Como todos sabemos, los Cinco, fueron falsamente acusados e injustamente encontrados culpables de cargos relacionados a conspirar para cometer espionaje en contra de Estados Unidos. Todos aquí sabemos, porque aquí vivimos y porque así fue demostrado por la defensa durante el juicio, que los Cinco estaban en Miami con el propósito de infiltrarse en organizaciones terroristas –como hicieron- y conocer de sus planes criminales en contra de inocentes, en Cuba y en este país.
Como todos también sabemos, abusando del espíritu y de la letra de ley y de los procesos jurídicos, el gobierno de Estados Unidos ha mantenido presos a los Cinco; ahora comienzan el décimo año de su encarcelamiento.
Pero la decisión de los Cinco de mantenerse leales a la noble tradición patriótica y heroica de nuestro pueblo ha sido fructífera en la lucha en contra del terrorismo.
Estos largos años han servido para hacer saber a cada más sectores de opinión, en este país y en el resto del mundo, la verdad de la alianza de los gobiernos de Estados Unidos con los terroristas de la extrema derecha cubano americana. Y cómo esta nefasta alianza ha resultado en miles de víctimas inocentes. Como también para hacer saber que los gobiernos de Estados Unidos amparan a estos terroristas y encarcelan a los que los combaten.
Para recordarnos de la crueldad impuesta a los Cinco por luchar en contra del terrorismo hoy repito las condenas de cada uno de ellos: Gerardo Hernández a dos condenas de prisión perpetua más 15 años; Ramón Labañino a una condena de prisión perpetua más 18 años; Antonio Guerrero a una condena de prisión perpetua más 10 años; Fernando González a 19 años de prisión; y René González a 15 años de prisión.
Estimo pertinente en esta oportunidad citar del alegato de Ramón Labañino leído por el ante el tribunal en la vista de su sentencia el 13 de diciembre del 2001, tres años y un día después que los Cinco fueran arrestados.
Dijo Ramón: “Nosotros, que hemos dedicado nuestras vidas a luchar contra el terrorismo, a evitar que actos tan atroces como estos ocurran; que hemos tratado de salvar la vida de seres humanos inocentes no sólo de Cuba sino del propio Estados Unidos; hoy estamos aquí en esta Sala para que se nos condene precisamente por evitar actos como estos. ¡Esta condena no puede ser más irónica e injusta!” […]
“Desde esta misma ciudad de Miami se ha planificado, organizado y dirigido el terrorismo en contra de mi país, Cuba. Desde aquí se patrocina a los terroristas y sus actos, se les alienta y financia, se les da albergue; y lo más penoso de todo esto es que esto sucede con el conocimiento y la anuencia de las autoridades de este país. Baste con leer detenidamente toda la evidencia de nuestro caso, que es plena en todo este tipo de acciones terroristas. Cuba, mi país, ha sufrido por más de 42 años actos terroristas, agresiones, invasiones y provocaciones que han traído la muerte de más de 3,478 seres humanos inocentes y más de 2,099 heridos. Cuba, al igual que Estados Unidos, tiene derecho a defenderse.” […]
“En ningún momento hemos buscado información que ponga en peligro la seguridad nacional de este país. Es una total manipulación, que nunca aceptaremos, y una razón por la cual decidimos ir a este juicio, además de exponer claramente esta verdad de todos los actos criminales que desde territorio norteamericano se lleva contra Cuba y el propio Estados Unidos.” […]
“Mientras exista esta política criminal contra mi pueblo, seguirán existiendo hombre como nosotros, como elemental medida de autodefensa. Tal como hoy día Estados Unidos necesita de manera urgente conocer dentro de las organizaciones terroristas que lo atacan. Esa es una realidad que nadie podrá detener”. […]
Y concluyó Ramón: “¡Si por evitar la muerte de seres humanos inocentes, si por defender a nuestros dos países del terrorismo, y evitar una invasión inútil a Cuba es por lo que se me condena hoy, pues bienvenida sea!”
