Cubadebate.- El jueves 3 de octubre, el popular artista del género urbano José Manuel Carvajal Zaldívar, conocido fuera y dentro de Cuba como “El Taiger”, fue hallado con un balazo en la frente en una SUV en Miami y hasta la fecha se encuentra en estado de coma, lo que ha desatado una ola de solidaridad sin tintes políticos, que ha sacado de quicio a ciertos agentes anticubanos que operan en las redes sociales.
Tanto en La Habana como en Miami se produjeron demostraciones espontáneas de solidaridad con el cantante sin que tuvieran lugar ningún tipo de manifestaciones en contra de la revolución.
Sobre el Taiger, la periodista cubana Arleen Rodríguez Derivet dice “Puede gustarnos más o menos el tipo de música que hace El Taiger, pero no hay dudas de que su trabajo conecta con la psicología popular. Sus estribillos han salido o entrado al habla de los cubanos, como ha pasado siempre con la música popular”. Similares juicios vienen también de personas (muy) opuestas a la revolución como el youtuber José Alfonso Almora desde España.
Sin embargo, un hecho que ha causado el rechazo generalizado dentro y fuera de Cuba ha sido la reacción del “influencer” Alexander Otaola, que desde su canal de YouTube acusa, tanto a El Taiger como a los miles de personas que se solidarizan con él, de “hacerle el juego al gobierno cubano”, sencillamente por no sumarse a la agenda de odio anticomunista radical que él promueve desde las redes sociales.
En las redes sociales Otaola ha llegado a asegurar que el Taiger va a quedar como un vegetal y ha retado a toda la gente que va a rezar por él, tanto en Miami como en la isla, a que cuando este salga del hospital se turnen para tener cada quien un mes en su casa al artista para atenderlo y darle de comer.
Aunque en estos días lo niega, lo cierto es que hace ya tiempo Otaola en su canal de YouTube vaticinó que Carvajal Zaldívar corría el riesgo de que alguien le alguna vez le diera un balazo, simplemente por andar viajando a Cuba y por negarse a reproducir sus discursos de odio anticubano.
Otaola, que posa como seguidor de Donald Trump, intentó hacer carrera política corriendo como candidato a alcalde del condado de Miami Dade en unas elecciones que perdió estrepitosamente en primera vuelta y en las que él juraba que las encuestas lo daban por seguro ganador. Su programa tenía como principalísimo primer punto: hacer de Miami Dade un condado libre de “comunismo”.
Otaola pensaba ganar proponiendo la persecución de todos los latinos de Miami sospechosos de simpatizar con Cuba, Venezuela y Nicaragua y además apoyaba – y apoya – la eliminación de las remesas a esos países, una propuesta a todas luces impopular entre los propios latinos. No es difícil entender por qué no votaron por él.
Otaola no es un loco más de los que abundan en las redes sociales regodeándose en sus provocaciones con el lema de “cualquier notoriedad es buena, incluso la mala”. Sus vídeos están producidos con costosos recursos y sus actividades generan mucho dinero, incluso tiene un rancho en el que organizó bacanales de famosos similares a los que montaba el tristemente célebre P. Diddy, hoy en día enfrentado a 120 acusaciones por abuso sexual que incluyen delitos de pedofilia (más sobre esto luego).
En realidad, Otaola es sindicado por el gobierno cubano como uno de los principales terroristas que Estados Unidos alberga en su territorio y, contraviniendo las leyes internacionales, se niega a entregar. Esto no es gratuito.
Por ejemplo, a fines del año pasado un sujeto armado en una moto acuática cruzó desde Miami hasta la provincia de Matanzas donde pensaba realizar actos de sabotaje y asesinar gente. En los últimos años, embajadas cubanas han sido objeto de atentados: En Estados Unidos, en 2020, la sede de Cuba fue atacada con 32 disparos de fusil semiautomático, y en 2021, la embajada en Francia fue atacada con cócteles molotov.
La propaganda de odio de personajes como Otaola sirve de telón de fondo a las acciones militares que junto al bloqueo forman parte de la política estadounidense de “cambio de régimen” en Cuba. Ya a inicios de 2022, la congresista anticubana María Elvira Salazar, junto con Marco Rubio y otros, instaron a la administración Biden a declarar la “guerra al comunismo en la región”, es decir, el mismo discurso de Otaola.
Por cierto, María Elvira Salazar, heredera política de la tristemente célebre “loba feroz”, Illeana Ros-Lehtinen, en 2020 comparó a Otaola con Jorge Más Canosa, fundador y presidente hasta su muerte, de la Fundación Nacional Cubano-Americana, durante los años 80 y 90 principal receptora de fondos del gobierno de EE. UU. para las agresiones contra Cuba.
“Alex Otaola que ha sido un referente, Dios lo mandó para seguir el camino que empezó Jorge Mas Canosa y muchos otros”, dijo Salazar en un acto en Miami en octubre de 2020.
“Estamos en un momento crucial en este país (Estados Unidos), porque _como lo dice Otaola una y otra vez_ esto no son elecciones entre personas, estas son elecciones entre ideologías o está el capitalismo o está el comunismo, que es el precursor socialismo, que es el precursor del comunismo, que ese es el gran peligro y todos ustedes lo han vivido”, aseguró Salazar.
