Por Lázaro Fariñas*/Foto Virgilio Ponce -Martianos-Hermes-Cubainformación.- Definitivamente, no es fácil vivir en Miami y defender públicamente el derecho que tiene Cuba de ser independiente y soberana. Los anticubanos criollos tienen aquí su guarida bien guardada; lo controlan todo. Es lógico que lo hagan, ya que han hecho de esta ciudad la casa matriz de su industria. Aquí es a donde llega la mayor tajada del dinero que los distintos gobiernos norteamericanos han destinado, a través de los años, para hacerle daño al pueblo cubano. Desde los mismos días de su fundación, allá a principio de los años sesentas hasta el día de hoy, el gobierno de este país ha volcado centenares de millones de dólares en esta ciudad y miles de vividores se han beneficiado económicamente. No solamente es el dinero que han invertido los distintos gobernantes lo que les ha rendido frutos a estos personajes, sino que muchos comentaristas radiales y televisivos se han enriquecido de la industria privada hablando mal de Cuba y la mayor parte de los políticos locales han llegado a ganar sus puestos con el discurso del anti cubanismo.
Por Lázaro Fariñas*/Foto Virgilio Ponce -Martianos-Hermes-Cubainformación.- En los Estados Unidos hay elecciones constantemente y en eso de elegir son unos verdaderos campeones, pero como he comentado en otras ocasiones, siempre se elige el mismo perro, con diferente collar, que es más de los mismos con apenas ligeras diferencias. El asunto es que aquí hay elecciones a todos los niveles y en una forma repetitiva.
Por Lázaro Fariñas*/Foto Virgilio Ponce -Martianos-Hermes-Cubainformación.- Aunque en los Estados Unidos existen muchos partidos políticos inscriptos, en la realidad solo existen dos de ellos: el Demócrata y el Republicano. El poder, hace ya muchos años, se lo reparten alternativamente entre los dos. Por mucho que se pueda hablar de democracia pluripartidista y representativa, en este país no hay alternativa. Tan es así que ambos partidos bien se podrían fundir en uno solo y crear dos alas del mismo; una, un poco más progresista y la otra, un poco más reaccionaria.