Paula Marconi - Cuba en Resumen - Foto: Insurgente.- Los falsos amigos de Cuba son peligrosos, porque las raíces de su amistad son tan endebles como las raíces de la hierba que crece sobre las lápidas; esos que son amigos, mientras reciben trato de celebridad y miran la realidad desde las ventanas del Hotel Nacional. Parece ser el caso de Fito Páez, quien pasó sin escalas de: “Cuba me salvó la vida, acá recibí un abrazo de amor que hasta el día de hoy es uno de mis sostenes para vivir”; a decir: “ya pasaron 64 años, ya está, se terminó. Basta de echarle la culpa al bloqueo norteamericano”; “hay que buscar una manera más inteligente para que no siga muriendo gente de hambre ni en el mar”.