Gerardo Moyá Noguera*.- Leo todos los día Juventud Rebelde y Granma y en dichos periódicos no he visto o no me he dado cuenta de que el 31 de julio pasado nos dejó físicamente un gran martiano, el doctor Eusebio Leal Spengler y no he visto referencia alguna a su persona, historiador de la ciudad de La Habana y un gran amigo de todos y sobre todo del que subscribe.
Además de ser un gran hombre martiano fue un buen revolucionario cubano y su legado permanecerá para siempre en Cuba. De esto no nos cabe la menor duda. Gracias a Eusebio la silla del mayor general Antonio Maceo figura expuesta (para siempre) en el Palacio de los Capitanes Generales, concretamente en el salón de banderas. Su inauguración ocurrió el 7 de diciembre de 2018, fecha muy simbólica ya que este preciso día de 1896 cayó en combate el mayor general. Siendo sus últimas palabras "esto va bien" refiriéndose a una cerca que mandó cortar porque la hierba era muy alta con el propósito de continuar el ataque, pero en la otra parte le estaban esperando las tropas españolas sin que él se diera cuenta y fue herido mortalmente. Dicen que de la madre, más que del padre, viene el hijo, y es gran desdicha deber el cuerpo a gente floja o nula, a quien no se puede deber el alma pero Maceo fue feliz, porque vino al mundo de león y leona. el doctor Eusebio Leal desde el primer instante en que le hablé del traslado de la silla de Maceo a La Habana, púsose en marcha en una ayuda extraordinaria y eficaz para su traslado a Cuba, y así fue. Gracias, Eusebio. El doctor Leal figura para siempre entre los más insignes hombres que en el mundo han sido.
Presidente de la Casa de Amistad Baleares-Cuba
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