Permitirá duplicar la capacidad de producción del metal líquido para obtener palanquillas y perfiles laminados.
Ana Margarita Gonález y Evelio Tellería - Trabajadores.- Después de 33 intensas jornadas concluyó el montaje de un nuevo horno de fundición por arco eléctrico en la siderúrgica José Martí, del Cotorro, en la capital cubana, lo cual permitirá duplicar la capacidad de producción del metal líquido para obtener palanquillas y perfiles laminados.
En estos momentos se encuentra en fase de ajuste y puesta en marcha la primera etapa del proceso inversionista en Antillana de Acero, y en en los próximos días se realizará la arrancada en caliente de ese equipo que sustituye al existente desde comienzos de la década del 90.Cuando entre en producción este nuevo horno, se reducirá a la mitad el tiempo actual de duración de las hornadas, con el consiguiente aumento de la productividad de la industria.
Según informó el ingeniero Jorge Luis Batista, director general de la mayor siderúrgica de Cuba, el nuevo horno tiene capacidad para entregar 70 tonleadas de metal en cada colada, sin embargo, en un proceso anterior quedó montado un transformador de 72 MVA, elemento fundamental para extraer el doble de la productividad a la acería.
La sustitución del transformador también implicó la sustitucion de todo el cableado de alto voltaje que va hasta la subestación de 220 KV a la acería, que ahora recibió un mantenimiento general.
Previo al montaje del nuevo horno se hizo una reparación capital a la máquina de colada contínua, se instaló una planta para tratamiento de agua que garantiza mayor calidad de la misma, una casa de bombas hidráulicas, la instlacion de equipos de recirculación del líquido, y se abrió un pozo para el suministro a ambos objetos de obra.
De igual manera se han beneficiado otros equipos auxuliares como grúas de elaboración y vaciado, hornos de afino y de calentamiento de cuchara, y se hizo el revestimiento de las bóvedas con material refractario de procedencia nacional.
Batista apuntó, que esas y otras labores de modernización tienen el propósito de elevar la producción a 450 mil toneladas de acero al carbono, lo cual no se alcanzará de inmediato, pues precisa de la ampliación de la máquina de colada contínua, cuya capacidad actual asimila solamente 250 mil toneladas en un año, de manera que es un proceso inversionista que abarca un trieno aproximadamente.
“Estas inversiones muestran la confianza deposita en nosotros por la dirección del país, para continuar incorporando la mas alta tecnología para la producción de acero, y representa iu paso muy importante en la consolidación de Antillana como suministrador líder de barras y perfiles para viviendas, obras sociales y las exportaciones”, significó Batista.
Ubicada a unos 20 kilometros del centro de la capital cubana, Antillana de Acero realizó su primera colado de metal el 4 de mayo de 1959. Desdes entonces se han realizado varios proceso de ampliación de capacidades, entre ellas la puesta en marcha de cinco hornos Martin de tecnología soviética, y a comienzo de la decada del 90, la introducción de las acerías eléctricas cuyo deterioro se acentuó por la carencia de piezas y componentes.
