Texto publicado en Cubainformación en papel nº 9 - Primavera 2009.
Aquello puso fin al abastecimiento de energía del Este de Europa, y obligó a manejar un sistema eléctrico en gran parte obsoleto. Muchos nos acordamos de los interminables apagones casi diarios en los 90. Con el cambio de siglo, primero llegó la mano providencial de Venezuela con su petróleo a precios preferenciales a cambio de servicios profesionales en los campos de la medicina, educación y deporte. Y luego vino la Revolución Energética en Cuba que acabó con los apagones, y que se podría ver como el último gran triunfo de Fidel Castro. Y, de repente, en octubre de 2008, nos sorprendió una noticia de la empresa nacional de petróleo, Cubapetróleo (Cupet), que anunciaba que Cuba podría tener más de 20.000 millones de barriles de petróleo extraíbles en sus yacimientos marítimos.
A algunos ya nos parpadeaban las luces de una segunda Revolución Energética, de enorme ayuda como nuevo motor económico para financiar la Revolución. Rafael Tenreyro, director de exploración de Cupet, apenas pudo esconder su entusiasmo mientras hablaba con la prensa extranjera en La Habana. El cálculo de Cupet es más del doble del máximo de 9.000 millones de barriles que el Sondeo Geológico de Estados Unidos (USGS) en 2005 estimó que podría haber bajo las aguas de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) cubana en el Golfo de México. Esta zona, también conocida como la Cuenca Norteña de Cuba, está lindante con zonas similares de EEUU y México. Y es precisamente la similitud geológica de las tres zonas lo que le causa tanto optimismo a Tenreyro. “Es la misma provincia geológica, la misma cuenca que está generando grandes yacimientos en México y Estados Unidos. La potencialidad es enorme”, dijo Tenreyro. La parte cubana del Golfo de México fue acordada en 1977 en un tratado con los otros dos países. Las cifras de Cupet darían a Cuba reservas casi iguales que las de EEUU en el Golfo –21.000 millones de barriles, según el «Oil & Gas Journal»– y casi el doble de las mexicanas, de 11.700 millones. Cuba posee 102 bloques de exploración, 43 de ellos en tierra y 59 offshore, en aguas profundas del Golfo de México.
La perforación en aguas profundas es una empresa “arriesgada, con muchos escollos e incógnitas”, reconoció Tenreyro. Además es carísima, lo que explica la presencia de petroleras multinacionales de cinco países en los bloques de tierra –Canadá, Vietnam, China, Venezuela y Francia– y seis en el mar –España, Noruega, India, Malasia, Venezuela y Vietnam–. Tenreyro adelantó que Cuba estaría dispuesta a permitir la incorporación de compañías estadounidenses a este mercado, pero si Washington sigue con el bloqueo, la sedienta industria de EEUU se verá privada de una fuente de energía en sus propias narices. Repsol YPF, en un consorcio con OVL de la India y Norsk Hydro de Noruega, empezará la búsqueda en aguas profundas a mediados de 2009. Repsol YPF ya explota seis de los 43 pozos que funcionan fuera de la ZEE cubana, y que en 2008 produjeron cuatro millones de toneladas de petróleo y gas, un 1,3% más que en 2007, al ritmo de 60.000 barriles de crudo y 20.000 de gas al día. Estas cifras representan el 47% del consumo cubano. Varios analistas han comentado que el crudo cubano sería un arma poderosa para acabar o suavizar el bloqueo yanqui.
Aparte de ser excluidos de un suculento negocio a sólo 300 kilómetros de Houston –¡imagínense!–, EEUU no podría facilitar su tecnología que sería necesaria para perforar a 1.600 metros de profundidad. “Ni Cuba ni ninguno de sus actuales socios tiene capacidad de perforación a esta profundidad sin tecnología estadounidense, y los controles a las exportaciones prohíben transferir esta tecnología a Cuba,” dijo Jonathan Benjamín Alvarado, experto de la Universidad de Nebraska. De ahí vienen los acuerdos firmados en octubre y diciembre entre Raúl Castro y el presidente de Brasil, Luis Inácio Lula da Silva, para que la petrolera brasilera Petrobras ayude en la búsqueda de crudo cubano en el Bloque 37 de la ZEE, de 1.600 km2. Petrobras tiene amplia experiencia en aguas profundas en la costa de Brasil.
