Por: Osmany Sánchez (jimmy@umcc.cu / @JimmydeCuba).- Una vez un amigo me dijo medio en broma y medio en serio que él pensaba que el enemigo tenía infiltrados dentro de la Televisión Cubana. Infiltrados, infiltrados, lo que es infiltrados -como diría Cruz y Raya- no sé, pero es evidente que las decisiones que se toman hacen bastante daño.
Hace un tiempo hablaba de la saturación de partidos de fútbol y de ignorar olímpicamente lo que sucede en Grandes Ligas, donde está el mejor beisbol del mundo, solo porque juegan cubanos. Si alguien me lo quiere explicar, se lo agradecería, quizás sea yo muy bruto para entender por qué los artistas que un día se “fueron” ahora salen en 23 y M y hacen conciertos por toda Cuba.
Está muy bien el tratamiento a los artistas, aclaro, lo que no entiendo qué es lo que hace que un deportista sea más peligroso ideológicamente que un artista.
Esa preocupación la he expresado varias veces, pero como la televisión cubana no hay tarde que no me enoje, ahora sí acabaron. Hasta hace una semana los niños podían despertarse en la mañana y tomarse la leche viendo muñequitos. Todo el que tenga hijos pequeños sabe que levantar a un niño de la cama por la mañana es casi tan difícil como acostarlo por la noche, pero si le decimos: “dale que empezaron los muñequitos” el proceso es más sencillo.
Bueno pues ahora por la mañana nuestra televisión, concretamente Multivisión, no pone muñequitos sino un documental que luego repite por la tarde, en el mismo horario donde antes también ponían muñequitos.
¿En qué se basaron para tomar una decisión de ese tipo? Eso no lo sabe nadie, pero ahora el niño que quiera ver muñequitos que se conforme con el manga japonés que ponen por el Canal Educativo 2. ¿Resultados? Pues malestar para la familia y más negocio para los que distribuyen el cargue pues ahora hay que acudir a ellos para copiar los muñequitos que la televisión nos nos quiere poner.
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