Estrella de infinidad de programas, fue memorable en las décadas del boom del gran esplendor de la radio. Su voz era grave, con un timbre precioso, versátil y limpio.

Jesús Díaz Loyola - Cubainformación.- El mundo de la Radio Cubana se encuentra hoy sumido en la consternación. Este sábado ha muerto a los 76 años Milvia Zapata Patterson, figura representativa de la radiodifusión, destacada locutora, directora y guionista, la voz de muchos de los programas estelares de la radio nacional, ganadores de importantes premios. Destacó como locutora en informativos en las décadas de los 80 y 90, las del boom del gran esplendor de la radio.

La destacada radiofonista, murió en La Habana por complicaciones irreversibles de su salud tras sufrir una isquemia cerebral, dijo hoy el periodista y escritor Juan Carlos Roque García, uno de sus más antiguos colegas, que casualmente arribó a la isla en viaje personal y se encontró con la descorazonada noticia.

En Madrid, otro colega y coterráneo de Milvia, el conocido presentador Joaquín Mulén, lamentó su deceso. "He estado todos estos días en comunicación con su familia (en La Habana). Había perdido la visión a causa de la diabetes que padecía, pero por lo demás, iba razonablemente bien", comentó Mulén.

"El lunes último sufrió un derrame cerebral y vinieron otras complicaciones que acabaron con su vida", dijo el locutor cubano que actualmente ejerce en la emisora musical Top Radio.

Milvia Zapata fue una exigente realizadora y directora de programas que hizo siempre una radio expresiva y de calidad como hoy atestiguan sus compañeros y más cercanos discípulos. Inimitable, personal y única, su voz era grave, con un timbre precioso, versátil, limpio. Cualquiera que la recuerde en antena, activa y potente, puede dar fe de ello.

Dominaba todos los géneros de programas de la radio y no toleraba que las nuevas generaciones se encasillasen en los estereotipos de la vieja radio. Cantaba las cuarenta a quien se le pusiera por delante. Siempre que se ponía frente a un micrófono o dirigiendo un programa en un estudio de radio defendía hacer "de todo" con el poder de los medios expresivos de la radio. Todo eso hizo verla siempre como una de las voces emblemáticas de la radio de su tiempo y una de las realizadoras cubanas más queridas por la audiencia y por todos los que tuvieron la suerte de trabajar con ella.

Para muchos, fue en la radio esa madre consejera y formadora de una generación de noveles radialistas que hoy la recuerdan en muchas partes. Mientras trabajó, primero en Radio Cadena Habana y después en Radio Rebelde, sus programas llegaron a convertirse en un auténtico fenómeno mediático por la exigente profesionalidad con que los hacía.

Juan Carlos Roque, que durante muchos años compartió oficio con ella y la evocó en su libro de memorias "Nunca me fui", la recuerda como "un ser extraordinario en todos los aspectos posibles de la condición humana".

Conmocionado por su muerte, Roque dijo hoy: "Fue mi mejor mentora desde aquellos días de los años setenta en que me enseñó el abc de la radio, cuando la emisora Radio Cadena Habana estaba aún en el edificio N, en El Vedado. Con ella aprendí la magia que envolvía el sonido, el silencio, la pausa, la música, el efecto, los ruidos, aprendí a amar mucho más la radio y su infinito quehacer, aprendí a colocar la voz, aprendí a editar en las máquinas húngaras de cinta a cinta, aprendí a dirigir programas. Ella era una mujer-radio y a este medio se entregó por completo durante décadas."

Desde que arribó a Radio Rebelde en 1992 y consumada como locutora, directora y realizadora de sonidos, sus actividades más significativas en un estudio y frente a un micrófono le llevaron a crear espacios que formaron una identidad como "Todo Música", "Con la musa a cuestas", "Al compás de la noche" y "Siempre en domingo", además de liderar varios años como directora el equipo del matutino Haciendo Radio y el Noticiero Nacional de Radio.

Era una voz que imponía, muy reconocida y valorada entre los oyentes, a quienes les hablaba de todos los temas de actualidad con los testimonios y entrevistas de los protagonistas.

