En el encuentro de emprendedoras se abordaron desafíos diversos, como la gestión del tiempo, la importancia del autocuidado, la delegación de responsabilidades o la necesidad de promover espacios amigables con la infancia.
Lisandra Fariñas - Red Semlac / Foto: SEMlac Cuba.- Impulsar sus emprendimientos a la par que la maternidad, escucharse, apoyarse y también articularse en redes que les permitieran sortear obstáculos en ambas esferas de la vida fueron propósitos de un espacio de reflexión que reunió a una veintena de mujeres bajo el título “Emprender siendo mamá”.
El encuentro sirvió para hablar sobre experiencias diversas y desafíos que van, desde la gestión del tiempo hasta el autocuidado, la delegación de tareas y la necesidad de promover espacios amigables con la infancia, donde las mujeres puedan participar sin que la presencia de hijas e hijos sea un impedimento.
“Emprender siendo mamá” surge como una necesidad personal de contar con un espacio donde madres emprendedoras encuentren reflejadas sus realidades y vida cotidiana, explicó Zailin Pérez Zaldívar, líder del proyecto “Los colores de Isa,” quien convocó a la cita el 6 de marzo, en la Casa de Orientación a la Mujer y la Familia del municipio de Plaza de la Revolución, en La Habana.
Para Zailin Pérez Zaldívar, promotora del encuentro, este era un espacio que se echaba en falta. Foto: SEMlac Cuba
“Queríamos vernos porque no estamos solas en nuestras luchas diarias; otras mujeres enfrentan desafíos similares y encuentran soluciones”, dijo a SEMlac en referencia a situaciones que suponen lidiar con el estrés de la vida diaria, el trabajo, las responsabilidades laborales y la crianza de hijos e hijas.
“Pese a nuestras diferencias, compartimos problemas similares y necesitamos conocer cómo otras mujeres logran sobresalir, por encima de necesidades, carencias y desafíos”, dijo al término del encuentro, del cual salieron ya conectadas en un grupo de WhatsApp y con la aspiración de reencontrase cada tres meses.
“El enfoque principal fue el autocuidado y la necesidad de priorizarnos nosotras mismas, evitando castigarnos y culparnos excesivamente; además de aprender a gestionar nuestros tiempos”, señaló.
Ellas cuentan sus vivencias
Varias emprendedoras reconocieron que es posible equilibrar la maternidad y los negocios, pero “se necesita de un entorno más amigable para quienes emprenden y cuidan de sus hijos”, apuntó Pérez Saldívar.
Varias emprendedoras compartieron sus experiencias como madres y líderes empresariales, pese a los desafíos diarios. Foto: SEMlac Cuba
Yadira Rachel Vargas Orta, líder de Rizo Libre, asegura que ha encontrado la felicidad y el equilibrio al emprender mientras cuida de sus dos hijas, Melisa y Lucía. “Ser madre de mis dos niñas es mi primer proyecto de vida”, señaló.
“Durante mi segundo embarazo logré terminar mi Maestría en Conservación. Decidí emprender cuando mi hija Lucía tenía apenas un mes de nacida y Melisa, un año. Aunque fue difícil sin una gran red de apoyo, encontré mi tiempo, estabilidad y felicidad.
“Rizo Libre es un proyecto cultural y educativo que se centra en la afroestética. Desde allí he creado el primer libro infantil cubano y una colección de materiales didácticos con esta temática. Rizo Libre es mi filosofía de vida y lo aplico como método de enseñanza, buscando un mundo sin prejuicios para mis hijas”, explicó.
Detrás de cada emprendedora “hay una ama de casa, trabajadora, cuidadora, pero no por eso hay que renunciar a ser una mujer con sueños”, dijo Jennifer Milián Duany, líder de Universa, quien encontró en la bisutería una forma de expresar su creatividad en los días del confinamiento por la pandemia de covid-19.
Con ella coincide Madelaine Rodríguez Rojo, líder de Decoluz, quien comenzó a crear lámparas artesanales con tuberías de PVC en 2019. En su opinión, esos sueños también se logran si existen redes de apoyo entre las mujeres. Mediante Decoluz conoció a otras emprendedoras y juntas formaron el bazar Artesanías y Manías, que funciona asociado al Centro Loyola Reina, de filiación religiosa, que realiza trabajo socio educativo en el municipio de Centro Habana.
Actualmente explora nuevos caminos y coordina el proyecto InCubaEmpresas, del propio centro, que apoya otros emprendimientos. “DecoLuz me salvó de muchas cosas y me permitió volcar mi creatividad. Ahora me siento motivada trabajando en equipo para ayudar a quienes deciden emprender”, apuntó.
Las participantes también coincidieron en la importancia de que existan redes de apoyo entre las mujeres. Foto: SEMlac Cuba
Yoana Hidalgo Parra, fundadora de Giulia Lazos, descubrió su pasión por las manualidades al crear adornos para el cabello de su hija Yuliana. “Aunque requiere esfuerzo y tiempo, decidí seguir mi pasión. Pero reconozco que es un ritmo acelerado entre el trabajo y el hogar, que supone muchas veces cargas extras”.
Yainiris Díaz, quien creó en 2020 SugieroCuba, para visibilizar el trabajo emergente en el país, estimó que ser madre también es un emprendimiento y refirió que los tiempos con los niños y para una misma son fundamentales. “Hay que saber gestionarlos y autocuidarnos”, sostuvo.
“Uno de los mayores retos es equilibrar el tiempo dedicado a mi hijo y al emprendimiento; a veces es un conflicto que requiere tomar decisiones y priorizar”, apuntó Liudmila Peña Herrera, de Elecreativa, dedicado a la producción audiovisual con un enfoque en los emprendimientos de mujeres.
Por su parte, Sara Ida Hernández, impulsora de Yo puedo emprender, vinculado a la Casa de Orientación a la Mujer y la Familia, sostiene que emprender es un desafío que las mujeres abordan enfrentando obstáculos adicionales, debido al patriarcado.
“Ser madre y emprendedora agrega una complejidad adicional”, sostuvo Hernández, quien compartió sobre la ayuda que recibió de la Federación de Mujeres Cubanas en momentos muy difíciles para ella, cuando más lo necesitaba. Ahora, mediante su proyecto, brinda apoyo y guía a mujeres que desean emprender.