Jean Guy Allard - lapolillacubana.- El FBI sigue dando cobertura a numerosos asesinos implicados en la guerra sucia llevada ontra Cuba durante 50 años además de retener las evidencias que pudieran permitir la inmediata inculpación de los responsables del asesinato de Carlos Muñiz Varela.

Lo asegura José Luis Méndez, autor de varias obras sobre el terrorismo norteamericano contra Cuba, interrogado acerca de la carta dirigida, en diciembre pasado, por el gobernador de Puerto Rico, Aníbal Acevedo Vilá, al nuevo presidente de Estados Unidos, para exigir la entrega por el FBI a las autoridades judiciales de Puerto Rico de su dossier sobre el asesinato del cubano Carlos Muñiz Varela, ocurrido el 28 de abril de 1979.
"El FBI conoce eso y mucho más de los anticubanos, de todo el accionar de Omega-7", comenta Méndez. "Esa agencia calificó a Omega-7 como la organización terrorista más peligrosa entre 1977 y 1983 en Estados Unidos. Ejecutó 55 actos de terror, la mayoría dentro del territorio norteamericano y Puerto Rico".
"Ahí están los planes para asesinar a los embajadores cubanos Raúl Roa Kourí y Ramón Sánchez-Parodi Montoto: los asesinatos de Negrín, de Félix Rodríguez, de Carlos Muñiz y de otros intentos similares".
En su carta, dirigida a Obama y expedida el 15 de diciembre del 2008, el gobernador Acevedo Vilá revela cómo el director del FBI en Puerto Rico, Luis S. Fraticelli, ha confesado en conversación con el secretario de Justicia de esa isla, Roberto J. Sánchez Ramos, que el FBI tiene en su poder información y evidencia que resolvería el caso de Carlos Muñiz Varela y permitiría el enjuiciamiento de las personas responsables de este crimen.
Según Méndez, la reclamación del Gobernador saliente de Puerto Rico llevaría nuevamente al estrado a terroristas anticubanos de larga data, a los sicarios José Dionisio Suárez Esquivel y Reynol Rodíguez y en particular al Killer de la Máscara, Pedro Crispín Remón Rodríguez, a quien la justicia panameña sigue por ser uno de los conjurados para asesinar al Presidente de Cuba en noviembre del 2000 en Panamá".

Remón, el Sicario

Remón se ganó el apodo de Sicario de la Máscara con el salvaje asesinato del emigrado cubano Eulalio José Negrín, ocurrido el 25 de noviembre de 1979, siete meses después del de Muñiz. Ambos hombres militaban a favor de una normalización de los viajes entre Estados Unidos y Cuba.
Recuerda Méndez cómo Negrín "ayudaba a montar en su auto a su hijo de 12 años, cuando tres enmascarados le dispararon con armas automáticas". "Negrín llegó muerto al hospital con múltiples perforaciones. Su hijo, durante meses, necesitó asistencia psiquiátrica. La máscara era un medio de los asesinos para ocultarse. Remón era uno de ellos".
Precisa el especialista cubano que "un documento del FBI, relata que cuando Remón regresa al hotel donde se hospedaba, le preguntó a una joven que le acompañaba, si los noticieros habían dado alguna noticia importante. Contó la propia joven que Remón volvió a la calle para llamar a una agencia de prensa, para acreditarse el hecho".
"La joven revisó el maletín, que Remón había dejado en la habitación y vio un pasamontañas, que es un tipo de máscara, además de una ametralladora Mac-10. Ella después denunció al FBI ese hecho".
Para Méndez, no hay duda alguna sobre la responsabilidad del criminal, radicado en Miami desde su regreso a Estados Unidos desde Panamá: "Detrás de las rejas es donde debe estar ese terrorista internacional, pero la tolerancia de las agencias norteamericanas, encargadas de mantener el orden y enfrentar al terrorismo en EE.UU. es engañosa, puede parecer que lo quieren encausar por el asesinato de Muñiz, pero puede ser un ardid para que no sea extraditado a Panamá, como se espera de las gestiones de las autoridades panameñas. Hay que estar atentos".
Pedro Remón es un delincuente internacional "protegido en Estados Unidos, que ha hecho arreglos con las autoridades norteamericanas", subraya Méndez. "Es inmune a la justicia. Es uno de sus terroristas y le dan abrigo, protección, junto a Luis Posada Carriles, Orlando Bosch Ávila, Arocena, Santana, Jiménez y una larga lista de criminales, que viven en total paz allí".
"Son como los sicarios y asesinos de la dictadura de Fulgencio Batista prófugos de la justicia, cuando hace 50 años salieron de Cuba, donde cometieron numerosos crímenes y todavía no han sido extraditados".
Pedro Remón es un producto del entrenamiento dado por la CIA, en vistas a la invasión de Playa Girón en 1961, a un número importante de exiliados contrarrevolucionarios cubanos. Después de la fracasada operación, los mismos personajes, adiestrados en el uso de las armas y de los explosivos, reaparecieron en las filas de varias organizaciones terroristas, la mayoría de ellas apadrinadas por la Agencia Central de Inteligencia estadounidense.

