Jesús Arboleya - Progreso Semanal.- Una de las grandes interrogantes de la historia contemporánea, es la razón por la cual Washington no se ha decidido a invadir a Cuba, cuando lo ha hecho en decenas de otros países. A decir verdad, no existe otra explicación lógica que no sea el temor a la resistencia del pueblo cubano y la reacción doméstica e internacional que acarrearía un evento de esta naturaleza, sin una excusa convincente. Debido a esto, el objetivo del gobierno norteamericano ha sido aprovechar cualquier excusa para intervenir militarmente en Cuba. Incluso las organizaciones contrarrevolucionarias han sido creadas con esta misión, toda vez que nunca se han planteado derrocar al gobierno cubano por sí mismas.

 

Jesús Arboleya - Progreso Semanal.- Recientemente han ocurrido dos hechos que ofrecen pistas sobre la lógica que inspira a la política de Estados Unidos hacia Cuba. Por un lado, el secretario de Estado Antony Blinken hizo público el informe anual sobre la trata de personas, donde Cuba se ubica en el peor nivel posible, resaltando su supuesta condición de violadora de las normas que rigen este asunto. Por otro, la Cámara de Representantes, en votación de 260 contra 163, desaprobó una enmienda que abogaba por facilitar la venta de alimentos a Cuba. Todos los republicanos (211) y 57 demócratas (26%) votaron en contra de la enmienda.

Jesús Arboleya - Progreso Semanal.- Fueron necesarias varias masacres, principalmente de niños, para que el Congreso de Estados Unidos rompiera su inacción de 30 años y aprobara una ley que plantea modestas medidas para el control de armas en ese país. Sin embargo, casi al unísono, la Corte Suprema declaró inconstitucional otra ley del mismo corte, establecida por el estado de Nueva York, donde apenas se exigía tener licencia para portarlas en público.

Jesús Arboleya - Progreso Semanal.- Mucho se ha hablado del fracaso que constituyó para Estados Unidos la recién finalizada IX Cumbre de las Américas, celebrada en Los Angeles, California. Efectivamente, fue un tiro en pie propio, toda vez que las exclusiones impuestas por el gobierno norteamericano y las ausencias de algunos mandatarios en protesta por ellas, centraron los debates de la Cumbre y la convirtieron en la menos concurrida y de menor nivel de representación de todas las celebradas hasta el momento.

Jesús Arboleya - Progreso Semanal.- Pudiera afirmarse que Estados Unidos es el producto supremo del capitalismo. Al analizarlo, es posible encontrar las grandes fortalezas del sistema y también sus debilidades, muchas veces escondidas en sus éxitos porque vienen dadas por su propia naturaleza. Vale entonces seguir la ruta de vida de este país singular para entender las grietas de su hegemonía, como la que ahora se observa con la fallida convocatoria a la IX Cumbre de las Américas.

Jesús Arboleya - Progreso Semanal.- Para sorpresa de la opinión pública internacional, el Departamento de Estado de Estados Unidos acaba de anunciar un grupo de medidas, que flexibilizan ciertos aspectos de su política hacia Cuba. 

Dicho a grandes rasgos, se compromete a cumplir con los acuerdos de 1994, en lo que respecta al otorgamiento de 20 000 visas anuales; restablecer la concesión de visas temporales; permitir los contactos pueblo a pueblo, mediante licencias generales para grupos con fines educacionales e intercambio profesional; tomar diversas medidas para apoyar el funcionamiento del sector privado en Cuba; autorizar los viajes aéreos a las provincias, así como eliminar los límites al envío de remesas, siempre que se utilicen empresas que no estén sancionadas por el gobierno norteamericano.  

Jesús Arboleya - Progreso Semanal.- Seguir la ruta de las Cumbres de las Américas, que se supone es el momento en el que todos los mandatarios del continente dirimen los asuntos más importantes de la región, nos permite establecer los patrones que han regido las relaciones de América Latina y el Caribe con Estados Unidos en las últimas dos décadas, así como evaluar la salud de la hegemonía norteamericana en cada etapa.