Rolando Silven Laffita - AIN.- Cuba recibió un impacto económico este año de más de 200 millones de dólares a partir de la exportación de residuos reciclables, renglón del Ministerio de Industrias que podría convertirse en una fuente sostenible de ingresos.
Salvador Pardo Cruz, titular del ramo, explicó a la prensa recientemente que esta es una de las vías más fáciles del sector para sustituir importaciones, y de su estabilidad depende el funcionamiento de importantes empresas nacionales.
De 2009 al 2014 se ha incrementado la actividad del reciclaje, alcanzando cifras de recolecta por encima de las 450 mil toneladas de chatarra entre hierro, cobre, aluminio, bronce, plástico, y papel.
Según Pardo Cruz esto resulta de una nueva política que apuesta por campañas publicitarias dirigidas a las empresas estatales, zonas residenciales y la sociedad en su conjunto, y que refieren cuánto ayuda al país la recuperación de materias primas.
Cuba gasta al año cerca de 100 millones de dólares importando envases de aluminio y cristal, una demanda que la industria nacional solo puede satisfacer en un 55 por ciento, comentó.
Eso sería soluble si pudiéramos contar con la tecnología necesaria, dijo, lo cual depende en gran medida del ahorro, recuperación, y capacidad productiva que se logre.
Una de las formas para alcanzar esa eficiencia puede ser la complementariedad entre sociedad y sector industrial, a través de las nuevas cooperativas de producción, que en el caso de este organismo ya funcionan tres, mientras 13 están en evaluación.
Al finalizar el pasado año estas registraron en concepto de venta más de 956 toneladas de materias primas, lo que poco a poco puede ir liberando a las industrias de funciones recolectoras, y así podrían enfocarse más en su verdadera prioridad: producir.
Este colosal Ministerio, que agrupa a las industrias Sideromecánica, Ligera y Química, hoy tiene la misión de llevar adelante 16 Lineamientos de la Política Económica y Social del Estado, que de cumplirse impulsarían mucho el desarrollo cubano.
