AMY GOODMAN: El militante anti Castro cubano y ex operativo de la CIA, Luis Posada Carriles comparecerá a juicio en El Paso, Texas, a finales de esta semana. Posada está involucrado en una serie de ataques fatales, entre los que se incluye la voladura de un avión de pasajeros cubano que cobró la vida de 73 personas. Sin embargo, tras una medida que generó protestas en todo el mundo, Posada no será enjuiciado por terrorismo, sino por fraude migratorio, acusado de mentir a las autoridades estadounidenses a su llegada al país hace dos años. El gobierno de Bush se ha rehusado a extraditarlo a Cuba o Venezuela, con el argumento de que podría ser sometido a torturas.
Hay nuevos acontecimientos en el caso de Posada. Las autoridades han presentado documentos que demuestran que el FBI cree que Posada planificó una serie de atentados con bombas fatales en Cuba en los años noventa. Entretanto Posada y el gobierno estadounidense están tratando de invalidar posibles pruebas perjudiciales de su juicio. Los abogados de la defensa han presentado una moción para omitir declaraciones de Posada de una entrevista con funcionarios del servicio de inmigración de 2006. Por su parte, los fiscales del gobierno han presentado otra para prohibir que Posada hable sobre sus vínculos con la CIA.
El ex presidente George Bush, padre, dirigía la CIA en octubre de 1976 cuando tuvo lugar la explosión de la aeronave civil cubana donde perdieron la vida 73 inocentes. Esos acontecimientos se producen justo cuando el Archivo de Seguridad Nacional, centro de documentación de interés público, ha publicado información nueva que vincula a Posada con dicho atentado. Para más información pasamos a Washington, D.C., donde se encuentra Peter Kornbluh, analista principal del Archivo de Seguridad Nacional que dirige los proyectos de documentación sobre Cuba y Chile. Peter es un placer tenerte con nosotros.
PETER KORNBLUH: Buenos días, Amy.
AMY GOODMAN: Peter, comience hablándonos sobre este nuevo documento que acaba de aparecer en su sitio web, un manuscrito que se cree era de Posada.
PETER KORNBLUH: Bueno, este es un documento que fue escrito por un empleado de Luis Posada, un individuo llamado Hernán Ricardo Lozoano. Ricardo de hecho fue condenado por haber colocado la bomba a bordo del avión, pero es evidente que lo hizo a instancias de Luis Posada y de otro terrorista anti Castro, Orlando Bosch. Hemos desclasificado documentos del FBI y la CIA, provenientes de fuentes confidenciales, que aseguran que Posada planificó la voladura del vuelo de Cubana del 6 de octubre de 1976.
Además ahora tenemos lo que pudiera clasificarse como un informe de exploración de posibles objetivos de terrorismo que el empleado de Posada Hernán Ricardo escribiese a mano que fue hallado por investigadores venezolanos, según mis fuentes en la oficina de Posada, después de la explosión del avión. Este informe en esencia detalla los posibles lugares blancos de atentados terroristas en Trinidad, Ciudad Panamá, Bogotá Colombia y cualquier otro sitio que tuviese vínculos con Cuba. Al parecer el informe fue escrito a finales de la primavera o a principios del verano de 1976. Por ejemplo, comienza con un párrafo sobre Barbados que dice así, y cito: “En la isla de Barbados, solo hay un lugar que mantiene vínculos con Cuba, se encuentra en el centro de Bridgetown, es la oficina de la aerolínea BWIA, British West Indian Airways”. Y luego el 14 de julio de 1976, la oficina de la BWIA fue blanco de dos explosiones.
Este informe de exploración también contiene la programación de vuelos de la aerolínea Cubana de Aviación desde y hasta Barbados, incluso identifica al avión que volaba los miércoles desde Trinidad y luego seguía rumbo a Jamaica y de ahí a Cuba, vuelo que tenía a Venezuela como punto de origen. Ese fue el vuelo del 6 de octubre de 1976 que fue derribado por la explosión de una bomba colocada a bordo de dicha aeronave.
AMY GOODMAN: ¿Por qué aparece esa información justo ahora —sobre todo proveniente de Venezuela, que ha solicitado la extradición de Posada durante años?