La sociopatía de Otaola podrá ser más que evidente (para ello basta con ver sus vídeos), pero el influencer no es ningún “loco suelto” y su exabrupto contra El Taiger y contra todos quienes se solidarizan con el artista (y que ahora provoca el rechazo generalizado hacia su persona), no es solamente producto de su fanatismo ideológico, sino fundamentalmente se debe al mero instinto de sobrevivencia.
Casualmente, días antes del atentado contra el rapero se hizo pública la noticia de la detención de quien fuera el administrador de la campaña de Otaola, Andy Santana Zamora, por el delito de pedofilia contra un menor de 17 años con del que abusó durante varios meses, a menudo con el empleo de drogas. Y no solo eso, la víctima aparece en fotos y vídeos – algunos de los cuales circulan ampliamente por Internet – de las fiestas organizadas por Otaola en su rancho.
Claramente, Otaola busca desviar la atención sobre un tema que lo salpica a él y puede llegar a salpicar a conocidos contrarrevolucionarios como los congresistas María Elvira Salazar, Marco Rubio y José Díaz Balart que no solo lo han apoyado, sino que también han asistido a muchas de las fiestas que el youtuber ha montado en su rancho.
Dice Otaola que él no sabe nada de la vida íntima de sus empleados, pero muchos internautas le han señalado que eso no es creíble viniendo de un influencer que se precia de manejar información comprometedora sobre todo el mundo en Miami.
En realidad, la mayoría de los miembros del círculo íntima de Otaola, al que pertenece el acusado Andy Santana, comparten no solo el ser cubanos emigrados a Miami a inicios de este siglo, sino también el haber estado vinculados a actividades de prostitución, pedofilia y consumo de drogas (eso sí: ninguno de ellos participó en actividades de oposición al gobierno a pesar de que se presenten como “refugiados políticos”.
Hace ya mucho tiempo que el youtuber Guerrero Cubano había denunciado que en una visita a Cuba Otaola abusó de un menor pero que la familia del mismo no quiso llamar la atención sobre el tema, lo que el influencer aprovechó para abandonar la isla. Este hecho, ampliamente conocido en un país pequeño como Cuba, le fue recordado el año pasado por artistas cubanos en Miami, hartos de las difamaciones y amenazas de Otaola en las redes sociales.
Lo gracioso es que Otaola, el enemigo acérrimo del “régimen” de la isla, en un intento por defenderse de las acusaciones, gestionó un récord policial …ante las autoridades cubanas.
En estos días, Guerrero Cubano aportó nuevos elementos sobre el entorno de la campaña electoral y demás actividades de Otaola. Por ejemplo, rebeló que en 2003, en Cuba, el acusado Andy Santana se dedicaba a la prostitución masculina con turistas, a menudo mucho mayores que él.
Asimismo, otro de los colaboradores de Otaola, Luis Alberto Ramírez Rodríguez, en 2003 estuvo preso en la prisión de Cerámica, en la provincia de Camagüey por el cargo de corrupción de menores (violación de un menor de 14 años con uso de drogas). Otro de ellos, aunque no tiene antecedentes de pedofilia, es gay, consumidor de drogas y participó en orgias organizadas .
Guerrero Cubano afirma que las autoridades estadoundenses deberían requisar y revisar el teléfono y demás dispositivos, no solo de Andy Santana, sino también los del resto de colaboradores de Otaola (y del propio influencer) en busca de pornografía infantil y de otros delitos sexuales cometidos en el “rancho” del mismo.
El hecho es que Otaola ha quedado sumamente aislado en Miami, donde todo el mundo ha estado tomando distancia de él por falta de empatía con el rapero herido. No son solo los músicos, sino también otros influencers dedicados profesionalmente a denostar a Cuba en las redes sociales como el conocido Ultrack, que afirmó haber bloqueado a Otaola de sus redes sociales tras escuchar sus comentarios sobre el Taiger.
En estos días Otaola lee en los vídeos las amenazas de todo tipo que le hacen muchos internautas, y es cierto que su vida corre peligro, no solo a manos de mucha de la gente que ha insultado y vilificado desde su canal de YouTube, sino sobre todo de sus poderosos benefactores de la mafia anticubana de Miami, que podrían verse salpicados en caso de continuar las revelaciones sobre Otaola y su entorno.
La derecha anticubana de Miami está siendo presa de dos procesos: uno es el del cambio que desde hace unos 20 años ha venido teniendo la inmigración cubana a los Estados Unidos, mucho menos motivada ideológicamente que antes, y el segundo, es la crisis del imperio, especialmente en lo que respecta a su sistema político cada vez más polarizado y cuestionado.
De la mano de influencers del odio como Otaola, los operadores de la mafia anticubana junto con sus financiadores estadounidenses, cometieron un error de cálculo en una apuesta muy incierta, desatando dinámicas que ya no pueden controlar.
La combinación de pedofilia y anticomunismo no promete ser muy estable para el proyecto de crear un Milei mayamero, ya sea en caso de una eventual victoria de Trump, que depende de la derecha cristiana, y tampoco, obviamente, en caso de una victoria de los demócratas, a quienes tanto ha criticado Otaola en el pasado.
(Tomado de Resumen Latinoamericano)