Yolanda Castro. - inSurGente / Cubainformación.- Tras presentar el día 12 de marzo el libro del terrorista y agente de la CIA Carlos Alberto Montaner, el  ex-presidente del Gobierno de España y presidente de la fundación fascista FAES, José Mª Aznar, ha iniciado un viaje a Perú y a Colombia para ser galardonado con varias condecoraciones universitarias y de instituciones de esos Estados y entrevistarse con Alán García y Álvaro Uribe, dos presidentes de gobiernos cuyas estructuras de poder han estado y están utilizando los asesinatos, desapariciones forzadas, desplazamientos y actividades paramilitares y de narcotráfico como recurso sistemático en su estrategia antisubversiva.

El actual presidente del Perú, Alán García, ya lo fue de su país durante los años 1985 a 1990, período de tiempo en que se produjeron actos de represión militar como la matanza de prisioneros amotinados en distintos centros penitenciarios del país y masacres de decenas de campesinos. Fue una época en la que se constituyeron, desarrollando sus actividades con total impunidad,  los llamados escuadrones de la muerte que amedrentaron a sospechosos de actividades terroristas y a críticos de la política contrainsurgente. Las organizaciones de familiares de víctimas y afectados por la violencia política del primer mandato de Alán García piden aún justicia por los más de 5000 peruanos desaparecidos, 284 internos ejecutados extrajudicialmente en distintos penales cuando se amotinaron para llamar la atención de los asistentes al XVII Congreso de la Internacional Socialista celebrado en Lima en 1986, los cientos de detenidos arbitrariamente, torturados o asesinados por el Comando Paramilitar “Rodrigo Franco” y las decenas de comunidades arrasadas a lo largo y ancho del país. A toda esta flagrante violación de los derechos humanos amparada por el actual presidente del Perú hay que unir todo un quinquenio de escándalos de corrupción y enriquecimiento injustificado por parte de lo más granado de la clase política y la oligarquía criolla peruana.

En el caso de Colombia, en  la confrontación con las guerrillas del Ejército de Liberación Nacional y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, las estructuras del poder del gobierno de Álvaro Uribe han creado, con el pretexto de combatirlos, un escenario donde desarrollar y ejecutar con total legalidad un entramado narcoparamilitar para la persecución y el aniquilamiento de líderes sindicales, campesinos, estudiantiles y de adversarios políticos.

Ambos presidentes latinoamericanos, firmantes del Tratado de Libre Comercio con EE.UU.,  se erigen como abanderados del neoliberalismo económico, poniendo sus países en manos de las empresas transnacionales y los grandes monopolios financieros del imperialismo estadounidense y español.

Las condecoraciones universitarias y de instituciones de esos dos Estados no son más que el reconocimiento al ex – presidente de gobierno español por todo el apoyo prestado y el respaldo otorgado a las políticas económicas y de seguridad democrática que se dieron y dan en Perú y Colombia y, sobre todo,  al impulso, desarrollo y cristalización  que desde distintos foros y organizaciones brinda a la ideología fascista de ambos lados del mar.