PETER KORNBLUH: Bueno, usted sabe que los documentos legales de las investigaciones a veces se mantienen sellados por los tribunales. Es muy difícil conseguirlos. Durante más de un año estuve tratando de obtenerlos. Hay un abundante cuerpo de pruebas internacionales sobre la explosión del vuelo 455 de Cubana de Aviación. Esas pruebas se recopilaron en Trinidad cuando Hernán Ricardo y su cómplice Freddy Lugo fueron arrestados tras la explosión del avión, incluyen evidencias producidas por investigadores cubanos, presentadas a una comisión en Barbados y documentos desclasificados del servicio de inteligencia estadounidense también relacionados con la voladura.
Todas estas pruebas no solo son de gran importancia para demostrar la culpabilidad de Posada y para enjuiciarlo por la voladura de esa aeronave, sino también son de gran interés para los investigadores que estudian cómo los aviones de grandes dimensiones pueden ser derribados con explosivos líquidos. En este caso, Ricardo al parecer preparó la bomba, llenó un tubo de pasta dental Colgate con explosivo C4. Así que eso tiene gran importancia en la actualidad para la detección y la prohibición del uso de líquidos y geles a bordo de los aviones pues representan una amenaza para los civiles inocentes que viajan al exterior pro esa vía.
AMY GOODMAN: ¿Cuál fue el papel de la CIA? ¿Cree que se haga alguna referencia al respecto en este juicio que no es por terrorismo, sino por fraude migratorio?
PETER KORNBLUH: No hay evidencias directas de la participación de la CIA en la voladura del vuelo de Cubana. Pero Posada fue operativo de la CIA en los sesenta y los setenta. Y los fiscales federales que están tratando de juzgarlo ahora por fraude migratorio tienen dos motivaciones fundamentales. La más benévola de las justificaciones para tratar de eliminar las pruebas sobre su relación con la CIA de su juicio e inhibir su capacidad de hablar sobre eso en el tribunal es que no quieren que complique más las cosas, con comentarios sobre su entrenamiento para entrar al país ilegalmente, entrar y salir ilegalmente del país con pasaportes falsos facilitados por la CIA y que ello fue solo parte de su entrenamiento. Quieren hacer un esfuerzo genuino para tratar de condenarlo y retenerlo el mayor tiempo posible por esas acusaciones.
La interpretación más siniestra pudiera ser que ellos creen que todavía hay secretos sensibles sobre su papel en la CIA. Es cierto que le dijo a quienes trabajaban con él en 1976 que aún era operativo de la CIA. Ellos le creyeron. Y la CIA quiere proteger los secretos del pasado, los secretos macabros sobre los numerosos intentos de asesinato contra Castro, los esfuerzos por socavar y derrocar al gobierno cubano—una historia, oscura, tenebrosa, violenta, peligrosa y misteriosa de la que no hay dudas Posada formó parte.
AMY GOODMAN: Peter Kornbluh, tenemos que interrumpir nuestro diálogo ahora, pero cuando regresemos quiero también preguntarle sobre la visita del FBI a Cuba para investigar y recopilar evidencias sobre el terrorismo y la vinculación de Posada con esos atentados terroristas y sobre los congresistas estadounidenses, los políticos que están tratando de impedirlo. Estamos conversando con Peter Kornbluh, quien dirige los proyectos de documentación sobre Cuba y Chile del Archivo de Seguridad Nacional. Después de que terminemos con Peter, hablaremos con un padre y su hija. Max Lesnick fue amigo de Fidel Castro, luego rompió con él, vino a los Estados Unidos. Ahora, su hija Vivien Lesnick ha realizado una cinta sobre él titulada El hombre de las dos Habanas. Luis Posada es también un elemento central en la vida y la misión actuales de Max Lesnick en los Estados Unidos. En breve estamos de vuelta con ustedes.
[interrupción]
AMY GOODMAN: Continuamos con Peter Kornbluh, analista principal del Archivo de Seguridad Nacional. ¿Puede hablarnos sobre el viaje del FBI a Cuba y la reacción de los congresistas estadounidenses al respecto?
