Con una antigüedad de 70 siglos de producción, cultivado por grandes culturas como la Tihuanaco y la Incaica, este cereal crece en tierras áridas y semiáridas con amplia variedad genética, y un hábitat de hasta cuatro mil metros sobre el nivel del mar.
Durante generaciones los pueblos indígenas de los Andes lograron proteger esta planta como una fuente primordial de alimentación y de unión de prácticas ecológicas, valores culturales y económicos.
Tras un encuentro con el cuerpo diplomático acreditado en La Paz, para consolidar la declaratoria, el vicecanciller Juan Carlos Alurralde dijo a Prensa Latina que su país ofrece al mundo uno de los regalos más grandes de la tierra, pues este alimento rico en nutrientes y proteínas podría aliviar el hambre en el planeta.
La quinua, subrayó, por sus propiedades nutricionales, gran capacidad de adaptación al medio y su humildad dentro de los requerimientos de suelo y agua, constituye un gran potencial para dar alternativas y fortalecer la seguridad alimentaria de la humanidad.
"Es lo que queremos ofrecer al mundo dentro de nuestro concepto de diplomacia por la vida, para mejorar las condiciones de subsistencia y luchar por el agua, la madre tierra, la biodiversidad, en contra del cambio climático, y ahora a través de la quinua, dar alternativas y fortalecer la seguridad alimentaria", observó.
El funcionario afirmó que antes en su país se investigó sobre este alimento a través del Instituto Boliviano de Tecnología Agropecuaria, lo que ahora se quiere relanzar, sobre todo en cuanto a mecanización, pues el uso inadecuado de instrumentos agrícolas en suelos arenosos, donde se cultiva la quinua, aumenta la erosión.
Vaticinó que de constituirse el año de este cereal se celebraría también en 2013 en Bolivia el primer congreso internacional de esa planta a nivel mundial, lo cual generaría una importante agenda científica futura, que cubriría demandas existentes en este asunto, además de fortalecer el sistema nacional de investigación.
Por su parte, la ministra de Desarrollo Rural y Tierras, Nemecia Achacollo, resaltó el arduo trabajo diplomático en la Unión de Naciones Suramericanas, la Comunidad Andina de Naciones, la ONU y otras instituciones internacionales para acceder a la declaratoria del Año Internacional de la Quinua.
Vamos a ofrecer este producto al mundo, expresó Achacollo al advertir la existencia de pedidos de muchas naciones en el tema investigativo e intercambios de experiencias.
