Pruebas irrefutables de la culpabilidad de Posada y de la complicidad de la administración de George W. Bush con la mafia terrorista anticubana serán expuestas en la vista pública, en la que colaboran los ministerios del Interior y de Relaciones Exteriores, la Fiscalía General de la República y el Tribunal Supremo Popular, entre otras instituciones cubanas.
El proceso tendrá lugar en el centro juvenil José Antonio Echeverría, de esta capital, donde será denunciada la impunidad otorgada por la Casa Blanca al criminal.
Saramago, Premio Nobel de Literatura 1998, se sumó este último fin de semana a las más de 5 500 personalidades de todo el mundo que exigen el enjuiciamiento criminal de Luis Posada Carriles en Estados Unidos o el cumplimiento por parte de las autoridades de ese país del pedido de extradición formulado por Venezuela.
Ya en agosto del 2005, Saramago, junto a los también galardonados con el Nobel, la novelista sudafricana Nadine Gordimer, la guatemalteca Rigoberta Menchú y el argentino Adolfo Perez Esquivel, el ensayista y profesor francés Salim Lamrani y el politólogo norteamericano Noam Chomsky, había suscrito un comunicado para denunciar el infamante contubernio del gobierno de George W. Bush con el genocida que planeó el sabotaje de un avión civil cubano frente a las costas de Barbados. Lo proclamado entonces —"las víctimas del terrorismo exigen que la justicia triunfe sobre la barbarie"— cobra hoy urgente actualidad.
El proceso tendrá lugar en el centro juvenil José Antonio Echeverría, de esta capital, donde será denunciada la impunidad otorgada por la Casa Blanca al criminal.
Saramago, Premio Nobel de Literatura 1998, se sumó este último fin de semana a las más de 5 500 personalidades de todo el mundo que exigen el enjuiciamiento criminal de Luis Posada Carriles en Estados Unidos o el cumplimiento por parte de las autoridades de ese país del pedido de extradición formulado por Venezuela.
Ya en agosto del 2005, Saramago, junto a los también galardonados con el Nobel, la novelista sudafricana Nadine Gordimer, la guatemalteca Rigoberta Menchú y el argentino Adolfo Perez Esquivel, el ensayista y profesor francés Salim Lamrani y el politólogo norteamericano Noam Chomsky, había suscrito un comunicado para denunciar el infamante contubernio del gobierno de George W. Bush con el genocida que planeó el sabotaje de un avión civil cubano frente a las costas de Barbados. Lo proclamado entonces —"las víctimas del terrorismo exigen que la justicia triunfe sobre la barbarie"— cobra hoy urgente actualidad.