Prensa Latina.- Bolivia sumó esta semana un nuevo elemento de tensión, luego que el Senado aprobó la ley sobre un referendo revocatorio de los mandatos del presidente y el vicepresidente de la República, y los nueve prefectos departamentales.

En una intempestiva sesión y sustentado por el voto de la oposición, la cámara alta se reunió este jueves y sancionó la propuesta lanzada por el jefe de Estado en diciembre pasado como una estrategia para solucionar la crisis política del país.

Precisamente ese fue el argumento esgrimido por los miembros del lado opositor para apoyar la celebración de la consulta, la cual fue refrendada por la administración.

Sin embargo, la norma se había mantenido congelada en el Congreso durante varios meses, por lo que miembros del gobernante Movimiento Al Socialismo (MAS) consideraron la decisión como una táctica de los opositores para desestabilizar al gobierno.

El jefe de la bancada del MAS en esa instancia, Félix Rojas, dijo a Prensa Latina que su partido está de acuerdo con la propuesta de ley, pero no la considera oportuna, cuando se hacen esfuerzos en pos de concertar las posiciones de los diferentes actores políticos.

Ahora el país exige que se reanude el diálogo, pero si se sanciona este proyecto perjudicaremos cualquier acercamiento, aseveró el parlamentario después de concluir una jornada de encendida polémica.

En un discurso a la nación, el mandatario enfatizó su voluntad de legitimar cuanto antes la norma aprobada en el Senado, por la unidad del país y el respeto a la legalidad, al Estado de derecho y sobretodo, al Congreso Nacional.

"Esta iniciativa ha sido del gobierno nacional. Esta es una forma de cómo profundizar la democracia en nuestro país; si bien los políticos no podemos acordar fácilmente, es mejor que el pueblo decida el destino del país", declaró.

Morales comentó sentirse satisfecho por la aprobación de la propuesta, pero cuestionó la demora que experimentan algunas otras leyes para recibir el visto bueno del ente legislativo.

Para mantener sus puestos, los principales dirigentes de la nación no pueden recibir una cifra de votos en contra superior a los sufragios favorables obtenidos cuando fueron elegidos para sus actuales funciones.

Otro asunto que mantiene en vilo a la nación suramericana es la convocatoria a las negociaciones realizada por Morales a los prefectos.

La máxima autoridad nacional fijó el encuentro para el próximo lunes, pero varios analistas dudan del éxito del mismo tras la renuncia a participar de los dirigentes Leopoldo Fernández (Pando), Ernesto Suárez (Beni) y José Luis Paredes (La Paz).

Los territorios de Pando y Beni preparan para el venidero 1 de junio sus plebiscitos autonómicos, que al igual que ocurrió con el de Santa Cruz, han sido declarado ilegales y anticonstitucionales por la Corte Nacional Electoral