PETER KORNBLUH: El FBI viajó recientemente a Cuba para recopilar evidencias sobre el papel de Posada en una serie de atentados con bombas a hoteles turísticos, perpetrados en 1997. Un empresario italiano perdió la vida a consecuencia de una de las explosiones mientras otras once personas resultaron heridas por las bombas que una a una explotaron en los vestíbulos de los principales hoteles y de otras instalaciones turísticas como discotecas. Posada está siendo investigado por estos hechos en la actualidad y un gran jurado de Nueva Jersey está examinando las pruebas que indican fue el organizador de dichos atentados terroristas y que sus financieros en Nueva Jersey le entregaron fondos para llevarlos a cabo.
La visita del FBI es de suma importancia. Es la tercera vez desde 1998 que el FBI va a Cuba a sostener conversaciones con las autoridades cubanas sobre el terrorismo y las evidencias de los actos terroristas cometido por exiliados en los Estados Unidos, los cubano-americanos involucrados en la planificación de actos terroristas contra Cuba desde territorio estadounidense. La primera vez, el FBI fue en 1998, los cubanos les entregaron documentos y pruebas sobre las conspiraciones que estaban teniendo lugar, pero en vez de hacer una redada y detener a los individuos involucrados en la planificación de esos actos terroristas, el FBI capturó a un grupo de espías cubanos que operaban en la Florida y que en su mayoría espiaban a los grupos de exiliados cubanos, grupos como los que han estado vinculados a Posada en el pasado. Cinco de ellos aún permanecen encarcelados y se encuentran cumpliendo largas sentencias por acusaciones de conspiración para cometer espionaje. Por cierto, en caso de que estén interesados, acabo de publicar un artículo sobre ellos en el último número de la revista The Nation, pero—
AMY GOODMAN: Peter, en ese artículo, “El terrorismo y los antiterroristas”, comienzas hablando sobre la Cumbre Iberoamericana celebrada en Panamá el 17 de noviembre de 2000, que se vincula con esto y con Posada . Explíquenos qué ocurrió.
PETER KORNBLUH: Sí, bueno, Luis Posada sabía que Fidel Castro iba a hablar en Ciudad Panamá en noviembre de 2000. Reunió a un grupo de conspiradores, entre los que se encontraba Guillermo Novo, involucrado en el asesinato de Orlando Letelier y Ronni Moffitt en Washington, en septiembre de 1976. Viajaron a Ciudad Panamá, pero su misión de asesinato fue interceptada por el servicio de inteligencia cubano, gracias a la labor de espías muy similares a los que operaban en los grupos de exiliados en los Estados Unidos y la información de inteligencia de dicha operación incluía, por cierto, treinta y tres libras de explosivos C4 que al parecer Posada iba a emplear para volar el auditorio en que Fidel Castro iba a hablar en noviembre de 2000.
Fidel Castro llegó a Ciudad Panamá. Utilizó la información de inteligencia en una conferencia de prensa. Comenzó diciendo: “Yo no soy el único que estoy aquí. Luis Posada está aquí.” Acto seguido las autoridades cubanas entregaron cintas de video y grabaciones de conversaciones telefónicas y otros materiales a las autoridades panameñas que arrestaron a Posada en un hotel del centro de la ciudad. Encontraron un bolso, de esos que se usa para ir al gimnasio, lleno de explosivos C4. Y tiempo después fue procesado y condenado junto a sus cómplices por un delito menor, poner en peligro la seguridad pública.
Esto nos demuestra que la recopilación de información de inteligencia contribuye a salvar vidas, evita los atentados terroristas. Del mismo modo que la CIA ahora trata de penetrar las células de al-Qaeda, la inteligencia cubana ha tratado durante años de penetrar los grupos de exiliados con un historial probado de actos violentos contra Cuba y otros civiles para recopilar información.
Ahora el FBI está obviamente trabajando de nuevo con las autoridades cubanas para recopilar pruebas sobre los atentados con bombas a los hoteles y si Posada en realidad es juzgado en Nueva Jersey junto a sus colaboradores, por financiar y llevar a cabo esos ataques contra los hoteles, creo que será una contundente declaración de principios del Departamento de Justicia, prueba de que están dispuestos a enjuiciar a los terroristas y creo honestamente que pudiese marcar un momento crucial en las relaciones entre los Estados Unidos y Cuba.
