Alberto Mas, corresponsal de Cubainformación en Buenos Aires con información de M1 y La Retaguardia.- La organización Abuelas de Plaza de Mayo anunció la recuperación del nieto 138. Nació en el cautiverio de su mamá en la ESMA. Es hijo de Marta Enriqueta Pourtalé y Juan Carlos Villamayor, secuestrados el 10 de diciembre de 1976 en la Ciudad de Buenos Aires. Es nieto de Rosa Pourtalé.
La madre del nieto recuperado estaba embarazada de nueve meses cuando fue secuestrada junto a su esposo. Ambos fueron reconocidos dentro de la ESMA a partir de testimonios que dieron las y los sobrevivientes del Centro Clandestinos de Detención, Tortura y Exterminio.
Marta nació en la localidad bonaerense de Azul y Juan Carlos en la Ciudad de Buenos Aires. Ambos militaban en la organización Montoneros y en aquel momento eran conocidos como «La Negra» o «María» y él como «El Negro», «Negrolín» o «Ricardo».
El nieto recuperado tiene un hermano que nació en 1972, el primer hijo que tuvo Marta con su anterior pareja.
La preocupación de Abuelas de Plaza de Mayo por el avance negacionista
Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas, hizo un llamado urgente esta semana a la comunidad internacional para observar la situación en Argentina y apoyar la defensa de los derechos democráticos y humanos que costaron décadas construir. En un contexto de retrocesos impulsados por el gobierno de Javier Milei, las Abuelas denunciaron mediante un informe el desmantelamiento de políticas clave en memoria, verdad y justicia, pilares fundamentales para abordar las heridas de la última dictadura militar (1976-1983).
Este organismo, fundado en 1977 por madres de desaparecidos, mantiene viva su lucha por restituir la identidad de niños apropiados durante el terrorismo de Estado. Estos menores, robados y entregados a familias relacionadas con los perpetradores, forman parte de una tragedia que aún persiste: más de 300 personas desconocen su verdadera identidad. Entre los logros alcanzados, las Abuelas han resuelto 137 casos (138 con el de hoy) en casi cinco décadas, una tarea que requiere del apoyo de instituciones que hoy se ven amenazadas por la gestión actual.
Claudia Poblete, miembro de la comisión directiva y una nieta restituida, advirtió sobre los efectos del desfinanciamiento estatal. Recuperó su identidad en el año 2000 tras ser secuestrada con su madre cuando era bebé. Sus palabras reflejan la urgencia de preservar los mecanismos institucionales: “Con todas las herramientas funcionando, logramos resolver 137 casos en 47 años. No podemos permitirnos perder ningún recurso en esta búsqueda compleja”.
El informe presentado por Abuelas, elaborado en colaboración con la Fundación Heinrich Böll, detalla medidas regresivas del gobierno de Milei, como el cierre de la Unidad Especial de Investigación de la CoNaDI, que había resuelto más de 2.400 casos judiciales. Además, se restringió el acceso a archivos de las fuerzas militares y policiales, y se desmantelaron equipos de investigación clave, como los que analizaban documentos de las Fuerzas Armadas y casos de violaciones a los derechos humanos.