Pastor Batista Valdés - Granma.- Más de 20 000 personas residentes en esta oriental ciudad se han beneficiado ya mediante el programa de rehabilitación de redes hidráulicas, en marcha aquí desde mayo del pasado año, como expresión del empeño que despliega el país para mejorar el abasto de agua potable a la población cubana.

Para avanzar en ese propósito, los trabajadores que integran la brigada especializada instalaron hasta el cierre de diciembre 32 kilómetros de tuberías principales (90-110 mm) y otros 80 kilómetros en acometidas, con la consiguiente solución para más de 4 500 familias asentadas en zonas donde el servicio se ha visto severamente afectado durante décadas, a causa del deterioro y en muchos casos inexistencia de las redes.

Mediante ese proyecto, que incluye también a Ciudad de la Habana, Holguín y Camagüey, deben ser rehabilitados 360 kilómetros de tuberías en la cabecera provincial tunera: una de las más perjudicadas por la sequía, donde en periodos críticos hubo que suministrarles agua mediante carros cisterna a más de 100 000 personas.

Aunque en algunos momentos se ha retardado un poco la llegada de ciertos suministros o insumos (como consecuencia del bloqueo, presiones y otros mecanismos del enemigo para obstaculizar programas de la Revolución), la disciplina, el cuidado sobre la técnica y su óptimo aprovechamiento han permitido que la labor de la brigada marche a buen ritmo, según afirma el ingeniero civil Nolberto Marey Pérez, director de la Unidad Empresarial de Base Constructora de Las Tunas.

En la rehabilitación intervienen zanjeadoras, equipos multipropósitos, máquinas de termofusión, compresores y bombas de achique, entre otros medios.