«Resta ejecutar políticas preventivas y educativas en los potenciales agresores, denunciar los sucesos de esta índole de manera detallada sin revictimizar a las implicadas y condenar por vías legales cualquier agresión»

Rosanyela Cabrera Viera, estudiante de Periodismo - Alma Mater.- Villa Clara, 28 de febrero de 2016. El victimario llevó a sus dos hijos a pasear al zoológico en la mañana, y al regresar a la casa asfixió a la niña, le prendió fuego a la vivienda con ambos dentro e intentó hacer lo mismo con el pequeño. Producto del crimen, por motivos pasionales, falleció la menor de seis años de edad, y el varón de cuatro años sufrió lesiones graves pero pudo escapar (Fuente: Cubadebate).

Cienfuegos, 26 de septiembre de 2016. Al entrar al callejón, ya la estaban esperando. No le dio tiempo a nada, la atacaron por detrás y le taparon la boca. La llevaron al Plan Mango y la sentaron sobre un tronco, luego fueron a unos pozos cercanos y en un caballo, casi desmayada, la trasladaron hacia una pequeña presa. La secuestraron, la violaron, la mataron y ahí la enterraron (Fuente: Periódico 5 de Septiembre).

Sancti Spíritus, 22 de agosto de 2018. El cadáver de la joven apareció en un lugar conocido por Camino Jorobao, al oeste de la ciudad espirituana. Esa noche la muchacha se bañó y comió en su casa y quiso vestir de blanco en su salida nocturna. El autor del hecho reconoció que, como no consiguió violarla, la privó de la vida (Fuente: Periódico Escambray).

Santiago de Cuba, 8 de noviembre de 2020. Las jóvenes asesinadas esperaban un transporte para dirigirse a la Universidad de Oriente donde cursaban la Licenciatura en Educación Preescolar. El homicida le disparó no solo a las dos amigas sino a una tercera que también compartía con ellas, pero esta última pudo huir a tiempo y quedó con vida. El criminal tuvo relaciones cercanas con una de las víctimas; fue su pareja oficial y tenían un hijo en común (Fuente: Reporte de Cuscó Tarradell-Actualidades, en Facebook).

Foto: Universidad de Chile

Como un golpe en el rostro, impacta la primera historia, luego la segunda, la tercera y la cuarta… No por terribles, son hechos aislados; y aunque cada caso se distingue de provincia y espacio temporal, los patrones violentos resultan frecuentes en el archipiélago cubano.

El 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, apunta un tema sumamente preocupante, que incluye los femicidios y cualquier acto de violencia económica, psicológica, emocional, física y sexual contra mujeres. La fecha honra a las hermanas Mirabal, tres activistas políticas de la República Dominicana asesinadas en 1960, por orden del dictador Rafael Trujillo.

En la actualidad, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una de cada tres mujeres sufre violencia física o sexual. Respecto a Cuba, la base de datos mundial sobre la prevalencia de la violencia contra la mujer, refleja que el 3% de la población femenina de 15 a 99 años, fue violentada en el ámbito de pareja, durante el 2021. No obstante, hay que tener en cuenta que no todas las mujeres denuncian los conflictos intrafamiliares del que son víctimas, esta cifra puede ser mucho mayor.

Por tanto, los medios cubanos deben ofrecer cobertura de todas las desapariciones y asesinatos de mujeres por motivo de género, para conocer y acceder a datos nacionales fiables y comparables, en aras de promover las intervenciones en materia de prevención y respuesta.

El Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas añade que el 90% de quienes cometen homicidio en el mundo son hombres. El dato coincide con la realidad cubana, de acuerdo con el Anuario Estadístico del Ministerio de Salud Pública (Minsap), en el 2020, un total de 365 individuos murieron por agresiones, perpetrados en la mayoría de los casos entre personas del sexo masculino.

Sin embargo, las defunciones de mujeres por esta causa (95 homicidios), generalmente se ejecutan en manos de sujetos cercanos a la víctima, impulsados por los celos, la superposición de poder o intereses eróticos. Lo cual denota, no solo un índice de delincuencia, también comportamientos misóginos, machistas y patriarcales.

Cada dos años la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Undoc) presenta un informe a nivel mundial. En el 2019 se constató que el 72% de las víctimas de trata son mujeres y el 82% de ellas se trafican con fines de explotación sexual. El Informe Nacional sobre Trata de Personas del 2021, en Cuba, revela 10 hechos de proxenetismo, trata y corrupción de menores, en el que las involucradas son niñas.

El bombardeo de estadísticas del que ha sido objeto el lector en este comentario, tiene como único objetivo alertar de un fenómeno recurrente en la sociedad cubana. Resta ejecutar políticas preventivas y educativas en los potenciales agresores, denunciar los sucesos de esta índole de manera detallada sin revictimizar a las implicadas y condenar por vías legales cualquier agresión.