Nueva publicación mensual de opinión y debate
Joseba Macías* - Publicado en Cubainformación revista verano 2008 .- El proceso abierto en Cuba en este tiempo de análisis colectivo llega también a los medios de comunicación. Este pasado mes de mayo aparecía en todos los quioscos y puntos de venta editorial del país el primer número de “La calle del medio”. Una tirada de 50.000 ejemplares (cincuenta mil, sí) para una nueva publicación de la agencia de noticias Prensa Latina con un objetivo central: abordar la cultura en todas sus expresiones profundizando en los aspectos más críticos de la realidad cotidiana del mayor archipiélago de las Antillas.
"La calle del medio”, editada en forma de tabloide con una maquetación original y novedosa, en color y con dieciséis intensas páginas, es un fiel reflejo de la realidad que está viviendo esta nueva sociedad cubana del siglo XXI.
Video relacionado. Entrevista al director de "La calle del Medio"
Su director, el conocido intelectual Enrique Ubieta, expresaba claramente el objetivo de esta nueva publicación de carácter mensual con motivo de su presentación oficial en el Centro de Prensa Internacional en La Rampa habanera: “Se trata de un nuevo espacio de opinión y debate, una muestra del arte en su sentido más amplio, desde nuestros entretenimientos y la pasión por el béisbol hasta temas directamente artísticos como la televisión y la literatura”. El primer número refleja claramente esta declaración de intenciones. Como se señala en su editorial, “estamos contra el mercantilismo en la cultura, contra el consumismo y la frivolidad, es decir, contra las tendencias que desvirtúan el consumo sano y la necesaria diversidad de gustos, en una población cuyo nivel de instrucción mínimo es ya de noveno grado”. No hay lugar para la confusión.
El primer ejemplar de la nueva publicación, lanzada a todo el país con una tirada de 50.000 ejemplares y al precio de un peso en moneda nacional, incorpora como tema central una profunda y extensa reflexión sobre las series televisivas centrada en el gran éxito entre la población cubana de “House”, el ritual moderno de la ficción o la manipulación de los sentimientos en espacios como “El show de Cristina” (un programa del canal de Miami Univisión al que muchos cubanos-as acceden mediante el alquiler de videos). También incluye una entrevista desde la cotidianidad con Humberto Arenas (Premio Nacional de Literatura 2007), un reportaje sobre la Agencia Norteamericana de Inteligencia y su vinculación histórica con el nazismo, páginas de humor gráfico (una maravillosa constante en las publicaciones cubanas), un acercamiento al joven ajedrecista Leinier Domínguez, recetas de cocina criolla, el consumismo como obsesión, Santiago y la pelota, noticias culturales, textos humorísticos, letras de canciones… En definitiva, un particular collage de espacios culturales en su sentido más amplio y popular, atendiendo así a un público amplio, plural y no especializado que, sin duda, cubre un hueco fundamental en el mundo editorial de la República.
“La Calle del Medio”, recién nacida y con todo un mundo por delante, está ya en su espacio natural, en las calles cubanas. Enhorabuena sin duda a todos-as los que han hecho posible esta apasionante apuesta editorial que muestra mejor que cualquier maestría internacional de periodismo aplicado que en Cuba el flujo de las ideas, el debate y la reflexión sobre el mundo que nos ha tocado vivir es un motor fundamental en su mirada colectiva hacia el futuro. ¡Larga vida a “La Calle del Medio!”
*Sociólogo y periodista. Profesor de la Escuela Internacional de Cine y Televisión de Cuba. Miembro del equipo de Cubainformación
Editorial del número 1 de “La calle del medio”
Estimado lector(a): En estas páginas conversaremos con sentido crítico de cultura, no sólo de arte. Resaltar, rescatar, proponer, criticar modos y modas, tradiciones e innovaciones, tendencias y valores sociales, en el complejo entramado espiritual del país. Digo que conversaremos, porque aspiramos a recibir sus opiniones y sugerencias y a tomarlas en cuenta. Como todos, tenemos nuestras pautas editoriales: estamos contra el mercantilismo en la cultura, contra el consumismo y la frivolidad, es decir, contra las tendencias que desvirtúan el consumo sano y la necesaria diversidad de gustos, en una población cuyo nivel de instrucción mínimo es ya de noveno grado. No defendemos ninguna estética en particular, pero sí una ética. Aspiramos a que esta publicación se lea (y se discuta) en cualquier hogar cubano. Confiamos en que usted, en acuerdo o desacuerdo con las opiniones de nuestros autores, nos ayude a encontrar el mejor camino.
