PL.- El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) colabora en proyectos afín con especies de plantas y animales exóticas invasoras en cuatro zonas vulnerables del sur de esta central provincia cubana.
Néstor Álvarez, especialista principal de gestión ambiental del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma) en el territorio precisó a Prensa latina que el propósito es contribuir al cuidado del medio ambiente y el equilibrio de los ecosistemas.
Todas las áreas, precisó, pertenecen al municipio de Trinidad: península Ancón (con un amplio desarrollo turístico), Topes de Collantes, (Paisaje natural protegido), el Valle de los Ingenios (Patrimonio Cultural de la Humanidad) y las arenas cuarcíticas de Casilda.
La iniciativa, comentó Álvarez, es promover estrategias hacia el control y manejo de las poblaciones invasoras mediante acciones de capacitación e investigación en el terreno para rescatar el ecosistema.
En la actualidad, dijo, se prioriza el proyecto para garantizar la naturaleza de la península Ancón victima del atropello humano: infraestructuras sobre la duna y baja cobertura forestal, entre otras causas.
Analizó el especialista que es un ecosistema muy frágil, de base arenosa, donde las especies exóticas pueden acelerar el daño a las formaciones vegetales naturales que se integran a la actividad turística.
Según estudios en el país existen más de 320 especies botánicas invasoras, que llegaron de manera intencional o involuntaria a causa de la actividad humana.
Se señala que el marabú preside a las 100 más agresivas entre las que se encuentran también la malva de caballo y la piña de ratón, la casuarina o pino de Australia, pomarrosa, leucaena-ipil-ipil, aroma, tulipán africano, y el cayepút o melaleuca.
Mientras en el hábitat acuático entre las más agresoras están la lechuguilla y el jacinto de agua.
Al respecto Álvarez ilustró que las plantas invasoras afectan la diversidad biológica, la flora endémica y los ecosistemas frágiles, modifican el paisaje e inciden en la calidad del suelo, el agua y las playas.
Así como lesionan los beneficios agrícolas, forestales y agropecuarios y se convierten en obstáculos en la actividad de presas, micro presas, canales y lagunas de oxidación, opinó.