Jorge Pérez Cruz y Freddy Pérez - Cuba Trabajadores.- Cuba deja de ingresar miles de dólares al presupuesto del Estado como consecuencia del tráfico ilícito de productos marinos.
Actualmente la nación deja de ingresar miles de dólares al presupuesto del Estado como consecuencia del tráfico ilícito de productos marinos, aseguró en Las Tunas Luis Orlando Paz López, viceministro primero de la Industria Alimentaria (MINAL).
Aseveró que las pérdidas económicas son cuantiosas porque esas malas prácticas desvían de sus destinos grandes cantidades de langosta y camarón, fundamentalmente, algo que repercute de manera negativa en los planes mercantiles y en el cumplimiento de contratos con sectores priorizados como el turismo, fuente de captación de divisas que sustenta otros programas de desarrollo en el país.
En el análisis de este problema participaron autoridades de Tropas Guardafronteras (TGF), de la Pesca y su Oficina Nacional de Inspección Pesquera (ONIP), la Fiscalía, el CITMA y otros factores responsabilizados con cumplir y hacer cumplir la legislación vigente en lo referido a la protección de las riquezas marinas.
Pero las ilegalidades trascienden la comercialización clandestina de esos alimentos y se ensañan en las costosas y deficitarias artes de pesca; así lo demuestra el robo de 25 kilómetros de redes, tendencia que pervive en diversos escenarios costeros de Cuba.
En el cómputo de recursos sustraídos, el Viceministro refirió 153 medios flotantes del tipo Almendares y nasas de pesca, estas últimas cuestan el equivalente a 40 CUC cada una.
Informó que pese a las limitaciones financieras, para el presente año hay 2 millones y medio de dólares destinados a la adquisición de estos medios, lo que requiere un control más estricto.
En Las Tunas
Esta provincia no constituye excepción. En sus litorales norte y sur proliferan el carey, la tortuga, el manatí, el camarón, el cocodrilo y especies acuícolas que no escapan a la codicia de los malhechores.
Al respecto, Carlos Rafael Serrano Morales, director de la ONIP en el territorio, puntualizó que a partir del incremento de acciones conjuntas con otros implicados en esta lucha, la operatividad de casos es mayor y ejemplificó con algunos operativos realizados como parte de una estrategia diseñada para revertir la situación.
“En la presa Jobabito, dijo, fueron ocupados 70 kilogramos de tilapia fuera de la talla comercial requerida, chinchorros artesanales, 150 metros de aluminio para su fabricación; un tractor con su carreta, propiedad de Educación en Guáimaro, Camagüey; un campamento rústico hecho con toldos, una cama y sacos para el envase de la captura, presumiblemente para alimento animal, a juzgar por el tamaño de los ejemplares.
“En una vivienda-almacén de la ciudad capital fueron decomisados 28,8 kilogramos de langosta y 2,64 de masa de este marisco; 53 de camarón cola de cultivo y 20,24 de pescado de mar, productos reservados al mercado subterráneo.
“El 13 de junio fueron capturados en un auto de turismo, conducido por dos ciudadanos cubanos, 254 kilogramos de camarón cola de cultivo, procedentes de Río Cauto, provincia de Granma, que iba rumbo a Santa Cruz del Norte, en La Habana”, explicó.
Reseñó que en ambos casos fueron impuestas las sanciones pertinentes. A los primeros, multas de mil pesos per cápita, y a los segundos 5 mil a cada uno; en tanto el tractor y el auto están retenidos hasta definir su situación.
Indicó que los moradores de la vivienda citada fueron penalizados con 2 mil 500 pesos y el decomiso de la mercancía.
Ejemplificó como otra evidencia la ocupación, un domingo, de 52 kilogramos de camarón de cola de cultivo y al lunes siguiente de otros 41,40, los dos detectados en ómnibus de Astro que cubrían la ruta hacia La Habana. El producto procedía de Río Cauto, en la provincia de Granma.
