Rosa Miriam Elizalde - La Jiribilla.- El cierre de las cuentas de Trump llega demasiado tarde y no tiene el olor de claveles, sino de otra práctica discrecional de los monopolios privados en Internet, que actúan según soplen los vientos en Washington.

Rosa Miriam Elizalde.- Le llamaron “ataques sónicos”, “incidentes de salud”, “síndrome de La Habana”.  En nombre de unos supuestos ruidos inexplicables cuyas causas eran difusas, el gobierno de Estados Unidos decidió retirar en septiembre de 2017 a todo el personal no esencial y sus familias de la Embajada de su país en Cuba. Corrieron la voz de que una veintena de diplomáticos referían síntomas tan variados como mareos, vértigo, confusión mental, sordera parcial, trastornos del sueño y lagunas de vocabulario básico, supuestamente provocadas por la exposición a sonidos persistentes de origen desconocido en sus casas o habitaciones de hotel.

Rosa Miriam Elizalde.- Soplan vientos de cambio en Washington. Anthony Blinken ofreció esta semana una fugaz declaración sobre Cuba en una entrevista a la cadena MSNBC en la que derribó, pieza a pieza, el tablero mundial de su antecesor Mike Pompeo. Cuando la periodista Andrea Mitchell le preguntó si revocará la inclusión de la isla en la lista de países patrocinadores del terrorismo, la respuesta del nuevo secretario de Estado se redujo a estamos mirando todo.

Rosa Miriam Elizalde.- En sus últimas horas en la Casa Blanca, Donald Trump publicó los “Logros” de su administración, una lista jactanciosa de supuestos éxitos políticos, económicos y diplomáticos, que escandaliza tanto por lo que dice como por lo que omite.

Patricia María Guerra entrevista a Rosa Miriam Elizalde para Cubaperiodistas.

Rosa Miriam Elizalde.- En Cuba, como en México y otros países donde gobierna la izquierda, no solo se está bregando con el drama de la economía en tiempos de Covid, sino con el acto difícil de la afirmación no nihilista de la vida. El paradigma actual intenta imponer que todas las figuras de la autoridad simbólica han declinado y se disuelven en el aire. La verdad, los imperativos éticos, los proyectos existenciales, las causas políticas, el sentido estético, ya no parecen disponer de ningún suelo firme.

Rosa Miriam Elizalde.- El último episodio de Trump contra Cuba es casi divertido. Después de más de 140 sanciones desde 2017, sin casi nada más que arrebatar a los cubanos e incumplida la promesa de disciplinar a la Isla comunista, se despide de la Casa Blanca con el acto ridículo de meter en su lista negra a la empresa que comercializa el café Cubita.

La Columna