En La Habana, Lula dijo “si los resultados sísmicos son positivos y hay petróleo, despreocúpate Raúl, podrá estar a 500 metros de profundidad, a 1.000, a 3.000, a 7.000 metros… Vamos a encontrarlo”. También Venezuela, cómo no, promete ayuda a la revolución petrolera cubana. El pasado diciembre, los dos países firmaron un acuerdo de 173 proyectos valorado en 2.000 millones de dólares que incluye la creación de la empresa denominada Mixta Holding Cuvepetrol. También significa la expansión de la refinería Hermanos Díaz, de Santiago de Cuba, de 22.000 a 50.000 barriles por día (bpd), la construcción de una nueva refinería en Santiago, y la ampliación de la refinería de Cienfuegos de 65.000 a 150.000 bpd. La meta del programa Petrocaribe de Venezuela es aumentar la capacidad cubana de refinación a 350.000 barriles diarios. En febrero de 2009, la empresa mixta de Cuba y Venezuela, Transporte ALBA (Transalba), recibió el primero de los dos petroleros Panamax de 72,7 toneladas, para facilitar la distribución de petróleo en el Caribe. La compra de Corea del Sur del “Petión” fue financiado por el banco estatal venezolano BANDES, según PDVSA. El “Sandino” se prevé que llegue en marzo. Paralelo a la mejora de la relaciones entre La Habana y Moscú, Rusia dijo en enero que también piensa contribuir al sector petrolífero en Cuba. Estudia la posibilidad de participar en el desarrollo de la red cubana de oleoductos, proveer a Cuba con una flota de petroleros, construir depósitos de crudo, y explorar en las aguas profundas cubanas.
Así que el esperado descubrimiento de enormes cantidades de crudo cubano dentro de unos tres años puede flaquear el bloqueo norteamericano a la vez que fortalecer los vínculos entre Cuba y varios aliados viejos y nuevos. Pero no olvidemos que lo más importante sería la emergencia de un nuevo motor económico –además del “triángulo” actual de turismo, níquel y servicios profesionales– para financiar la Revolución. Vamos a escuchar mucho más de La Habana sobre su sector de crudo, seguro.
A algunos ya nos parpadeaban las luces de una segunda Revolución Energética, de enorme ayuda como nuevo motor económico para financiar la Revolución. Rafael Tenreyro, director de exploración de Cupet, apenas pudo esconder su entusiasmo mientras hablaba con la prensa extranjera en La Habana. El cálculo de Cupet es más del doble del máximo de 9.000 millones de barriles que el Sondeo Geológico de Estados Unidos (USGS) en 2005 estimó que podría haber bajo las aguas de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) cubana en el Golfo de México. Esta zona, también conocida como la Cuenca Norteña de Cuba, está lindante con zonas similares de EEUU y México. Y es precisamente la similitud geológica de las tres zonas lo que le causa tanto optimismo a Tenreyro. “Es la misma provincia geológica, la misma cuenca que está generando grandes yacimientos en México y Estados Unidos. La potencialidad es enorme”, dijo Tenreyro. La parte cubana del Golfo de México fue acordada en 1977 en un tratado con los otros dos países. Las cifras de Cupet darían a Cuba reservas casi iguales que las de EEUU en el Golfo –21.000 millones de barriles, según el «Oil & Gas Journal»– y casi el doble de las mexicanas, de 11.700 millones. Cuba posee 102 bloques de exploración, 43 de ellos en tierra y 59 offshore, en aguas profundas del Golfo de México.