AMY GOODMAN: ¿Y los congresistas que se oponen a la visita del FBI a Cuba para investigar esas acusaciones de terrorismo?
PETER KORNBLUH: La representación cubano-americana del Congreso, integrada entre otros por Iliana Ross-Lehtinen de Miami y Lincoln Díaz-Balart, ahora afirman que esto—han criticado al FBI por ir a Cuba a juntar esas pruebas. Francamente, me parece indignante que congresistas responsables hagan declaraciones de ese tipo. En esencia están tratando de politizar una investigación de una serie de actos de terrorismo internacional. Están sencillamente tratando de proteger a individuos como Luis Posada de la justicia que merecen. Y me parece, con toda honestidad, que otros miembros del Congreso, que reconocen que los Estados Unidos están interesados en perseguir a los terroristas independientemente de sus inclinaciones políticas y garantizar que el territorio estadounidense no sea utilizado como base para actos terroristas contra Cuba ni ningún otro país, deben condenar su actitud.
AMY GOODMAN: Sin embargo, Luis Posada sigue libre, fue excarcelado, está en Miami. ¿Qué cree que suceda en el juicio migratorio? ¿Cree que será acusado por terrorismo?
PETER KORNBLUH: Solo espero que sea acusado por un gran jurado, condenado por un gran jurado por los distintos actos terroristas en los que ha estado involucrado—en 1997, organizó una serie de atentados con bombas a hoteles, lo que dicho sea de paso admitió al New Cork Times. Y eso forma parte de las evidencias entregadas al gran jurado.
En primer lugar, considero que va a ser juzgado con rapidez entre el viernes y la semana próxima por fraude migratorio. Las pruebas de que entró clandestina e ilegalmente, de que está tratando de proteger a los individuos que lo ayudaron, son abrumadoras. Así que sí mintió. Este es a todas luces un delito menor y puede que el juez solo diga bueno, ya usted ha permanecido en prisión dos años y a los 79 usted no merece permanecer encarcelado por más tiempo por haber mentido en las planillas de inmigración.
Pero—si es liberado, obviamente va a producirse otra protesta internacional y los dedos apuntarán al gobierno de Bush por el doble rasero con que lleva adelante la guerra contra el terrorismo e incluso será acusado de proteger a uno de los individuos que encabeza—es uno de los diez primeros en la lista de terroristas internacionales vivos.
AMY GOODMAN: Muchas gracias por habernos acompañado. Fue Peter Kornbluh, analista principal del Archivo de Seguridad Nacional, editor de un número especial de la revista The Nation recién publicado titulado “Cuba: ¿qué pasará?”
El ex presidente George Bush, padre, dirigía la CIA en octubre de 1976 cuando tuvo lugar la explosión de la aeronave civil cubana donde perdieron la vida 73 inocentes. Esos acontecimientos se producen justo cuando el Archivo de Seguridad Nacional, centro de documentación de interés público, ha publicado información nueva que vincula a Posada con dicho atentado. Para más información pasamos a Washington, D.C., donde se encuentra Peter Kornbluh, analista principal del Archivo de Seguridad Nacional que dirige los proyectos de documentación sobre Cuba y Chile. Peter es un placer tenerte con nosotros.
PETER KORNBLUH: Buenos días, Amy.
AMY GOODMAN: Peter, comience hablándonos sobre este nuevo documento que acaba de aparecer en su sitio web, un manuscrito que se cree era de Posada.
PETER KORNBLUH: Bueno, este es un documento que fue escrito por un empleado de Luis Posada, un individuo llamado Hernán Ricardo Lozoano. Ricardo de hecho fue condenado por haber colocado la bomba a bordo del avión, pero es evidente que lo hizo a instancias de Luis Posada y de otro terrorista anti Castro, Orlando Bosch. Hemos desclasificado documentos del FBI y la CIA, provenientes de fuentes confidenciales, que aseguran que Posada planificó la voladura del vuelo de Cubana del 6 de octubre de 1976.
