Por Lázaro Fariñas*/Foto Virgilio Ponce -Martianos-Hermes-Cubainformación.- Desde hace más de un mes, el Presidente de los Estados Unidos le está enviando un mensaje a los Republicanos diciéndoles que tiene la pluma en sus manos, lista para firmar la prórroga de la rebaja de impuestos para los ciudadanos que ganan menos de 250,000 dólares en el año, pero que no está dispuesto a firmarla para los que tienen ingresos que sobrepasan esa enorme cantidad de dinero. Se calcula que los que ganan anualmente más de ese monto, no llegan ni al dos por ciento de la población. El resto, o sea el noventa y ocho por ciento, está por debajo. Por lo tanto, el Presidente quiere mantener la rebaja de impuestos para la clase media y para los más necesitados, pero se niega, por lo menos hasta el momento en que escribo este comentario, a hacer lo mismo con los millonarios.
Por Lázaro Fariñas*/Foto Virgilio Ponce -Martianos-Hermes-Cubainformación.- Durante mis últimos años de mi vida laboral, todas las mañanas veía llegar a los niños entrar felices a las diferentes escuelas donde yo trabajaba como oficial administrativo de las mismas. Llegaba muy temprano a mi oficina, más o menos dos horas antes de que el bullicio se apoderara de los pasillos del edificio de la escuela. La inocencia de los niños y niñas inundaban el ambiente, mientras estos llegaban a las aulas donde, tranquilamente, los esperaban sus maestras para comenzar el día escolar. En algunas ocasiones, dejaba mi escritorio para ayudar a los que los recibían en las puertas ya que me gustaba verlos llegar con la alegría típica de alguien que apenas comienza su camino en la vida real. Se reían y jugaban entre ellos creando un aire de felicidad en todos los rincones de aquellas edificaciones, contagiando a los adultos que los cuidaban, envolviéndolos en sus deseos de vivir alegremente. Daban los primeros pasos para adentrarse en la sociedad, sin tener ni la menor idea de lo que les podía deparar el porvenir.
Por */Foto Virgilio Ponce -Martianos-Hermes-Cubainformación.- El sistema político norteamericano es sumamente interesante en muchos aspectos. Es un régimen presidencialista en el cual hay una división de poderes claramente definidos. Existe un Congreso impopular que es el que hace las leyes, un Tribunal Supremo de Justicia que es el que interpreta la constitucionalidad de las mismas, y un Presidente ejecutivo quien es el responsable de implantarlas, o lo que es igual, existe el poder legislativo, el judicial y el poder ejecutivo. Así de simple se define el sistema político norteamericano. Como se sabe, existen dos partidos políticos mayoritarios que se reparten el poder cada 4 años. Son dos partidos, que bien se pueden considerar dos alas del mismo partido. Por lo tanto, casi se puede afirmar que los Estados Unidos están regidos por un sistema unipartidista, donde no existe la opción, ni la intención, de hacerle cambios profundos a las estructuras del régimen imperante. Por mal que vayan las cosas, por injusto que pueda ser el sistema, no existe un político en este país a quien se le ocurra semejante idea.
Por Lázaro Fariñas*/Foto Virgilio Ponce -Martianos-Hermes-Cubainformación.- Como soy cubano de nacimiento y porque quiero a Cuba como mi verdadera Patria, y porque me he pasado toda mi vida adulta viviendo en los EE.UU., país que quiero sinceramente, de donde soy ciudadano desde hace muchísimos años y en donde han nacido mis hijas y mis nietos, deseo que ambos lleguen a tener, algún día, una relación normal y de respeto. Mirándolo objetivamente, lo que deseo no es nada anormal. Consiste únicamente en que dos naciones, que están a solo unas pocas millas de distancia, dejen atrás las grandes diferencias que por años han tenido y restablezcan relaciones políticas y diplomáticas con el mayor respeto a la soberanía e independencia de ambas.
Por Lázaro Fariñas*/Foto de Virgilio Ponce -Martianos-Hermes-Cubainformación.- Mi amigo, el periodista cubano Luis Báez, publicó, hace un tiempo atrás, un libro que tituló "Secretos de Generales" en el que una serie de generales cubanos cuentan parte de sus historias personales. Le he robado en parte el título del mismo para este comentario.
Por Lázaro Fariñas*/Foto Virgilio Ponce - Martianos-Hermes-Cubainformación.- Es casi imposible determinar cuál de las discriminaciones de humanos contra humanos es la peor. El ser humano discrimina más por naturaleza, que por raciocinio. Todo lo que le es diferente, no le huele bien y por lo tanto, discrimina, de hecho o de pensamiento, en menor o mayor grado. Creo que todos nacemos con ese despreciable instinto muy dentro de nosotros mismos. Algunos, más que otros, lo desarrollan en mayor o menor proporción. Muchos, a través del tiempo, lo logran eliminar o disminuir considerablemente. Otros mueren con el veneno de la discriminación en sus venas.