La perforación en aguas profundas es una empresa “arriesgada, con muchos escollos e incógnitas”, reconoció Tenreyro. Además es carísima, lo que explica la presencia de petroleras multinacionales de cinco países en los bloques de tierra –Canadá, Vietnam, China, Venezuela y Francia– y seis en el mar –España, Noruega, India, Malasia, Venezuela y Vietnam–. Tenreyro adelantó que Cuba estaría dispuesta a permitir la incorporación de compañías estadounidenses a este mercado, pero si Washington sigue con el bloqueo, la sedienta industria de EEUU se verá privada de una fuente de energía en sus propias narices. Repsol YPF, en un consorcio con OVL de la India y Norsk Hydro de Noruega, empezará la búsqueda en aguas profundas a mediados de 2009. Repsol YPF ya explota seis de los 43 pozos que funcionan fuera de la ZEE cubana, y que en 2008 produjeron cuatro millones de toneladas de petróleo y gas, un 1,3% más que en 2007, al ritmo de 60.000 barriles de crudo y 20.000 de gas al día. Estas cifras representan el 47% del consumo cubano. Varios analistas han comentado que el crudo cubano sería un arma poderosa para acabar o suavizar el bloqueo yanqui.
Aparte de ser excluidos de un suculento negocio a sólo 300 kilómetros de Houston –¡imagínense!–, EEUU no podría facilitar su tecnología que sería necesaria para perforar a 1.600 metros de profundidad. “Ni Cuba ni ninguno de sus actuales socios tiene capacidad de perforación a esta profundidad sin tecnología estadounidense, y los controles a las exportaciones prohíben transferir esta tecnología a Cuba,” dijo Jonathan Benjamín Alvarado, experto de la Universidad de Nebraska. De ahí vienen los acuerdos firmados en octubre y diciembre entre Raúl Castro y el presidente de Brasil, Luis Inácio Lula da Silva, para que la petrolera brasilera Petrobras ayude en la búsqueda de crudo cubano en el Bloque 37 de la ZEE, de 1.600 km2. Petrobras tiene amplia experiencia en aguas profundas en la costa de Brasil.
En La Habana, Lula dijo “si los resultados sísmicos son positivos y hay petróleo, despreocúpate Raúl, podrá estar a 500 metros de profundidad, a 1.000, a 3.000, a 7.000 metros… Vamos a encontrarlo”. También Venezuela, cómo no, promete ayuda a la revolución petrolera cubana. El pasado diciembre, los dos países firmaron un acuerdo de 173 proyectos valorado en 2.000 millones de dólares que incluye la creación de la empresa denominada Mixta Holding Cuvepetrol. También significa la expansión de la refinería Hermanos Díaz, de Santiago de Cuba, de 22.000 a 50.000 barriles por día (bpd), la construcción de una nueva refinería en Santiago, y la ampliación de la refinería de Cienfuegos de 65.000 a 150.000 bpd. La meta del programa Petrocaribe de Venezuela es aumentar la capacidad cubana de refinación a 350.000 barriles diarios. En febrero de 2009, la empresa mixta de Cuba y Venezuela, Transporte ALBA (Transalba), recibió el primero de los dos petroleros Panamax de 72,7 toneladas, para facilitar la distribución de petróleo en el Caribe. La compra de Corea del Sur del “Petión” fue financiado por el banco estatal venezolano BANDES, según PDVSA. El “Sandino” se prevé que llegue en marzo. Paralelo a la mejora de la relaciones entre La Habana y Moscú, Rusia dijo en enero que también piensa contribuir al sector petrolífero en Cuba. Estudia la posibilidad de participar en el desarrollo de la red cubana de oleoductos, proveer a Cuba con una flota de petroleros, construir depósitos de crudo, y explorar en las aguas profundas cubanas.
Así que el esperado descubrimiento de enormes cantidades de crudo cubano dentro de unos tres años puede flaquear el bloqueo norteamericano a la vez que fortalecer los vínculos entre Cuba y varios aliados viejos y nuevos. Pero no olvidemos que lo más importante sería la emergencia de un nuevo motor económico –además del “triángulo” actual de turismo, níquel y servicios profesionales– para financiar la Revolución. Vamos a escuchar mucho más de La Habana sobre su sector de crudo, seguro.
