Paquita Armas Fonseca - Cubadebate.- El Día Mundial de la Sonrisa es el cinco de octubre. Ese sábado, el próximo, en el cine Yara a las tres de la tarde seguro que habrá muchas personas, y no faltarán las sonrisas porque Lizette Vila presenta su último documental, y siempre que esta realizadora somete a consideración una obra suya, lo hace en espacios llenos, entre personas amigas. He sido testigo de ello desde los años noventa.
En esta oportunidad, junto a su hija Ingrid León, se podrá ver Mujeres… resiliencia, derechos a la vida, un documental de 51 minutos de duración, con textos de Sara Más y Teresa Díaz Canals, narración de Obelia Blanco e Irela Bravo, una producción del Proyecto Palomas, Casa Productora de Audiovisuales para el Activismo Social.
La resiliencia en física y química es “la capacidad del acero para recuperar su forma inicial a pesar de los golpes que pueda recibir y a pesar de los esfuerzos que puedan hacerse para deformarlo”, tiene su origen en el latín resilio, pero desde hace algunas décadas la sicología usa el término “para referirse a las personas que a pesar de sufrir situaciones estresantes no son afectadas psicológicamente por ellas”.
Entonces, los cubanos por culpa del Tío Sam hemos sido resilientes por sesenta años, especialmente, sus mujeres. De esa resiliencia, que no es sólo resistencia, trata el documental de Lizette.
En una entrevista a Indira Ramírez, la directora del Proyecto Palomas dijo:
“Hace siete años no hubiéramos expresado la resiliencia en nuestro discurso audiovisual, ni hablado de los derechos integrales, concepto más contemporáneo de los derechos humanos. Este expresa que todo se debe integrar en cuestión de derechos para poder satisfacer esa plenitud como ciudadanas…
“Hace siete años tampoco teníamos noción de lo importante que es el uso de la interseccionalidad para hablar de la pluralidad y diversidad de las mujeres. Con este recurso logramos cosas fenomenales, porque desmitifica el concepto de mujer única que tanto nos ha lastrado y discriminado. Tampoco hubiéramos expresado audiovisualmente el recrudecimiento del bloqueo y las fallas internas, que no se pueden obviar.”
Lizette subrayó: “Estoy, más que nunca, convencida de que llega en tiempos acertados. Es muy propicio el estreno en un momento en el que hablar de resiliencia nos identifica y une como cubanos.”
Razón tiene esta mujer que con más de 40 documentales ha dedicado buena parte de ellos a la lucha por la equidad y el respeto entre los seres humanos. Su obra, desde el feminismo revolucionario, ha abordado temas diversos, humanos:
- Historia para no contar (internados en escuelas de conducta y centros de reeducación, 1990),
- Cambiando vidas (Frailes de la orden de San Juan de Dios en Cuba 1992)
- Y hembra es el alma mía (jóvenes cubanos y cubanas que se debaten en la contradicción de su sexo, 1994)
- El día que me quieras (mujer que contrajo el virus del SIDA, 1997).
En la última década ha compartido guion y dirección con Ingrid, y por supuesto, con todo el equipo de Palomas.
Si la presentación de sus obras resultan siempre oportunas por el contexto, Resilencia… reafirma la vocación de Lizette de abordar desde el audiovisual difíciles problemáticas que viven los residentes en Cuba. Supongo que en breve sea transmitido por la Televisión Cubana.
Se realizaron entrevistas a 26 personas, 22 de ellas mujeres: cuatro de Pinar del Río, cuatro de Villa Clara, una de Cienfuegos, una de Holguín, otra de Granma, dos de Santiago de Cuba y trece de La Habana, que en se dedican a la ciencia, al magisterio, la pintura, el deporte, la música, la agricultura, las artes manuales o están presas, donde participan en el programa Educa a tu hijo.
Cada uno de esos seres humanos ha tenido que resistir y defenderse de diversas maneras, como una transexual que habla de la complejidad de su vida. Pero existe un denominador común: la resiliencia. Sin esa capacidad de enfrentar problemas y seguir adelante, Cuba no sería lo que es hoy, capaz de resistir una envestida que haría tambalear a cualquier país.
La música de una canción de Israel Rojas está en el cierre del documental. El compositor le dijo a Lizette: “La canción Una Mujer fue compuesta para ser útil. En las manos de Lizette Vila y su equipo maravilloso es donde mejor anida. Ustedes pueden hacer que una causa, aparentemente pequeña, crezca en la dimensión correcta dentro de las conciencias de los ocupados, de los distraídos, de los insensibles. Por eso les regalo la canción. Háganla volar en los cielos correctos”.
En compañía de esa música, se escucha primero a Irela diciendo que entendió su condición de que es una resiliente, para terminar afirmando a todo color lo que subyace en toda la pieza “así somos las cubanas”.
(Tomado del Portal de la Televisión Cubana)