Por Lázaro Fariñas*/Foto Virgilio Ponce -Martianos-Hermes-Cubainformación.- Hay un dicho popular que retrata la realidad de no muy pocos personajes. Actores, poetas, artistas, deportistas, políticos, escritores, etc., etc., casi nadie se escapa del mismo. El dicho en cuestión se usa constantemente y no por su constante uso, deja de tener valor real. El mismo dice así: Si la envida fuera tiña, cuantos tiñosos hubiera. La envidia es uno de los peores sentimientos de los que padecemos los humanos. Basta con que alguien se destaque en cualquier género de actividad de la vida para que, inmediatamente, aparezcan los envidiosos. Los políticos que no llegan al poder, los deportistas que se quedan en la mediocridad, los poetas que no se llegan a inmortalizar, los artistas que se tienen que conformar con papeles secundarios, los escritores que, aunque sean buenos, vean que otros son mejores que ellos.
Por Lázaro Fariñas*/Foto Virgilio Ponce -Martianos-Hermes-Cubainformación.- Dos veces coincidí con él en La Habana, una fue en un restaurant de Miramar donde yo cenaba con un amigo y él con varios y la otra en un hotel del Vedado donde yo estaba con muchos y él con uno. Como no soy el tipo de persona que se presenta sin ser invitado, en ninguna de las dos ocasiones me le acerqué ni tan siquiera para decirle lo tanto que lo admiraba como novelista y que había leído todas y cada una de sus obras. No es que encuentre nada raro en el que una persona se presente ante un personaje famoso y trate de compartir con el mismo, como mínimo, un saludo amistoso, pero ese no es mi estilo, nunca lo ha sido, y me sobran los ejemplos, ya que en muchísimas ocasiones y en diferentes países del mundo me he encontrado compartiendo el mismo lugar con grandes escritores, políticos, artistas, etc., sin intercambiar palabra.
Por Lázaro Fariñas*/Foto Virgilio Ponce -Martianos-Hermes-Cubainformación.- Revoleteaban en las ramas de los árboles pequeños, sus alas se movían a una increíble velocidad y del ruido de este rápido movimiento se podía claramente escuchar, zun zun. Son uno pequeñísimos pajaritos que se hacían notar por su pico alargado y fino. Una canción popular, el ZunZun Babae, pájaro lindo de la "madrugá", los hizo famosos en toda Cuba. Pues bien, cuando al pasar el tiempo ya había borrado de mis recuerdos al famoso animalito que observaba en mi niñez, las marañas, conspiraciones y operaciones clandestinas del gobierno de este país contra Cuba me lo vuelven a traer a la memoria.
Por Lázaro Fariñas*/Foto Virgilio Ponce -Martianos-Hermes-Cubainformación.- No existe nada extraño en que un gobierno utilice la fuerza bruta para contener el desorden callejero. El uso de esa fuerza es la única solución para detener el caos en las ciudades cuando este se desata. No veo por qué hay que asombrarse cuando las fuerzas armadas o la policía salen a las calles para controlar a los que están incendiando o saqueando negocios o propiedades ajenas. Desde el comienzo de la civilización, las autoridades han actuado así y siempre actuarán así.
Por Lázaro Fariñas*/Foto Virgilio Ponce -Martianos-Hermes-Cubainformación.- En realidad, no pensaba volver a escribir sobre Venezuela, pero la campaña mediática que hay sobre ese país en esta ciudad y en Washington merece que escriba algún comentario sobre la misma.