José Luis Méndez Méndez - Cubadebate.- Estas dos organizaciones contrarrevolucionarias basificadas en Estados Unidos, son aliadas estratégicas en pensamiento y acción, tienen además raíces comunes en sus fundamentos. Ambas están asociadas a la dictadura de Fulgencio Batista, que entre 1952 y 1958, la última etapa de su larga dictadura, enlutó al pueblo de Cuba.

La mal llamada Rosa Blanca, creada en enero de 1959, resucitada en junio de 2010 y la Fundación que apareció como engendro de la administración del republicano Ronald Reagan en junio de 1981, tienen entre sus fundadores de entonces y en las figuras principales de ahora, un tronco común que es el batistato, que agrupó y agrupa a los seguidores del dictador Fulgencio Batista, empecinados en retrotraer a los más de once millones de cubanos, que construyen una nueva sociedad en la Isla, al pasado denigrante.

Lincoln Rafael Díaz-Balart Caballero, abanderado de la Rosa Blanca es heredero del pensamiento más retrógrado de esa dictadura, que recibió por legado y práctica familiar. En la génesis de la Fundación, estuvieron presentes y todavía están seguidores batistianos y anexionistas de pura cepa. Estás características les consienten alianzas estratégicas en la proyección y la praxis política.

El padre fundador de la anexionista, mafiosa, racista y oportunista FNCA, recibió en cuna su signo batistiano, como hijo de un oficial del Ejército de Batista. Su actual presidente el “converso vegetariano” Francisco José Hernández Calvo, es hijo del temible comandante del Ejército de la tiranía Francisco Hernández Leyva, quien durante la represión desatada por la soldadesca que comandaba, ya casi en los finales del año 1958, cuando la victoria Rebelde era una realidad, se dedicó a asesinar a prisioneros.

El 30 de noviembre de ese año, junto al coronel Manuel Larrubia Paneque, se instaló en un campamento del Ejército en el poblado de Cabaiguán en la provincia de Las Villas, donde habían sido llevados miembros del Movimiento 26 de Julio, capturados heridos.

Hernández Leyva ordenó la ejecución extrajudicial de los jóvenes Joaquín Reyes y Rodolfo León y presentarlos como muertos en combate. La orden fue cumplida de inmediato. Tras el triunfo revolucionario este horrendo crimen fue descubierto y denunciado. El asesino fue juzgado en dos procesos judiciales con todas las garantías procesales y condenado por el delito de asesinato.

Hernández Calvo, en octubre de 1960 se introdujo ilegalmente en la Embajada del Perú en La Habana, llegó a Miami donde se alistó en el proyecto mercenario, participó en la derrotada invasión de Playa Girón, después a su regreso a los Estados Unidos en diciembre de 1962, se integró al Ejército de Estados Unidos, donde llegó al grado de capitán de los Marines. Toda su trayectoria terrorista ha sido en busca de imponer nuevamente en Cuba, su ideal de gobierno: la dictadura batistiana.