Además ahora tenemos lo que pudiera clasificarse como un informe de exploración de posibles objetivos de terrorismo que el empleado de Posada Hernán Ricardo escribiese a mano que fue hallado por investigadores venezolanos, según mis fuentes en la oficina de Posada, después de la explosión del avión. Este informe en esencia detalla los posibles lugares blancos de atentados terroristas en Trinidad, Ciudad Panamá, Bogotá Colombia y cualquier otro sitio que tuviese vínculos con Cuba. Al parecer el informe fue escrito a finales de la primavera o a principios del verano de 1976. Por ejemplo, comienza con un párrafo sobre Barbados que dice así, y cito: “En la isla de Barbados, solo hay un lugar que mantiene vínculos con Cuba, se encuentra en el centro de Bridgetown, es la oficina de la aerolínea BWIA, British West Indian Airways”. Y luego el 14 de julio de 1976, la oficina de la BWIA fue blanco de dos explosiones.
Este informe de exploración también contiene la programación de vuelos de la aerolínea Cubana de Aviación desde y hasta Barbados, incluso identifica al avión que volaba los miércoles desde Trinidad y luego seguía rumbo a Jamaica y de ahí a Cuba, vuelo que tenía a Venezuela como punto de origen. Ese fue el vuelo del 6 de octubre de 1976 que fue derribado por la explosión de una bomba colocada a bordo de dicha aeronave.
AMY GOODMAN: ¿Por qué aparece esa información justo ahora —sobre todo proveniente de Venezuela, que ha solicitado la extradición de Posada durante años?
PETER KORNBLUH: Bueno, usted sabe que los documentos legales de las investigaciones a veces se mantienen sellados por los tribunales. Es muy difícil conseguirlos. Durante más de un año estuve tratando de obtenerlos. Hay un abundante cuerpo de pruebas internacionales sobre la explosión del vuelo 455 de Cubana de Aviación. Esas pruebas se recopilaron en Trinidad cuando Hernán Ricardo y su cómplice Freddy Lugo fueron arrestados tras la explosión del avión, incluyen evidencias producidas por investigadores cubanos, presentadas a una comisión en Barbados y documentos desclasificados del servicio de inteligencia estadounidense también relacionados con la voladura.
Todas estas pruebas no solo son de gran importancia para demostrar la culpabilidad de Posada y para enjuiciarlo por la voladura de esa aeronave, sino también son de gran interés para los investigadores que estudian cómo los aviones de grandes dimensiones pueden ser derribados con explosivos líquidos. En este caso, Ricardo al parecer preparó la bomba, llenó un tubo de pasta dental Colgate con explosivo C4. Así que eso tiene gran importancia en la actualidad para la detección y la prohibición del uso de líquidos y geles a bordo de los aviones pues representan una amenaza para los civiles inocentes que viajan al exterior pro esa vía.
AMY GOODMAN: ¿Cuál fue el papel de la CIA? ¿Cree que se haga alguna referencia al respecto en este juicio que no es por terrorismo, sino por fraude migratorio?
PETER KORNBLUH: No hay evidencias directas de la participación de la CIA en la voladura del vuelo de Cubana. Pero Posada fue operativo de la CIA en los sesenta y los setenta. Y los fiscales federales que están tratando de juzgarlo ahora por fraude migratorio tienen dos motivaciones fundamentales. La más benévola de las justificaciones para tratar de eliminar las pruebas sobre su relación con la CIA de su juicio e inhibir su capacidad de hablar sobre eso en el tribunal es que no quieren que complique más las cosas, con comentarios sobre su entrenamiento para entrar al país ilegalmente, entrar y salir ilegalmente del país con pasaportes falsos facilitados por la CIA y que ello fue solo parte de su entrenamiento. Quieren hacer un esfuerzo genuino para tratar de condenarlo y retenerlo el mayor tiempo posible por esas acusaciones.
La interpretación más siniestra pudiera ser que ellos creen que todavía hay secretos sensibles sobre su papel en la CIA. Es cierto que le dijo a quienes trabajaban con él en 1976 que aún era operativo de la CIA. Ellos le creyeron. Y la CIA quiere proteger los secretos del pasado, los secretos macabros sobre los numerosos intentos de asesinato contra Castro, los esfuerzos por socavar y derrocar al gobierno cubano—una historia, oscura, tenebrosa, violenta, peligrosa y misteriosa de la que no hay dudas Posada formó parte.
