A nosotros nos parece que representar la voluntad de nuestros campesinos, obreros y profesionales requiere una elevada preparación, un vínculo con la masa, con el pueblo que nos eligió y sobre todo mucho trabajo para dar respuesta a múltiples planteamientos. Tenemos que explicar, vincularnos, atenderlos, entendernos.

Militante de la UJC y del PCC,  para Misleydis no es difícil atender a la vez sus obligaciones como maestra de la escuela primaria Augusto César Sandino y diputada a la Asamblea Nacional.

“La fórmula es la planificación desde todos los ámbitos de tu vida, porque además, no puedes dejar de ser joven, no puedes dejar de ser maestra, de ser hija, de cuidar y atender a la familia y a los amigos”.

Optimizar el tiempo, señala, me parece que es la fórmula ideal, sin esquemas de ningún tipo; tratar de organizar los minutos y los segundos que tienes en el día, para cumplir bien con los alumnos, sin que esto te afecte en las actividades que como representante de un órgano de gobierno tienes después que hacer.

Así, a veces se juntan la visita a un consejo popular, el trabajo los fines de semana, en horas de la noche, y compartir con la familia, hacer vida de familia, porque todo es esencial, estima.

Máster en Ciencias de la Educación, Misleydis precisa que al ser elegida por la FEU no tiene una estrecha responsabilidad como delegada de una circunscripción, pero participa por el distrito que fue electa en las reuniones, en las  rendiciones de cuenta; es invitada a las asambleas provinciales, y asiste a los consejos y plenos de la organización que decidió que ella fuera su representante en el Parlamento.

Excelente comunicadora, resalta que en Ciego de Ávila casi el 50 por ciento de los diputados son mujeres y hay un balance entre sexo, raza, nivel de escolaridad.

Para esta muchacha, la más joven diputada por su provincia, “cuando se habla de posición de la mujer se habla de principios y los principios que defiende la mujer cubana, afirma, son los de la revolución”.

Las mujeres tenemos hoy un papel protagonista sobre la base de los principios que la revolución defiende, de la igualdad de derechos de oportunidades, de ocupar cargos en los diferentes niveles de dirección de nuestro país, señala antes de destacar que esos derechos que disfrutamos las cubanas y que no poseen otras representantes del sexo femenino del mundo, los hemos aprovechado muy bien.

Misleydis, a quien conocimos en el capitalino Palacio de las Convenciones, donde asistió el pasado sábado al II Período de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular, expresa orgullosa que en el Parlamento hay una representación muy importante de mujeres de todas las edades, provincias, razas.

Nuestra voz, afirma, se escucha, porque estamos en plena igualdad que los hombres.

Interrogada sobre el papel de las diputadas cubanas en el trabajo que realiza Cuba en la recuperación, tras el reciente paso de tres huracanes por la Isla, sostiene que “la función nuestra es impulsar, es cumplir lo orientado y apoyar y formar y ser parte de todas las transformaciones y tareas que asumen nuestras provincias es ese proceso”.

La joven diputada no quiso dejar de reconocer la labor de sus maestros, “pues gracias a la formación que me dieron, hoy con 26 años estoy sentada ante un Parlamento”.

Finalmente, expresó: “A ellos, seguidores de las ideas de Fidel, de Raúl y de esta Revolución, mi eterno reconocimiento y agradecimiento”.