Miguel Febles Hernández - Granma.- Cuando restan poco menos de dos meses para el inicio en Cuba de la zafra azucarera 2020-2021, los ingenios que entrarán en operaciones aceleran las reparaciones de la industria y de la maquinaria, prestos a enfrentar una campaña que se torna compleja ante la falta de recursos imprescindibles
Cuando restan poco menos de dos meses para el inicio en Cuba de la zafra azucarera 2020-2021, los ingenios que entrarán en operaciones aceleran las reparaciones de la industria y de la maquinaria, prestos a enfrentar una campaña que se torna compleja ante la falta de recursos imprescindibles.
Dado su peso decisivo en el aporte camagüeyano, tales acciones fueron evaluadas por José Ramón Monteagudo Ruiz, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido, y Jorge Luis Tapia Fonseca, viceprimer ministro del Gobierno, en los centrales Panamá y Batalla de Las Guásimas, de este municipio.
Área por área y equipo por equipo, ambos dirigentes revisaron al detalle el nivel de alistamiento alcanzado hasta la fecha, proceso que debe caracterizarse por el rigor y la calidad de los trabajos a realizar, todos los cuales se someterán a una certificación oficial sin la cual ninguna de las industrias podrá comenzar a moler.
«Hay tiempo aún para comprobarlo todo», señaló Tapia Fonseca, al referirse a la obligación de los grupos técnicos y de mantenimiento de verificar el estado de cada uno de los eslabones que participarán en la próxima contienda azucarera, para evitar paradas imprevistas por roturas y problemas operacionales.
«Todo ello se logrará, puntualizó, con una mayor disciplina laboral y tecnológica, con la exigencia y el control por parte de los directivos, y con la comprensión y la motivación de todos los trabajadores de que, de su actuar personal en cada puesto de labor, en mucho dependerán los resultados que se esperan».
Si bien el central Panamá presenta una situación favorable en los preparativos de zafra, un esfuerzo mayor corresponderá al colectivo del «Batalla de Las Guásimas», para dejar atrás, de una vez por todas, la ya larga cadena de incumplimientos, que incide de manera negativa, por su capacidad de molida, en el desempeño provincial.
«Lo importante de esta etapa previa, aclaró Monteagudo Ruiz, es que, a partir de un trabajo riguroso, nada sorprenda, lo que conlleva el análisis diario de cada problema para que se puedan adoptar a tiempo las decisiones pertinentes y evitar que la cosecha y producción se desfasen con su secuela de contratiempos».
Tras insistir en la necesidad de hacer una próxima zafra azucarera corta y eficiente, el dirigente partidista precisó que ello permitirá asumir, en el tiempo establecido, los compromisos de siembra y atención de los cañaverales, única manera de recuperar uno de los principales renglones exportables del país.
