Por Manuel E. Yepe*/Foto Virgilio Ponce -Martianos-Hermes-Cubainformación.- La crasa tosquedad del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en asuntos de educación cívica y formal no puede justificar las barrabasadas cotidianas de este falso orate devenido jefe de Estado que, en última instancia, van en principal detrimento de la reputación y la dignidad de los ciudadanos estadounidenses.
Por Manuel E. Yepe*/Foto Virgilio Ponce -Martianos-Hermes-Cubainformación.- El proyectado muro para separar a México de lo que había sido territorio propio suyo hasta el día que le fue arrebatado por Estados Unidos; la caracterización por el Presidente de Estados Unidos de las naciones de África como países letrinas de mierda; la expulsión de residentes salvadoreños, nicaragüenses y haitianos de suelo estadounidense; la deportación de los jóvenes indocumentados llegados a EE.UU. en la infancia conocidos como los “dreamers”; el rechazo a la acogida de refugiados; la reducción a la mitad de las tarjetas verdes, y otras acciones contra la inmigración han caracterizado la política exterior de Washington durante la presidencia de Trump. En contraste con lo que siempre ha divulgado la propaganda hegemónica de Estados Unidos por el mundo, presentando a su país como modelo de democracia y paraíso de bienestar hasta el punto de haberlo convertido en la tierra fantaseada por millones de emigrantes de naciones pobres, ahora el presidente norteamericano está haciendo hasta lo inimaginable por poner fin a tal imagen, recurriendo para ello a decisiones que presagian una gran violencia.
Por Manuel E. Yepe*/Foto Virgilio Ponce -Martianos-Hermes-Cubainformación.- Un buen amigo mío radicado en Estados Unidos desde hace muchos años, a quien considero un excelente analista de temas de política internacional, me comenta que el ex presidente James Carter ha reconocido hace apenas unos meses que fue un error suyo el no haber completado el proceso de normalización de relaciones con Cuba durante su mandato en la Casa Blanca.