Norelys Morales Aguilera|ISLA mía.- “Cuando la hipocresía comienza a ser de muy mala calidad, es hora de comenzar a decir la verdad.”, pero siguiendo la frase de Bertold Brech la calidad de la hipocresía no ha tocado fondo en lo referido a la prisión instalada por Estados Unidos en la ilegal Base Naval de Guantánamo.
Y, no es que no se haya dicho la verdad por las más variadas instituciones y personas de todo el mundo, solo que los poderosos han hecho de la hipocresía el súmmum de la política.
Si se quiere hallar un sitio donde se torture en Cuba está en la Base Naval de Guantánamo. Detalle significativo que olvidan los hipócritas de la Unión Europea que “se preocupan por los derechos humanos” en la Isla o en el gran congreso de los Estados Unidos de Norteamérica.
Obama no ha hecho el mejor esfuerzo que digamos, tomando en cuenta que el cierre de Guantánamo fue una promesa electoral que intentó cumplir al inicio de su primer mandato, pero, luego promulgó una ley que autoriza la detención militar indefinida sin juicio para sospechosos de terrorismo.
El presidente no pudo cerrar Guantánamo porque “significaría el reconocimiento de las violaciones de derechos humanos en la cárcel y la pérdida de credibilidad de las guerras contra el terrorismo” que EE. UU. lleva a cabo en el extranjero, según explicó el historiador y periodista Ingo Niebel.
Y el problema se ve aun más grave ya que “Guantánamo es el símbolo de otras cárceles secretas por todo el mundo”, donde EE. UU. mantiene a los presuntos terroristas, recordó Niebel. [1]
“A estas alturas, EE. UU. podría abrir una universidad de hipocresía. Washington critica a los gobiernos y los regímenes por todo el mundo por hacer exactamente lo mismo que ellos hacen en los centros presidiarios clandestinos de la CIA o en Guantánamo”, sostuvo Tom Parker, de Amnistía Internacional. EE. UU. no cesa en sus intentos de imponer “la democracia” en otros países.
La prisión de Guantánamo cumplió 10 años de existencia. El Washington Post se preguntaba si no es paradójico que el penal siga creciendo cuando se habla de su cierre. Es una inversión brutal porque se han construido carreteras, parques infantiles, hospitales, gimnasios, la cárcel, ha explicado Emma Reverter, escritora, abogada y periodista de BBC Mundo en Nueva York. [2]
En la Base hay 171 prisioneros. Unos 5 o 6 que, según EE. UU., participaron directamente en los atentados del 11-S, están aislados en el llamado Campamento Platino, que depende directamente de la CIA, a la espera de ser juzgados por una comisión militar. Otros 47 están en lo que el Gobierno llama ‘detención indefinida’, porque se consideran peligrosos, pero no hay pruebas suficientes para condenarlos. Han optado por darles ese estatus y revisar su situación periódicamente. Unos 30 más están en una situación indefinida, entre la cárcel y la libertad. Y, curiosamente, más de la mitad, unos 90, ya tienen autorizada su salida, pero no pueden abandonar la isla porque el Congreso bloqueó los recursos para trasladarlos a los países dispuestos a acogerlos.
El 29 de noviembre, el Senado de Estados Unidos aprobó una enmienda a la ley de presupuesto del Pentágono para 2013 que prohíbe la transferencia de prisioneros de la cárcel en la base naval de Guantánamo hacia territorio norteamericano.
Notas
[1] http://www.contrainjerencia.com/?p=35539
[2] http://www.cubadebate.cu/noticias/2012/01/15/asi-es-guantanamo-la-carcel-que-obama-mantiene-ilegalmente-en-cuba