AMY GOODMAN: Peter Kornbluh, tenemos que interrumpir nuestro diálogo ahora, pero cuando regresemos quiero también preguntarle sobre la visita del FBI a Cuba para investigar y recopilar evidencias sobre el terrorismo y la vinculación de Posada con esos atentados terroristas y sobre los congresistas estadounidenses, los políticos que están tratando de impedirlo. Estamos conversando con Peter Kornbluh, quien dirige los proyectos de documentación sobre Cuba y Chile del Archivo de Seguridad Nacional. Después de que terminemos con Peter, hablaremos con un padre y su hija. Max Lesnick fue amigo de Fidel Castro, luego rompió con él, vino a los Estados Unidos. Ahora, su hija Vivien Lesnick ha realizado una cinta sobre él titulada El hombre de las dos Habanas. Luis Posada es también un elemento central en la vida y la misión actuales de Max Lesnick en los Estados Unidos. En breve estamos de vuelta con ustedes.
[interrupción]
AMY GOODMAN: Continuamos con Peter Kornbluh, analista principal del Archivo de Seguridad Nacional. ¿Puede hablarnos sobre el viaje del FBI a Cuba y la reacción de los congresistas estadounidenses al respecto?
PETER KORNBLUH: El FBI viajó recientemente a Cuba para recopilar evidencias sobre el papel de Posada en una serie de atentados con bombas a hoteles turísticos, perpetrados en 1997. Un empresario italiano perdió la vida a consecuencia de una de las explosiones mientras otras once personas resultaron heridas por las bombas que una a una explotaron en los vestíbulos de los principales hoteles y de otras instalaciones turísticas como discotecas. Posada está siendo investigado por estos hechos en la actualidad y un gran jurado de Nueva Jersey está examinando las pruebas que indican fue el organizador de dichos atentados terroristas y que sus financieros en Nueva Jersey le entregaron fondos para llevarlos a cabo.
La visita del FBI es de suma importancia. Es la tercera vez desde 1998 que el FBI va a Cuba a sostener conversaciones con las autoridades cubanas sobre el terrorismo y las evidencias de los actos terroristas cometido por exiliados en los Estados Unidos, los cubano-americanos involucrados en la planificación de actos terroristas contra Cuba desde territorio estadounidense. La primera vez, el FBI fue en 1998, los cubanos les entregaron documentos y pruebas sobre las conspiraciones que estaban teniendo lugar, pero en vez de hacer una redada y detener a los individuos involucrados en la planificación de esos actos terroristas, el FBI capturó a un grupo de espías cubanos que operaban en la Florida y que en su mayoría espiaban a los grupos de exiliados cubanos, grupos como los que han estado vinculados a Posada en el pasado. Cinco de ellos aún permanecen encarcelados y se encuentran cumpliendo largas sentencias por acusaciones de conspiración para cometer espionaje. Por cierto, en caso de que estén interesados, acabo de publicar un artículo sobre ellos en el último número de la revista The Nation, pero—
AMY GOODMAN: Peter, en ese artículo, “El terrorismo y los antiterroristas”, comienzas hablando sobre la Cumbre Iberoamericana celebrada en Panamá el 17 de noviembre de 2000, que se vincula con esto y con Posada . Explíquenos qué ocurrió.
PETER KORNBLUH: Sí, bueno, Luis Posada sabía que Fidel Castro iba a hablar en Ciudad Panamá en noviembre de 2000. Reunió a un grupo de conspiradores, entre los que se encontraba Guillermo Novo, involucrado en el asesinato de Orlando Letelier y Ronni Moffitt en Washington, en septiembre de 1976. Viajaron a Ciudad Panamá, pero su misión de asesinato fue interceptada por el servicio de inteligencia cubano, gracias a la labor de espías muy similares a los que operaban en los grupos de exiliados en los Estados Unidos y la información de inteligencia de dicha operación incluía, por cierto, treinta y tres libras de explosivos C4 que al parecer Posada iba a emplear para volar el auditorio en que Fidel Castro iba a hablar en noviembre de 2000.
