Por Arthur González*/Martianos-Hermes-Cubainformación.- Llevada y traída según convenga, la libertad de prensa no se mide igual para los países aliados de Estados Unidos, que para quienes asumen posiciones de izquierda; así lo recoge la historia desde hace años.


Hoy en Colombia se masacran líderes sociales, hay decenas de desaparecidos, centenares de detenciones arbitrarias y la violencia contra quienes ejercen la profesión de periodista no tiene comparación. Sin embargo, no le fabrican campañas mediáticas o exigencias como realizan contra Cuba y Venezuela, naciones que no se arrodillan a los pies de los yanquis. Para estos hay una guerra total, que intenta satanizar a sus gobernantes con calumnias fabricadas por periodistas financiados por la CIA.

Evidencia de esto aparece en el reciente informe elaborado por la Sociedad Interamericana de Prensa, con sede en Miami, al afirmar:

“El gobierno de Cuba siguereprimiendo a periodistas independientes, con detenciones, arrestos domiciliarios, decomisos, difamaciones, amenazas y bloqueo de Internet. El panorama legal sigue siendo restrictivo contra el ejercicio de las libertades de prensa, expresión e información, por el absoluto control de la policía política sobre el aparato judicial, y la existencia de un marco jurídico general encaminado a silenciar a los ciudadanos críticos”.

“Al menos 21 cubanos sufrieron detenciones policiales por actividades periodísticas y 7 fueron objeto de arrestos domiciliarios en los últimos 6 meses, mientras que otros perdieron su empleo estatal o su acceso a sus estudios, por publicar opiniones o informaciones en Facebook”.

Quien lea estas afirmaciones se forma la idea de que Cuba es el infierno terrenal, pensamiento que persiguen los yanquis en su guerra psicológica desatada contra la Revolución desde 1959.

Pero lo que omite el reporte de la SIP es que en Cuba no hay periodistas asesinados, torturados ni desaparecidos y las amplificaciones que hacen sobre supuestas detenciones, son solo traslados momentáneos a estaciones de policía  a elementos financiados con miles de dólares, para ejecutar acciones provocativas contra el estado cubano, algo que puede comprobarse en los presupuestos asignados a la NED y la USAID, para esos fabricados “periodistas independientes”, que cumplen órdenes precisas desde Estados Unidos.

La diferencia del tratamiento se constata en Colombia, donde la portavoz de la Casa Blanca, acaba de declarar que:

“Estados Unidos animó al gobierno colombiano a localizar a los desaparecidos, durante las protestas de las últimas semanas tan pronto como sea posible”.

Hipócritas que no le exigen, ni amenazan con sanciones, solo lo “animan”, a pesar de la salvaje represión contra los manifestantes y a periodistas reales que trabajan para medios de prensa oficiales, no inventados con dinero de la NED, como los cubanos denominados “independientes”, a pesar del informe presentado por la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), en el cual alertan sobre la preocupante escalada de violencia contra los periodistas, durante las protestas en Colombia,  incluidas 149 agresiones, amenazas, obstrucción para hacer su trabajo, robo de material y hostigamiento, entre otras.

El informe de FLIP asegura:

“La actuación policial en Colombia ha expuesto la vulnerabilidad y desprotección de los periodistas en el país. La libertad de expresión y prensa se han visto gravemente afectadas por el alto nivel de violencia que se ha vivido en los últimos días”.

A pesar de la guerra mediática construida por Estados Unidos contra Cuba, en la Isla jamás se han observado casos similares contra periodistas, ni con los construidos a la carrera por Washington. No obstante, la línea informativa de la CIA está dirigida a crear una matriz de opinión negativa contra las autoridades cubanas.

¿Por qué no exponen el mismo odio con los que asesinan a miembros de la prensa en México y acusan de inacción total a algunos de sus gobernantes corruptos?

México está considerado uno de los países más peligrosos para el periodismo. La Comisión Investigadora de Atentados a Periodistas, de la Federación Latinoamericana de Periodistas, calculaque más de 150 periodistas fueron asesinados desde el año 2000 y solo durante el sexenio del presidente Enrique Peña Nieto, cerca de 43 periodistas fueron asesinados. En 2017 se registró la cifra de 13 periodistas o colaboradores asesinados y no menos de 19 en 2018, por solo citar algunos datos.

Se conoce la manipulación política que hace la SIP, debido a que representa los intereses de grupos económicos propietarios de los medios informativos y no defiende a verdaderos los periodistas, ni la libertad de expresión.

Por eso, no denunció la muerte de más de 23 periodistas en 2009, durante el golpe militar en Honduras, bajo las órdenes de los Estados Unidos y el respaldo de congresistas de origen cubano.

A pesar de esta campaña, siempre la verdad sale a flote y en estos días Peter Van Buren, exfuncionario del Departamento de Estado yanqui, que trabajó durante 24 años, confesó en el sitio theamericanconservative.com:

“La comunidad de inteligencia de Estados Unidos utiliza los medios de comunicación para manipular al pueblo y presionar a los políticos elegidos. El objetivo es controlar la información como herramienta de influencia. A veces el control es muy directo, maniobrando el propio medio de comunicación. El problema es que esto se expone fácilmente, destruyendo la credibilidad y la CIA desarrolla operaciones para la ocultación pasiva de información en la prensa, mientras potencian operaciones de información activas, diseñadas para influir en los acontecimientos en Estados Unidos”.

Esta declaración reafirma lo que se conoce de la desclasificada operación de la CIA “Mockingbird”, desarrollada en los primeros años de la década de los años 50 del siglo XX, por parte de Frank Wisner, funcionario de la Dirección de Planes.

Para llevarla a cabo, la CIA reclutó a casi 500 periodistas de importantes órganos de prensa, para difundir informaciones manipuladas contra otros países y crear matrices de opinión favorables a sus planes, en los lectores norteamericanos y en el mundo, operación apoyada por la Sociedad Interamericana de Prensa.

Los periodistas reclutados, desde 1959 divulgaron noticias falsas y tergiversadas sobre la Revolución cubana, con el propósito de lograr el aislamiento internacional, lo mismo que continúa en la actualidad.

Entre los periodistas reclutados en dicha operación, estaban Henry Luce; Philip Grahan; Arthur Hays Sulzberger; Andrew Saint-George y Jules Dubois y entre los órganos de prensa The Washington Post; The New York Times; CBS; The Chicago Tribune; The Washington Star y las revistas Time y Life, como los más significativos.

El ex oficial CIA Philip Agee, declaró que, desde finales de los años 50, el ámbito de la prensa fue una de las prioridades de las estaciones de la CIA en el mundo.

Nada ha cambiado, porque los considerados como “eje del mal”, resisten los embates imperiales sin doblegarse ante las presiones y guerras económicas.

No se equivocó José Martí cuando escribió:

“Mientras más de cerca toco las cosas políticas, más repugnancia me inspiran”

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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