David Rodríguez - Revista Mujeres.- Anda escandalizada, preocupada e histérica. Cuando escucha la palabra Cuba se pone sobresaltada. No se trata de que ame al pueblo de la Mayor de las Antillas. Está lista para arrasar con todos los que apoyan a la Revolución, e incluso con los hijos de estos.


Su nombre se asocia de inmediato con todos los esfuerzos del Gobierno de Estados Unidos y de la mafia contrarrevolucionaria de Miami, para borrar de la faz de la tierra el proceso social iniciado en la Isla desde 1959.

Ileana Ross-Lehtinen está muy preocupada por el anuncio de que Cuba realizará perforaciones en busca de petróleo en el área que le pertenece en el Golfo de México.

La ha emprendido contra la firma española Repsol, especializada en ese tipo de perforaciones y ha amenazado a sus directivos con el retiro de la posibilidad de operar en territorio norteamericano.

¿Y no dice el Gobierno de Estados Unidos que lo que ellos llaman embargo, es un asunto bilateral entre ese país y Cuba?

¿Por qué amenaza la señora Ileana a Repsol si es una entidad española?

Dice la presidenta del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara Baja, que su preocupación estriba en los daños que un derrame pueda causar a su país al instalarse la plataforma petrolera prevista.

¿Cómo explica entonces que en el Golfo de México estén instaladas cientos de esas plataformas y hasta ahora no haya alzado su voz para cerrarlas?

Pero no, se trata de esfuerzos de Cuba, donde existe un Gobierno que no es del agrado de Washington y que según sus preceptos no tiene derecho a desarrollar su economía.

Cuba pretende perforar cinco pozos en aguas muy profundas, en el norte de la Isla, donde se presume que existen grandes yacimientos de petróleo.

Con ese objetivo se espera el arribo de una plataforma hecha en China y Singapur, la que operará en el área cubana del Golfo de México.

Por supuesto que esta noticia ha caldeado el ambiente anticubano de Miami, donde la mafia no desea que la Isla trate de autoabastecerse del crudo.

Es tal la histeria de la señora Lehtinen, que está promoviendo un proyecto de ley destinado a imponer sanciones a entidades y personas que colaboren con la Isla a desarrollar su industria petrolera.

Si las empresas involucradas no son norteamericanas, cómo explicar por parte del Gobierno de Estados Unidos, que las sanciones contra Cuba que allá denominan embargo y aquí la calificamos por su nombre: bloqueo, no son extraterritoriales?

Hay un detalle interesante. En esta nueva cruzada de la señora Lehtinen contra Cuba, ha amenazado a las empresas que colaboren en las perforaciones.

Ha mencionado a algunas como la española Repsol, pero se ha cuidado en extremo de amenazar a las entidades chinas que están resueltamente laborando con Cuba.

¿Por qué la señora Lehtinen no amenaza a las empresas chinas?

Yo lo sé, y ella también

Fuente: www.cnctv.cubasi.cu

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