Maribel Acosta Damas.- Vivo en un lugar llamado humanidad, escribió en su perfil de Facebook la poeta cubana Teresa Melo. Y cuando el Covid 19 ha sido declarado pandemia por la OMS, se ha expandido por todo el mundo y los científicos del planeta aúnan voluntades en la búsqueda de una vacuna y de los tratamientos más acertados para enfrentarlo, Cuba está a vanguardia de los esfuerzos de la comunidad internacional. ¿Acaso Cuba puede?

Mientras, se confirma que el número de afectados en la isla suman 10 y se despliegan en todo el país acciones que apuntan a la prevención y a su tratamiento efectivo. No es casual que la isla asuma este camino. La larga experiencia cubana en el enfrentamiento exitoso de emergencias naturales y de salud, en el territorio y en el resto del mundo, constituyen legados acumulados para su uso con creatividad y sentido del contexto.

La brigada "Henry Reeve" arribó a Sierra Leona para el enfrentamiento al ébola el 2 de octubre de 2014 con 162 brigadistas y los grupos de dirección como avanzada de otras que comenzarían a fines de octubre en Liberia y Guinea. Cuba además mantuvo sus 32 brigadas médicas en África, con 4 048 colaboradores, de ellos 2 269 médicos, incluida Sierra Leona con 23 y Guinea Conakry con 16 cooperantes, países donde existía transmisión de este virus.

En una epidemia que parecía incontrolable, los esfuerzos de los galenos cubanos erradicaron la tragedia. Y al mirar hacia atrás, han sido los médicos cubanos los que liderado las campañas de solidaridad y humanismo ante las catástrofes que han sacudido al mundo desde la segunda mitad del siglo XX.

Todo comenzó con la llegada del primer grupo de médicos cubanos a Argelia en 1960. Cuba ha estado presente en cada gesta que ha tenido que asumir el mundo: Desde el año 2013 programas como Más Médicos de Brasil, contó con cerca de 20 000 colaboradores cubanos que atendieron a más de 113 millones de pacientes.

La presencia de médicos cubanos en el mundo asciende a 164 países con más de 400 mil profesionales. Ellos han realizado unas mil 900 millones de consultas, 13 millones 777 mil intervenciones quirúrgicas, y en las universidades cubanas se han graduado 35 mil 787 profesionales de 141 países.

Hacia adentro, Cuba fue capaz de crear un sistema de salud perfectamente articulado con su sistema social, con el desarrollo biotecnológico y la formación de competencias profesionales con gran capacidad innovadora. Los profesionales cubanos han recibido nueve medallas de oro de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), por sus resultados durante 22 años en materia de innovación tecnológica, considerado como hecho extraordinario para una nación del Tercer Mundo.

Cuba fue capaz de asumir con sus propios medicamentos, el impacto de la epidemia de dengue hemorrágico en el país en la década del 80. Ahí comenzó el uso de los nacientes interferones cubanos. Y el 30 de junio de 2015 un comunicado de la Organización Panamericana de la Salud y la Unicef da a conocer al mundo que Cuba se convertía en el primer país del orbe en validar la eliminación de la transmisión materno-infantil del VIH y la sífilis congénita.

Cuba siempre salva. Es ese lugar llamado humanidad.