
Aire de buitre removiendo el águila / mira de un mar al otro mar; / encapuchados danzan hombres fúnebres, / baten un fúnebre timbal / y encendiendo las tres letras fatídicas / con que se anuncia el Ku Klux Klan, / lanzan del Sur un alarido unánime: / ¡Va por la muerte, por la muerte va!
Versos de Elegía de Jesús Menéndez, del gran poeta cubano Nicolás Guillén.

Edward Said definió el marco de Oslo como el “Versalles palestino”, marcado no solo por las exigencias de cesiones continuas y - en su gran mayoría - unilaterales a los palestinos, sino también basado en tres supuestos que se han demostrado equivocados. Uno era que Israel eventualmente otorgaría a los palestinos un Estado ya que le interesaba hacerlo. Otro que EEUU actuaría como un “mediador honesto”. La tercera, y quizás menos comentada en los círculos habituales era que los palestinos debían abandonar su resistencia para centrarse en la construcción de su Estado, para lo cual serían clave tanto la creación de instituciones como la adopción del paradigma neoliberal … y que – como hemos visto – ha tenido unas consecuencias devastadoras en la composición del pueblo palestino.
Del libro Palestina. Ocupación, colonización, segregación. Capítulo El impacto de la sociedad internacional. Autor, Itxaso Domínguez de Olazábal. Epílogo de Nadia Silhi Chahin.
Editorial Catarata.

No pueden existir quienes sean solamente hombres, extraños a la ciudad. Quien realmente vive no puede no ser ciudadano, no tomar partido. La indiferencia es apatía, es parasitismo, es cobardía, no es vida. Por eso odio a los indiferentes. La indiferencia es el peso muerto de la historia. Es la bola de plomo para el innovador, es la materia inerte en la que a menudo se ahogan los entusiasmos más brillantes, … muy pocos se preguntan: Si yo hubiera cumplido con mi deber, si hubiera tratado de hacer valer mi voluntad, mis ideas, ¿habría ocurrido lo que pasó? Pero nadie o muy pocos culpan a su propia indiferencia, a su escepticismo, a no haber ofrecido sus manos y su actividad a los grupos de ciudadanos que, precisamente para evitar ese mal, combatían proponiéndose procurar un bien.
Del revolucionario Antonio Gramsci, Odio a los indiferentes.

“Yo me involucré en la actividad que me ha traído aquí porque obedecí a mi conciencia más que obedecer a la ley. Yo considero que la política de nuestro gobierno hacia Cuba es cruel e injusta, profundamente inamistosa, por eso me consideré moralmente obligada de ayudar a la isla a defenderse de nuestros esfuerzos de imponer en ella nuestros valores y nuestro sistema político (…) Nosotros hemos hecho gala de intolerancia y desprecio hacia Cuba durante las últimas cuatro décadas. Nosotros nunca hemos respetado el derecho de Cuba a definir su propio destino, sus propios ideales de igualdad y justicia (…) Yo solamente puedo decir que hice lo que consideré más adecuado para contrarrestar una gran injusticia”.


Primeros días del año, primeros, de homenajes a tantos hijos gigantes de la Nicaragua, chiquita, que al gigante miedoso EEUU (dígase con voz temblorosa) lee lleena dee paavoorr.
El arrogante gigante de planta temblante hasta el pelo tirante, el que pronuncia la palabra “patio trasero” con babas colgantes por su labio pendiente y enseña sus dientes pútridos de drogante, dice que Nicaragua ees uun peeliigroo, porque su pueblo tiene a Selim Shible deelaantee.

Desde el departamento contra el apartheid en la OLP , único y legítimo representante del Pueblo Palestino, el movimiento de boicot a Israel “BDS”, las redes de organización civiles Palestinas, Ministerio de justicia, Consejo de derechos Humanos Palestinos, experto jurídicos, periodistas, académicos y activistas Políticos Pro-Palestinos.
Hacemos un llamamiento a construir un frente internacional amplio para acabar con el apartheid y colonialismo israelí.


De la isla de Cuba. Brevísima relación de la destrucción de las Indias. Bartolomé de las Casas.
El año de mil e quinientos y once pasaron a la isla de Cuba, que es como dije tan luenga como de Valladolid a Roma (donde había grandes provincias de gentes), comenzaron y acabaron de las maneras susodichas e mucho más y más cruelmente. Aquí acaecieron cosas muy señaladas. …
Otra vez, desde a pocos días, envié yo mensajeros, asegurando que no temiesen, a todos los señores de la provincia de la Habana, porque tenían por oídas de mi crédito, que no se ausentasen, sino que nos saliesen a recibir, que no se les haría mal ninguno (porque de las matanzas pasadas esta toda la tierra asombrada), y esto hice con parecer del capitán; e llegados a la provincia saliéronnos a recebir veinte e un señores y caciques, e luego los prendió el capitán, quebrantando el seguro que yo les había dado, e los quería quemar vivos otro día ...
Después de que todos los indios de la tierra desta isla fueron puestos en la servidumbre e calamidad de los de la Española, viéndose morir y perecer sin remedio, todos comenzaron a huir a los montes; otros, a ahorcarse de desesperados, y ahorcábanse maridos e mujeres, e consigo ahorcaban los hijos; y por las crueldades de un español muy tirano (que yo conocí) se ahorcaron más de doscientos indios. Pereció desta manera infinita gente.
En tres o cuatro meses, estando yo presente, murieron de hambre, por llevalles los padres y las madres a las minas, más de siete mil niños. Otras cosas vide espantables.
Después acordaron de ir a montear los indios que estaban por los montes, donde hicieron estragos admirables, e así asolaron e despoblaron toda aquella isla, la cual vimos agora poco ha y es una gran lástima e compasión verla yermada y hecha toda una soledad.