamar a la gente a entender un poco esta situación; por lo que yo te estaba diciendo: no vale de nada que pensemos de una forma si no hacemos algo activamente, si no votamos, si no ayudamos a que las personas que quizás nos representen mejor logren un puesto en la cámara o en el senado. Si no logramos eso entonces nuestra voz nunca va a ser representada en Washington y la voz que va a ser representada es la voz que ya se está volviendo minoría.

-EG: ¿Tu esposo Andrés piensa como tú?

-RA: Mi esposo y yo tenemos ideas muy similares en este sentido. El también fue a Washington como miembro de CAFÉ.

-EG: Hay muchos tópicos que se discuten en el tema del ya largo diferendo entre Cuba y Estados Unidos; entre esos tópicos, si tú tuvieses que comenzar a abogar por una solución, ¿cuál escogerías primero y por qué?

-RA: Yo pienso que lo más importante es defender los viajes familiares; los viajes académicos, las aperturas de Obama para los “people to people travels” son cosas que se deben defender. Lo más importante para mí serían los viajes familiares, pero que no se limite el concepto de familia. Yo pienso que para los americanos es igual que para nosotros, no pienso que para ellos sea diferente; pero para nosotros la familia no es mamá, papá, hermano e hijos, la familia para nosotros es también tíos, primos; muchas personas son huérfanas y pudieron ser criadas por su tía, en el tiempo de la administración Bush tú no podías ir a Cuba a ver a tu tía porque bajo el concepto de familia en el que estaba establecida la ley, la tía no era un familiar primario y mucha gente pasó por esa situación; o sea, que se debe defender eso más que nada; porque separar a la familia cubana no creo que tenga nada que ver con un cambio o cualquier cosa que se esté defendiendo de alguna manera. La familia es la familia y la política es la política.

-EG: O sea, que se mantenga esa posibilidad de viajar sería tu principal tópico a destacar. ¿Y de los que no están conseguidos tendrías alguno?

-RA: Yo tengo uno que lo abarcaría todo, quizás demasiado grande...

-EG: ¿Cuál es?

-RA: Yo pienso que todo esto va a terminar o por lo menos se va a resolver muchísimo el día que una administración decida quitar el embargo. El embargo es una piedra que está en el medio, ahí en el estrecho de la Florida y no nos deja avanzar para ningún lado.

-EG: Tú estas a favor de eso.

-RA: Por supuesto, yo estoy a favor de que termine el embargo; claro que hay caminos para llegar ahí.

-EG: Romy, ¿tú apruebas el matrimonio gay?

-RA: Sí.

-EG: ¿Qué te parecería un canje entre Alan Gross y Los cinco luchadores antiterroristas cubanos?

-RA: Me parece que va a resolver muchos de los problemas que tenemos. A mí me gustaría ver normalizadas las relaciones y pienso que en ambos casos han sido víctimas de coyunturas políticas determinadas y que en cierta forma han sido usados y que es doloroso lo que está pasando en ambos casos.

-EG: ¿Qué opinión tienes de Fidel Castro?

-RA: Lo que te puedo decir de Fidel Castro es que definitivamente es una figura que ha marcado un momento en la historia de Cuba y que eso siempre se le va a reconocer; la historia de Cuba es un antes y después de Fidel Castro, fue el cambio más dramático digamos, probablemente, no sé lo que pasará en el futuro. Pienso también que hay grandes diferencias entre él y su hermano Raúl; las medidas que está tomando Raúl mucha gente las ve de forma pesimista, yo siempre las he mirado con optimismo, en ese sentido pienso que puede haber un mejoramiento de las relaciones en tiempos de Raúl, que pueda venir la reforma migratoria de que tanto se ha hablado, las reformas económicas que se han hecho en Cuba son beneficiosas para el pueblo cubano, que es lo que más me importa a mí, que el pueblo se beneficie. Lo demás puede esperar, el beneficio del pueblo es lo más importante, no importa quien lo haga, no importa cómo se logre; lo importante es que la gente salga mejor de todo esto.

-EG: Romy, ha habido muchos escollos, y los Republicanos están haciendo todo lo posible porque no progrese la reforma de salud del presidente Obama o el “Obamacare”, incluso lo han llevado a la Corte Suprema. ¿Tú tienes una opinión sobre eso?

-RA: Yo estoy muy de acuerdo con la reforma de salud, yo la apoyé desde el principio, muchos médicos lo han hecho, no son la mayoría, pero estoy de acuerdo, yo soy médico pero he sido paciente y sé lo que es estar sin seguro médico en este país.

-EG: ¿Cómo ves tú la situación de que un país como este, con la riqueza que tiene, pues tenga estándares de cuidado de salud por debajo de otros muchos países?

-RA: Es increíble que otros países que quizás no tengan una economía tan fuerte sean capaces de tratar de garantizarles los servicios de salud a su población, y sin embargo los Estados Unidos no lo hacen. El estado de Massachusetts es un poco diferente, mucha gente no lo sabe, pero en tiempos del gobernador Mitt Romney, candidato Republicano, aquí se pasó una ley garantizando el seguro médico, es decir, en cierta forma la medicina en Massachusetts es socializada. Cuando la persona no puede pagar, el gobierno subsidia parte del seguro; eso lo pasó Mitt Romney, a pesar de que él ahora está en contra del “Obamacare” o a pesar de que él ahora dice, esa es su disculpa, que ese plan sirve para Massachusetts pero no para el resto de los estados. A mí me gustaría preguntarle si él piensa que en los demás estados las personas no se enferman.

-EG: ¿Tú crees que Romney ganará el estado de Massachusetts?

-RA: No lo creo, el estado de Massachusetts generalmente se ha caracterizado por votar Demócrata. Es un estado que tiene mucha fama de ser progresista en muchos sentidos y generalmente vota Demócrata. Pueden pasar cosas inesperadas a veces, pero creo que votará por Obama.

-EG: Me ha gustado mucho que participaras en el programa, me gustaría en un futuro volverte a invitar para que participes sobre distintos tópicos.

-RA: No quisiera despedirme sin invitar a las personas de la Florida y del resto del país, incluso estamos llegando de tratar a los americanos, porque con un mejoramiento de las relaciones se va a favorecer el pueblo de Cuba pero también se van a favorecer los americanos, mucha gente está a favor de eso, a favor del intercambio, y quería decir que tenemos un webside que es www.cafeporcuba.com y que ahí tenemos muchas de las cosas que hemos hecho hasta ahora y algunos de los planes.

-EG: Un saludo Romy, espero contar contigo en próximos programas y me gustó mucho que participaras. Muchas gracias.

*Edmundo García periodista cubano residente en EE.UU., conductor del programa "La Noche se Mueve".

Fuente: Martianos-Hermes-Cubainformación-Cubasolidaridad

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