Puerto Rico: el Jefe del FBI asegura que entregará el dossier Muñiz Varela

De manera sorpresiva, el director del FBI en Puerto Rico, Luis Fraticelli, acaba de comprometerse con entregar a las autoridades judiciales de Puerto Rico toda la información que tenga en su poder relacionada a los asesinatos del joven militante cubano Carlos Muñiz Varela y de Santiago Mari Pesquera, hijo del veterano dirigente independentista Juan Mari Bras.
La declaración inesperada de Fraticelli ocurre unos 45 días después que el saliente gobernador de la isla caribeña, Aníbal Acevedo Vila, de Puerto Rico, haya dirigido una carta al entonces presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, para que intervenga ante el cuerpo federal de policía a fin de que entregue el dossier de la investigación de Muñiz Varela, tal como solicitado desde décadas por su familia.
Este jueves, Fraticelli – que no había comentado hasta ahora esta solicitud – afirmó que librará "toda" la información que tenga en su poder relacionada al asesinato del joven cubano y, además, acerca de la ejecución de Santiago Mari Pesquera, hijo del veterano dirigente independentista Juan Mari Bras.
En su carta, Acevedo subrayaba que tres de los sospechosos del crimen, Pedro Crispín Remón y Reynol Rodríguez, ambos asociados al terrorista internacional Luis Posada Carriles, y uno de los asesinos de Orlando Letelier, José Dionisio "Charco de Sangre" Suárez liberado en el 2001 por George W. Bush, siguen vivos y andan libremente por las calles de Miami.
"Yo me he comprometido con el Secretario de Justicia en hacer todo lo posible por que se entregará, siguiendo unas reglas y unos parámetros federales para entregarla", declaró el jefe del FBI, citado por el diario puertoriqueño Primera Hora.
Según el rotativo, el funcionario federal no dio detalle alguno sobre la información en poder del FBI. "No voy a hacer comentarios sobre que información hay o no la hay, eso es en privado con el Secretario de Justicia", dijo Fraticelli.
En su carta enviada el 15 de diciembre, el ex gobernador Acevedo precisaba que Fraticelli, le dijo al entonces secretario de Justicia puertoriqueño Roberto Sánchez Ramos que tenía "información y evidencia para resolver los casos".
El el nuevo titular de Justicia y sucesor de Sánchez Ramos al constituir el gobierno de la isla el partido opositor anexionista, Antonio Sagardía, dijo por su parte a la prensa que hará "lo posible" por esclarecer ambos asesinatos.
"Las investigaciones que estén pendientes se van a completar, las que estén finalizadas, pues están finalizadas. Hay delitos que no prescriben", sostuvo.
"Se van a estar revisando los casos, se van a estar poniendo al día y los familiares, yo como secretario, me he comprometido a informarlos", destacó.
Muñiz Varela fue asesinado el 28 de abril de 1979 por terroristas cubanoamericanos relacionados con la CIA opuestos al trabajo desempeñado por este joven cubano criado en Puerto Rico a favor de una normalización de las relaciones con Cuba.
Una organización del exilio cubano autodenominada Comando Cero – liderada por el terrorista Reynol Rodriguez - se atribuyó el asesinato.
"Charco de Sangre" Suárez ha sido liberado por George W. Bush en el 2001 mientras Pedro Crispín Remón fue condenado con Luis Posada Carriles por un intento de asesinato del presidente de Cuba, en Panamá. Reynol Rodríguez, también vinculado al fracasado intento de magnicidio, fue jefe de la red terrorista denominada CORU en Puerto Rico en la época del crimen. Todos viven en Estados Unidos.
El líder del Partido Socialista Puertorriqueño, Mari Pesquera, fue asesinado en 1976. Un sospechoso fue enjuiciado en este caso pero sus familiares siempre han insistido que éste no actuó solo y que el asesinato fue producto de una conspiración.

El FBI: cómplice de la CIA y de la Mafia

A principios del mes, Carlos Muñiz Pérez, el hijo de Muñiz Varela, solicitó a los congresistas de ascendencia puertorriqueña José Serrano y Luis Gutiérrez que intervengan para apoyar la entrega solicitada de documentos.
Serrano preside el Subcomité congresional de Servicios Financieros y de Gobierno —que supervisa el presupuesto de la Rama Judicial federal—,incluso el del Buró Federal de Investigación (FBI).
"Creemos que, para que la investigación progrese de manera significativa, es necesario que usted... solicite al FBI, lo más pronto posible, que revele y entregue los documentos mencionados en el apéndice de esta carta, así como cualquier otra información que pueda ayudar a resolver este caso", indica la misiva enviada a Serrano.
"Tras casi 30 años utilizando todos los mecanismos administrativos disponibles para nosotros, es totalmente inadmisible que el FBI obstruya la investigación del Departamento de Justicia de Puerto Rico, entorpeciendo la resolución del caso sobre el asesinato de mi padre", subrayaba.
Durante el mandato del Gobernador Acevedo, el Departamento puertoriqueño de Justicia reabrió el caso Muñiz Varela, y el entonces Secretario Sánchez Ramos y los fiscales Sarimar Andreu y José Delgado solicitaron en varias ocasiones – inútilmente – a Fraticelli que entregara las numerosas evidencias que el FBI ha mantenido secretas, encubriendo a los asesinos.
Entre los documentos solicitados al FBI, se encuentran dos proyectiles, siete casquillos y dos casquillos quemados del calibre 45 que el FBI desapareció asi cómo la transcripción de las numerosas entrevistas que agentes del FBI realizaron al ex coronel de la Policía Alejo Maldonado Medina y otros miembros de su pandilla entre los años 1984 y 1986.
La policía federal siempre se encontró bajo presiones, a la vez de la CIA y de la mafia de Miami, en este caso que involucra directamente a los elementos más fanáticos del Sur de la Florida, que obedecen, desde cinco décadas, a orientaciones de la inteligencia yanqui.
Los 30 años de la muerte de Carlos Muñiz estarán conmemorados, este mes de abril, tanto en Cuba como en distintos sitios de América Latina, como homenaje a una víctima de la guerra sucia librada por Washington contra las fuerzas progresistas a lo largo del continente.