Yoerky Sánchez Cuéllar - Cubainformación.- CUBA—isla mayúscula— cuenta en España con numerosos amigos. Uno de ellos, Valentín, comentó una tarde en la región cantábrica de Torrelavega: «Cuiden su Revolución, que es el mayor referente que tenemos».

Precisamente, afín de hablar sobre lo que han significado estos últimos 50 años para el pueblo cubano, recorro varias ciudades del Estado español junto a Jesús Echeverría, presidente de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana en la provincia de Camaguey.

Jesús, quien con solo diez años de edad participó en la campaña de Alfabetización y luego se integró  las demás tareas de la construcción del socialismo, resume en cada encuentro cómo nuestro pequeño país ha podido levantar, contra agresiones, bloqueos y huracanes, un pedestal a la esperanza. Y ha dejado bien claro por qué aún existimos como nación independiente.

La resistencia en la lucha, desde los mambises hasta la actualidad, constituye el principal argumento. Si hoy continuamos defendiendo los mismos ideales por los que dieron la vida Céspedes, Agramonte, Martí, Mella, Abel, Frank y muchos otros, es por el coraje que renace en cada rincón cubano. Ante cualquier acto de soberbia del enemigo, está el pecho abierto de millones de patriotas, cuya muralla de dignidad frena los planes de la contrarrevolución.

Soy de una generación posterior a la de Jesús. No conocí el capitalismo, ni viví los momentos fundacionales de la patria socialista. Supe de Girón y de la Crisis de Octubre por los libros y por los relatos mis padres y abuelos. Cuando nací, en 1983, ya muchos combatientes habían ido a África a luchar contra el apartheid. La mayoría de ellos tenían menos edad que la mía actualmente. Luego, apenas aprendía a leer y a escribir cuando los soviéticos cambiaron de casaca y Fukuyama elaboró su teoría del “fin de la historia”.

Sin embargo, no tengo contradicción alguna con los planteamientos de mi compañero Jesús. Los dos defendemos las mismas ideas en cada conferencia. Nos une la historia, los principios y el amor por una Cuba que dignifica a cada uno de sus hijos.   

Por eso tampoco puse reservas para decir en Vigo, Santiago de Compsotella ,Gijón, Avilés o en el Pais vasco, que represento a la juventud cubana, cuya organizacion de vanguardia, la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), es continuadora de esa larga tradición de lucha. Fundada por Fidel el 4 de abril de 1962, la UJC asume la formación de las nuevas generaciones y las guía por el mejor sendero.

En nuestro país los de mayor edad han sabido trasmitirnos el espíritu revolucionario y nuestros líderes históricos cuentan con el apoyo de los más jóvenes, quienes vemos en ellos a los paradigmas que otros en el mundo no tienen. Para nosotros resulta un enorme privilegio contar con las sabias reflexiones de Fidel y con la acertada dirección de Raúl.

En España, durante las charlas, han habido intensos debates. Divulgar la realidad de Cuba en este sitio, donde los grandes medios de prensa la silencia o la tergiversan diariamente, resulta una experiencia excepcional. 

Al término de cada encuentro, el deseo de muchos amigos coincide con el de Valentín. «Cuiden su Revolución»—nos expresan. Jesús y yo les decimos que no se preocupen, porque después de 50 años, la Revolución Cubana se mantiene joven, rebelde, solidaria y su fuerza es indestructible.