Un documental de esta casa productora de audiovisuales para el activismo social en Cuba mereció dos galardones en la más reciente edición del evento. Foto: Tomada del perfil de Palomas en Twitter.

Redacción IPS Cuba

En representación de Palomas, Sergio Cabrera recibió los premios en el Festival Internacional de Cine de Gibara y participó en un panel sobre la visión de género en las artes y en el audiovisual.

La Habana, 16 ago.- El Premio Lucía al Mejor cortometraje documental del XVII Festival Internacional de Cine de Gibara y el Premio Joven, otorgado a Todos los días son 8 de marzo, del Proyecto Palomas, casa productores de audiovisuales para el activismo social, tiene significados más allá del galardón.

Dirigido por Lizette Vila, Sergio Cabrera e Ingrid León, el audiovisual visibiliza las historias de 23 mujeres que, desde sus  realidades particulares, sacan a la luz dolores, decepciones y demandas, claman por la reparación necesaria y urgente para edificar una vida digna, mientras homenajea a aquellas que no tienen voz.

De acuerdo con Vila, el Festival de Cine de Gibara tiene una alta carga simbólica para Palomas. Hace más de dos décadas, Humberto Solás le compartió el proyecto de lo que quería hacer y su fundamentación de por qué era cine pobre: “registrar las realidades con mínimos recursos”.

Vila, quien este año no asistió a la llamada Villa Blanca, recuerda la primera edición, cuando se alojaron en casas de personas gibareñas, quienes se convirtieron desde entonces y para siempre en su familia.

“He faltado a muy pocos festivales, en esta ocasión estuvo Sergio Cabrera, uno de los realizadores y también uno de los panelistas que, desde su condición de hombre feminista, reflexionó sobre la visión de género en las artes y en el audiovisual”, declaró.

Trascendencia

“El trofeo –creado en 2017 por el artista Rafael Pérez Alonso–, es una imagen espectacular, porque es esa mujer, con su cuerpo y con sus brazos extendidos, como pidiendo su reivindicación, como demandando la vida”, valoró la realizadora.

Según Cabrera, coordinador general de Palomas, el Premio Lucía y el lauro del jurado joven, más que para el equipo realizador del documental y para sus protagonistas, “es un reconocimiento a esas mujeres que no han logrado construir un proyecto de vida pleno, de vida feliz y digna”.

La presencia en el Festival de Cine de Gibara fue un modo de visibilizar la obra y “el premio es un reconocimiento a las vidas que las producciones de Palomas visualizan y acompañan”, sentenció.

En tal sentido, agregó: Todos los días son 8 de marzo “es un homenaje a las que dedicaron su vida a luchar por los demás y por sí mismas, pero también a las tantísimas mujeres que ya no están y que murieron sin haberlo conseguido”.

Para Cabrera, el premio mayor sería que esas realidades puedan abordarse y, sobre todo, puedan traducirse en acciones concretas que mejoren la vida de las mujeres en Cuba.

El documental

Todos los días… no es una obra complaciente, es una invitación a la reflexión, a los discursos acabados, a los discursos de los logros que se olvidan de las deudas, porque tenemos que aprender tanto a reconocer los logros como los pendientes, destacó Vila.

Asimismo, explicó, el corto “pone en 23 voces diversas puntos en común que sufrimos muchas mujeres” y “se fundamenta en darles cuerpo de demanda a las deudas sociales, no solamente para decir lo que falta, sino para lo que existe y que se empiece a gestar lo nuevo”.

A su juicio, la obra “inspira a otras que tienen derecho a hablar, a ese sentido de justicia y a apropiarse del Programa para el Adelanto de las Mujeres y hacerlo vibrar, a conocer mejor la Estrategia integral para la prevención de la violencia de género y en el escenario familiar y el Código de las Familias”.

Por otra parte, apunta, este audiovisual “solamente se puede hacer en un proyecto social como el nuestro. Pueden surgir otros documentales de demandas, de denuncias, pero este en particular, en este momento de tantas complicaciones, dolencias y situaciones económicas extremas, de acoso brutal de Estados Unidos y muchos otros países, es un documental por la justicia de género, para la justicia social”.

Desafíos

La inmensa mayoría de las personas que pudieron asistir a la presentación en Gibara fueron jóvenes, lo que representa un nuevo desafío para Palomas, que tenía identificado como público meta a las mujeres.

“Este documental nos hace replantearnos esa aspiración porque los temas que abordamos empiezan a interesarles también al público joven”, opinó Cabrera.

Como es tradicional, se espera que la propuesta de Palomas pueda tener presentaciones en instituciones, asociaciones y espacios donde luego se reflexione sobre los temas que trata el documental. Además, se aspira a que lo exhiban algún día en la televisión nacional.

Según reveló el coordinador de la casa productora, el documental está inscrito para integrar la selección de obras del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, a celebrarse en La Habana en diciembre venidero. (2023)