Gestionada por la Oficina Nacional de Diseño (ONDI), esa base de datos surge con el propósito de valorizar y proteger a nacionales y extranjeros avalados en el sector, en momentos que urge promover la presencia del buen diseño a favor del desarrollo de la economía cubana.
Carmen Gómez Pozo, directora de Imagen y Promoción de la entidad, explicó a la AIN que ese instrumento permitirá mayor control sobre la práctica de la especialidad y sus profesionales, en aras de evitar la improvisación, sobre todo al proliferar nuevas figuras en el entorno económico, las cuales también requieren servicios de calidad.
Como por primera vez se aúna a todos los diseñadores del país en una misma base, una de sus ventajas será servir de garantía a las organizaciones empresariales, porque deberán contratar a quienes estén debidamente inscritos, para no incurrir en ilegalidades, consideró la directiva.
Publicada el 15 de julio en la Gaceta Oficial de la República de Cuba, la Resolución 202 —referente al Registro Nacional de personas naturales autorizadas a ejercer la actividad de Diseño Industrial y de Comunicación Visual—, estableció un plazo de 120 días para la puesta en marcha de la herramienta.