Paco Azanza Telletxiki - Cubainformación - Baraguá.-  Para mostrar su apoyo incondicional al contrincante de Donald Trump pero igualmente candidato imperialista y del gran capital, el cantante estadounidense Bruce Springsteen prestó su voz y una de sus canciones al equipo de campaña de Joe Biden.


Obviamente, como si Biden fuera una hermanita de la caridad, el rockero criticó públicamente al presidente Donald Trump, calificándolo de «amenaza a nuestra democracia». Biden no. ¡Cuánta desfachatez! Biden para el Boss es un gran “demócrata”.

Según parece, en el anuncio de campaña que debía ser difundido por primera vez este sábado, Springsteen habla de las raíces obreras (¿) de Biden en Scranton, Pensilvania, estado clave en la elección.

«Scranton, Pensilvania. Aquí el éxito no viene dado, se forja con sudor, coraje y determinación», dijo el cantante, señalando a Trump que, al parecer, su padre millonario le cedió buena parte de su fortuna. Y el señor Springsteen lo dijo como si Biden fuera un muerto de hambre?

El llamado Boss no sorprende. Es otro vende peines para calvos que sabe perfectamente que sus grandes privilegios (sobre todo los económicos) van a estar a buen recaudo con Biden. Por eso le apoya; se gana el prestigio de “progre”, ante la millonada de ingenuos que le siguen, cuando en realidad está apoyando a que todo siga igual; a que los ricos cada vez sean más ricos y los pobres cada vez más pobres. Y no sólo en los Estados Unidos, sino en todo el mundo.

Bruce Springsteen también exhibió su cinismo en Chile

En septiembre de 2013, Bruce Springsteen actuó ante unas 10.000 personas en Santiago de Chile. Y, como homenaje a Víctor Jara, conocido cantante chileno asesinado durante la asonada fascista que derrocó al legítimo gobierno de Salvador Allendeversionó el “Manifiesto”, una emblemática canción del cantautor fallecido.

Visto así, podríamos decir que el gesto del cantante norteamericano fue un bonito detalle para con el pueblo chileno, especialmente para con los seguidores de Víctor Jara. Pero esta simple lectura dista mucho de ser la correcta. Personalmente pienso que el de Springsteen, más que a un gesto sincero de solidaridad, obedeció a un ejercicio de hipocresía y de marketing. Con los republicanos o los demócratas en el poder, la privilegiada condición del adinerado cantante no corre ningún riesgo, está asegurada. Sin embargo, apoyando a los demócratas (erróneamente algo mejor vistos en el mundo que los republicanos) y haciendo guiños aquel año a ciertos movimientos (al 15-M en el Estado español, por ejemplo), no pocos de sus seguidores ven a un (inexistente) rebelde encima del escenario.

Se debe recordar que el gobierno norteamericano, lejos de ser ajeno al golpe de Estado que provocó la tortura y la muerte de miles de personas (incluidas las del presidente Allende y la del propio Jara), tuvo mucho que ver. Esta es una evidencia que nadie debe pasar por alto. Sin embargo, el gobierno imperialista nunca lo ha reconocido, nunca ha pedido perdón y, por supuesto, nunca ha resarcido al pueblo chileno por la esperanza truncada, por tanto sufrimiento y daños causados.

Igualmente, conviene recordar que Bruce Springsteen hizo campaña por Barack Obama en las últimas elecciones de Estados Unidos (también en su día apoyó a Bill Clinton): para él cantó y para él pidió el voto. Como presidente de los Estados Unidos, Obama fue un agente del gran capital que en nada mejoró al resto de los precedentes presidentes. Por más que lo anunciaran como “el cambio” y le otorgaran el premio Nobel de la Paz, se puede decir que sus mandatos fueron la continuidad de George W. Bush; y sabemos de sobra lo que esto significa.

Cierto que cuando derrocaron a Salvador Allende el presidente era el republicano Richard Nixon (Secretario de Estado Henry Kissinger, otro Nobel de la Paz otorgado, curiosamente, aquel fatídico 1973), y que Obama pertenece al partido Demócrata. Pero la historia demuestra con demasiada elocuencia que ambos partidos defienden los mismos intereses, utilizan los mismos e inhumanos métodos para conseguir sus perversos propósitos… y que, en definitiva, son exactamente lo mismo.

Obama no era presidente de EE.UU cuando Pinochet asestó el golpe de Estado, pero sí lo era, por ejemplo, cuando en Honduras fue derrocado Manuel Zelaya con la complicidad de su gobierno. Él extendió, por quinta ocasión, la puesta en vigor de la Ley de Comercio con el Enemigo dedicada a sancionar únicamente a Cuba. De modo que, con Obama como presidente, siguió vigente el ilegal y genocida bloqueo contra la población cubana que todo el mundo condena. De su comportamiento en el caso sirio mejor ni hablar, o en la Libia de Gadafi, que dejó el país devastado, ¿qué decir?.

Y no sigo. Sea quien sea el presidente de turno, el jefe supremo del imperialismo mundial siempre acumulará un larguísimo listado de muerte y destrucción al cabo de sus mandatos. Apoyar a Bill Clinton y a Obama fue justificar el saqueo de pueblos enteros y sus nefastas consecuencias para el grueso de la población de todo el mundo, incluida la norteamericana. Con Joe Biden pasa exactamente lo mismo. Eso es lo que realmente apoya Bruce Springsteen; que no nos venga con cuentos.

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