Fidel Castro llegó a Ciudad Panamá. Utilizó la información de inteligencia en una conferencia de prensa. Comenzó diciendo: “Yo no soy el único que estoy aquí. Luis Posada está aquí.” Acto seguido las autoridades cubanas entregaron cintas de video y grabaciones de conversaciones telefónicas y otros materiales a las autoridades panameñas que arrestaron a Posada en un hotel del centro de la ciudad. Encontraron un bolso, de esos que se usa para ir al gimnasio, lleno de explosivos C4. Y tiempo después fue procesado y condenado junto a sus cómplices por un delito menor, poner en peligro la seguridad pública.
Esto nos demuestra que la recopilación de información de inteligencia contribuye a salvar vidas, evita los atentados terroristas. Del mismo modo que la CIA ahora trata de penetrar las células de al-Qaeda, la inteligencia cubana ha tratado durante años de penetrar los grupos de exiliados con un historial probado de actos violentos contra Cuba y otros civiles para recopilar información.
Ahora el FBI está obviamente trabajando de nuevo con las autoridades cubanas para recopilar pruebas sobre los atentados con bombas a los hoteles y si Posada en realidad es juzgado en Nueva Jersey junto a sus colaboradores, por financiar y llevar a cabo esos ataques contra los hoteles, creo que será una contundente declaración de principios del Departamento de Justicia, prueba de que están dispuestos a enjuiciar a los terroristas y creo honestamente que pudiese marcar un momento crucial en las relaciones entre los Estados Unidos y Cuba.
AMY GOODMAN: ¿Y los congresistas que se oponen a la visita del FBI a Cuba para investigar esas acusaciones de terrorismo?
PETER KORNBLUH: La representación cubano-americana del Congreso, integrada entre otros por Iliana Ross-Lehtinen de Miami y Lincoln Díaz-Balart, ahora afirman que esto—han criticado al FBI por ir a Cuba a juntar esas pruebas. Francamente, me parece indignante que congresistas responsables hagan declaraciones de ese tipo. En esencia están tratando de politizar una investigación de una serie de actos de terrorismo internacional. Están sencillamente tratando de proteger a individuos como Luis Posada de la justicia que merecen. Y me parece, con toda honestidad, que otros miembros del Congreso, que reconocen que los Estados Unidos están interesados en perseguir a los terroristas independientemente de sus inclinaciones políticas y garantizar que el territorio estadounidense no sea utilizado como base para actos terroristas contra Cuba ni ningún otro país, deben condenar su actitud.
AMY GOODMAN: Sin embargo, Luis Posada sigue libre, fue excarcelado, está en Miami. ¿Qué cree que suceda en el juicio migratorio? ¿Cree que será acusado por terrorismo?
PETER KORNBLUH: Solo espero que sea acusado por un gran jurado, condenado por un gran jurado por los distintos actos terroristas en los que ha estado involucrado—en 1997, organizó una serie de atentados con bombas a hoteles, lo que dicho sea de paso admitió al New Cork Times. Y eso forma parte de las evidencias entregadas al gran jurado.
En primer lugar, considero que va a ser juzgado con rapidez entre el viernes y la semana próxima por fraude migratorio. Las pruebas de que entró clandestina e ilegalmente, de que está tratando de proteger a los individuos que lo ayudaron, son abrumadoras. Así que sí mintió. Este es a todas luces un delito menor y puede que el juez solo diga bueno, ya usted ha permanecido en prisión dos años y a los 79 usted no merece permanecer encarcelado por más tiempo por haber mentido en las planillas de inmigración.
Pero—si es liberado, obviamente va a producirse otra protesta internacional y los dedos apuntarán al gobierno de Bush por el doble rasero con que lleva adelante la guerra contra el terrorismo e incluso será acusado de proteger a uno de los individuos que encabeza—es uno de los diez primeros en la lista de terroristas internacionales vivos.
AMY GOODMAN: Muchas gracias por habernos acompañado. Fue Peter Kornbluh, analista principal del Archivo de Seguridad Nacional, editor de un número especial de la revista The Nation recién publicado titulado “Cuba: ¿qué pasará?”