La televisión, para enorme pesar de nuestros enemigos, sigue siendo una referencia importantísima en la conversación social del pueblo cubano.


Michel E. Torres Corona

Granma

Foto: Caricatura de Pedro

En diálogo patético con uno de esos «influencers del odio» que pululan por el turbulento ecosistema miamense, cierto humorista en decadencia afirmó, en (aparente) broma, que estaba haciendo de todo por salir en Con Filo, pero que no lo complacían. «Mira que me esfuerzo, chico», decía entre risas, «pero no me sacan».

Pasó el tiempo y pasó un águila por el mar. El programa Con Filo, eventualmente, hizo una mención fugaz, casi imperceptible, de aquel humorista en decadencia, tan risueño él. Resultado: una directa de más de dos horas, en las que el otrora actor del ICRT, devenido furibundo opositor y ocasional youtuber, juró una y mil veces que él no era una mala persona. Que él era santo, santo, santo…

Casi con lágrimas en los ojos, aquel pobre hombre comenzó a enumerar «buenas acciones»: que si una donación de cuatro latas de leche condensada, que si fue a un barrio y no cobró, que si una vez adoptó a un perrito callejero… Todo porque en el programa, que tanta risa le provocara antes, habían mencionado cierto spot que el ahora furibundo opositor protagonizara a petición de los muy comunistas Comités de Defensa de la Revolución. Estaba consciente el humorista de que, en Miami, eso no le causaba gracia a los «influencers del odio» (aunque varios de ellos bailaron alguna vez ese mismo son).

Para ser un programa que «nadie ve», como suelen decir sus detractores, Con Filo provoca reacciones muy divertidas en sus «homenajeados». Hasta los «influencers del odio», que suelen llenarse la boca diciendo que en Cuba nadie le hace caso a la televisión, que ellos sí tienen público de sobra, son los primeros en publicar un video o un post cuando salen en la pantalla. Algunos, tratando de disimular, le «agradecen» al espacio por la «promoción»…, pero se les nota el enojo.

Otros ni siquiera disimulan, como es el caso de un «simpático» personaje de las redes, que se dedica a hacer «simpáticos» montajes y que, ante una sencilla alusión indirecta a su persona, montó (nunca mejor dicho) en cólera, con «reto a duelo» incluido (claro que sin pistolas ni floretes, todo vía internet). También están los tuiteros del #SOSCuba, que no se pierden una emisión, que llenan las redes con memes sobre lo malo que está el programa, sobre cómo suelen apagar el televisor cuando empieza…, pero si alguno de su tribu es mencionado, explotan. Llueven los tuits, las publicaciones, las amenazas, los mensajes de odio…

«Fulano, eres famoso: saliste en Con Filo», suelen decir tirios y troyanos. Y no es un dato para la vanagloria de ese programa, sino un detalle importante para nuestro sistema de medios públicos: la batalla hay que darla en todos los frentes, incluso en las redes digitales, pero nos haremos más fuertes si llevamos el conflicto a nuestras mejores posiciones, al terreno donde tenemos mayores ventajas. La televisión, para enorme pesar de nuestros enemigos, sigue siendo una referencia importantísima en la conversación social del pueblo cubano. Lo que popularmente se conoce como «el poder del vidrio» es un recurso muy valioso que no debemos dejar de aprovechar (ni mucho menos dejar que el enemigo lo aproveche en nuestro lugar).

Carcomidos por la impotencia, los «homenajeados» por Con Filo se encuentran en una paradójica disyuntiva: denostar al programa, que «nadie ve», que es «burda propaganda que no convence», tratar de minimizarlo; o tratar de guardar las formas, agradecer la «promoción», ensayar una sonrisa.

Pero en el fondo, sus enconadas reacciones, mayoritariamente involuntarias, delatan su verdadera preocupación: el programa sí se ve, el programa sí convence, y cuando ellos salen en el vidrio, cuando los «sacan en Con Filo», siempre pierden, porque el público cubano, la enorme teleaudiencia que a esa hora está mirando la pantalla, los ve como en realidad son. Diablos, diablos, diablos…

Opinión
Foto: Roberto Suárez. Fotos obtenidas de Juventud Rebelde....
Los congresistas anticubanos Mario Díaz Balart y María Elvira Salazar. Foto: Archivo / Tomada de transmisión en video....
Imagen: Síndrome de La Habana, ¿teoría conspirativa o realidad? KienyKe.com...
Lo último
Girón, abril de victoria
Marilys Suárez Moreno - Revista Mujeres / Ilustración Claudia Alejandra Damiani. Tomada de Cubadebate.- En Girón, toda Cuba se puso en pie de guerra para hacerle frente al enemigo invasor. Firmes en sus posiciones, dispuestas a p...
Ver / Leer más
La Columna
El día que Mérida perdió
Por Lorenzo Gonzalo*/Foto Virgilio Ponce -Martianos-Hermes-Cubainformación-Radio Miami.- La ciudad de Mérida, la ciudad blanca de Yucatán está de luto.El día 15 de abril a las 5:00 pm falleció un grande de la...
La Revista