Soledad Cruz Guerra - cubaperiodistas.- Los sucesos recientes en Brasil, lo ocurrido en Perú con Pedro Castillo, las provocaciones para un nuevo golpe de estado en Bolivia, el proceso judicial contra Cristina en Argentina, muestran la fragilidad incrementada de un modelo de democracia que en realidad nunca ha significado el poder del pueblo, pero que ahora, sin recato, vulnera las esencias que dice defender al no respetar las elecciones mayoritarias de los ciudadanos y convertir a la cacareada división de poderes en unidad a favor de las fuerzas derechistas cuando es necesario eliminar opositores incómodos a los intereses del gran capital que, en verdad. domina en la mayoría de las naciones.