Por Arthur González*/Martianos-Hermes-Cubainformación.- Después de participar activamente con la CIA en la execrable Operación Peter Pan a inicios de 1960, que sacó de Cuba a 14,048 menores de edad sin acompañantes, bajo el falso argumento de que el gobierno revolucionario le quitaría la patria potestad a los padres para enviar a sus hijos a la URSS, los obispos católicos cubanos dieron lectura el 20 de abril de 1969 a la primera carta pastoral desde 1962, en la cual para sorpresa de los Estados Unidos, piden el fin del Bloqueo económico, comercial y financiero impuesto oficialmente por los yanquis desde 1962.
En dicha pastoral reconocen las dificultades económicas que esa acción causan en Cuba, las que gravitan principalmente sobre los trabajadores, mujeres, niños y enfermos de la Isla.
Nunca más la curia católica cubana volvió a mencionar esos efectos sobre el pueblo, pues aquella pastoral reconoce las penurias que causa el Bloqueo, el que pretende matar por hambre y enfermedades a toda la nación. Esa posición cívica disgustó sobremanera al gobierno de Estados Unidos y a la comunidad cubana radicada en Miami.
A partir de esa fecha callan en complicidad con los yanquis y culpan a la Revolución de la situación económica y financiera, siguiendo la misma línea que Washington establece.
No se equivocó José Martí cuando afirmó:
“Cobarde ha de ser quien por temor no satisfaga la necesidad de su conciencia”