La creación e integración de las pequeñas procesadoras de alimentos a nivel local con la gran industria, recogida en el número 191 de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, ha posibilitado complementar la producción entre agrupaciones campesinas y la Empresa de Cítricos de Ciego de Ávila, ubicada en Ceballos, una de las regiones agroindustriales de Cuba.
Reinaldo de Ávila Guerra, director de la Unidad Empresarial de Base de Producción Industrial de la citada entidad, explicó que hoy existen convenios con 20 productores, pertenecientes a cuatro Cooperativas de Crédito y Servicios Fortalecidas y una Cooperativa de Producción Agropecuaria.
Los acuerdos se establecieron con la producción de barras de crema de dulce de guayaba y, entre otras ventajas, permitió la comercialización de 2 244 565 unidades de este producto en lo que va de año, junto a la diversificación de las fuentes de ingreso del Estado y la creación de 176 empleos, principalmente entre los jóvenes de la localidad.
Mediante los convenios, la parte estatal suministra algunas de las materias primas (azúcar o pulpa de guayaba, según los casos) y elementos de la infraestructura productiva, mientras los campesinos elaboran un producto, que se comercializa entre los diez y 11 pesos en moneda nacional.
Los proyectos contemplan duplicar el número de convenios para finales de año y ampliar paulatinamente a unas 20 la cartera de ofertas, con productos como el coco rallado en almíbar, la frutabomba y piña troceada, cascos de guayaba, tajadas de mango y diferentes tipos de mermeladas.