Andrés Marí - Cubainformación / Fundació Vivint.- La imprescindible valía en la dirección del país del Partido Comunista de Cuba lo escribe Mario Valdés Navia en su artículo “El PRC, la guerra y la república democrática”, publicado recientemente en el Blog La Joven Cuba. Según Mario “El PCC se define a sí mismo como heredero y continuador del Partido Revolucionario Cubano fundado por José Martí en el siglo XIX, y puede admitírsele solo en la pretensión de unir a los que acepten su programa y defender la soberanía nacional ante las pretensiones neocoloniales del imperialismo estadounidense y los anexionistas del patio, y nada más”.
Así, comprobamos que con Mario y otros más habremos de dialogar mucho más de lo hecho hasta ahora. A mi juicio, la frase con que termina el párrafo -”y nada más”-, es exactamente la aceptación más absoluta sobre quién nos entrega ahora la Patria Soberana. Que el PCC haya logrado tal hazaña en medio de las mayores agresiones de EEUU a nuestro país y que durante más de 60 años haya logrado mantenerla en pie es el magistral respeto a que siga permaneciendo en el paso de la vida que, antes que cualquier otra cosa, es el sitio donde cada cubano y a pesar de cualquier disparate o los muchos errores que pueda cometer, a ninguno “puede admitírsele” renunciar a ella.
Por ello el “y nada más” que Mario le concede al PCC se convierte en la punta de encuentro más gigantesca de nuestro país. Un “y nada más” que por largo tiempo nos cuestiona a todos los cubanos. ¿Qué haremos ahora con tanta energía recibida?
Recuerdo que, entre las tantas maravillas escritas por nuestro Apóstol, hay unas pocas palabras que encendió a la brillante Generación del Centenario y que ha de iluminarnos otra vez si queremos pertenecer a nuestra historia: “El hombre que clama, vale más que el que suplica: el que insiste hace pensar al que otorga”. Por ello, la insistencia de todos los cubanos a que EEUU termine con el criminal Bloqueo a Cuba ha de hacernos crecer un poco más. Únicamente por ello seremos oídos. Y mientras más clamemos, menos suplicantes tendremos entre nosotros. Y al fin la oscuridad del Gigante será tan insoportable que terminará por pedirnos que compartamos un poco de nuestra luz. ¡VIVA EL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA!
* Andrés Marí es escritor, profesor y actor cubano residente en Catalunya.