Milvia Zapata Patterson fue de esas estrellas que llegaron un día a un estudio, levantaron su voz y vivieron de la radio toda la vida. Había nacido en 1945 en la ciudad de Banes, oriental provincia de Holguín. Muy joven llegó a La Habana y se dejó más de 50 años en el medio. El uno de diciembre cumplió 76 años y vivía ya la etapa de su jubilación marcada por la larga convalecencia que desafortunadamente acabó con su existencia.

La Cadena Nacional de Radio donde agotó su carrera, fue uno de los primeros medios cubanos que expresaron su pésame por el muerte de esta profesional: "Con profundo pesar lamentamos el fallecimiento de la reconocida locutora, directora, guionista y realizadora de sonido Milvia Zapata Patterson, que laboró en varias emisoras cubanas y con quien Radio Rebelde tuvo el inmenso placer de contar desde 1992", reza una nota difundida en redes.

Pero la conmoción por su muerte, traspasa fronteras. Desde Florida, Estados Unidos, otro discípulo suyo, el locutor Rolando Zaldívar escribió en Facebook: "Ha muerto en la Habana Milvia Zapata Patterson. Nombre imprescindible de la Radio Cubana.  La conocí hace años. Trabajamos muchas veces con ella. Se aprendía bajo su mando.  Al principio parecía una mujer dura, pero no era así. Me quedo con su voz en mi memoria. Los recuerdos, y el sabor amargo que me deja su partida."

Los que alguna vez, aun por breves franjas de tiempo, trabajamos en su cercanía, sabemos que todo lo que aquí se cuenta es así, que se ha ido una excelente profesional que será recordada siempre como identidad imprescindible de la radio en los años dorados de una generación de estrellas. Y Milvia Zapata ya es parte de esa constelación de nombres y figuras que poco a poco han ido abandonando la existencia.

En mis años breves en Radio Rebelde, en los 90, ya Milvia era una consumada voz y figura de la radio. Intercambiamos más de una vez en las tertulias improvisadas en pasillos y en la redacción y escuchaba con atención toda la buena radio que hacía. Con ella siempre se aprendía.

La radio ha perdido una gran profesional, y Cuba a una extraordinaria mujer. Su voz será recordada entre las más grandes de la historia reciente de la radio en la isla porque fue eficaz, brillante, y de una constancia imbatible que fue su mayor distinción aceptando todo tipo de reto en las ondas. Ella pudo con todo desde el primer día porque la radio corría por sus venas.

Aún resuena en los oídos de muchos, en Radio Cadena Habana y en Radio Rebelde, aquel ímpetu con que su voz irrumpía en la onda, siempre con pausas valorativas que eran de oro para quienes sabemos lo que es el arte de hacer la radio.

Hasta siempre, Milvia.

Tras más de medio siglo de oficio, ha muerto en La Habana, Milvia Zapata Patterson, una de las voces más eficaces y brillantes de la Radio Cubana por la constancia con que aceptó y asumió todo tipo de reto en las ondas.

Milvia Zapata fue una exigente realizadora y directora de programas que hizo siempre una radio expresiva y de calidad como hoy atestiguan sus compañeros y más cercanos discípulos. Inimitable, personal y única, su voz era grave, con un timbre precioso, versátil, limpio.

La radio ha perdido una gran profesional, y Cuba a una extraordinaria mujer. Su voz será recordada entre las más grandes de la historia reciente de la radio en la isla porque fue eficaz, brillante, y de una constancia imbatible que fue su mayor distinción aceptando todo tipo de reto en las ondas. Ella pudo con todo desde el primer día porque la radio corría por sus venas.

Milvia Zapata Patterson en una grabación de uno de sus programas estrella en La Habana de los 90, junto al colega y periodista, Juan Carlos Roque García: "Fue mi mentora, guía y consejera", dijo. Aún resuena en los oídos de muchos, en Radio Cadena Habana y en Radio Rebelde, aquel ímpetu con que su voz irrumpía en la onda, siempre con pausas valorativas que eran de oro para quienes sabemos lo que es el arte de hacer la radio. Hasta siempre, Milvia.